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Miley Cyrus / Something Beautiful

Dice Miley Cyrus que hay dos tipos de artistas, los que hacen música «normal» y los que hacen música «rara», y que ella -incurriendo en una de sus típicas contradicciones- posee las dos facetas. Señala que ‘Flowers‘ es de sus canciones «normales» porque es comprensible por todo el mundo, y de su repertorio de canciones raras destaca ‘Prelude’ y ‘Something Beautiful’, las dos primeras pistas de su nuevo álbum.

‘Something Beautiful’ es un disco raro, aunque quizá no en el sentido que Cyrus plantea. La producción ni es tan psicodélica como prometió, ni el disco fluye exactamente como una ópera o un álbum visual. La variedad de estilos no parece siempre hilada de la mejor manera, ni las pistas instrumentales parecen completamente integradas dentro de la experiencia conjunta. ¿No es extraño que ‘Interlude 1’ e ‘Interlude 2’ estén separadas por una única canción?

Aunque Cyrus asegura que ella no es una persona de «términos medios», ‘Something Beautiful’ es un disco de término medio. Irónicamente, el noveno trabajo de la ex estrella Disney funciona mejor cuando no se pone un traje que le queda demasiado grande. El embiste distorsionado de la segunda parte de ‘Something Beautiful’ (canción) no es lo mejor de esta preciosa canción de soul-rock, ni la poderosa ‘Walk of Fame’ con Brittany Howard sale airosa de durar seis minutos, ni las pistas instrumentales, por mezclar estilos de forma supuestamente experimental, hacen el disco mejor.

‘Something Beautiful’ es un buen disco cuando encuentra un equilibrio entre lo efectivo de sus melodías y la riqueza de la producción e instrumentación. Aunque el largo podría estar mejor mezclado (algunas voces e instrumentos suenan estridentes), las composiciones construyen un trabajo maduro y libre. ‘More to Lose’ es un gran ejemplo de canción de pop clásica escrita desde el punto de vista de hoy (me encanta la frase «My tears are streamin’ like our favoritе show tonight»); ‘Easy Lover’ es un estupendo homenaje a Stevie Wonder -y un poco también a Michael Kiwanuka- que Cyrus escribió en la época de ‘Plastic Hearts‘ (2020) y después ofreció a Beyoncé, con la que posteriormente colaboró en la ganadora de un Grammy ‘II Most Wanted‘, y ‘Give Me Love’ cierra el disco con una emocionante dosis de folk-pop bucólico y referencias al amor y la espiritualidad.

Porque ‘Something Beautiful’ es una obra espiritual, como expone el arreglo orquestal que viaja a la épica electrónica de ‘Prelude’, como muchas pistas del álbum, diseñada junto a Jonathan Rado, líder de la banda de rock psicodélico Foxygen; como señala el divertido homenaje al dance de lo 90 ‘Reborn’, que precisamente habla de transformarse en alguien nuevo gracias al amor; o como indica el poderío de ‘End of the World‘, denostada por parecerse a Coldplay… cuando su exuberancia, carácter llenaestadios y destellos de ‘Mamma Mia’ de ABBA lo convierten en uno de los grandes singles perdidos de la carrera de Cyrus. La buena noticia es que dos integrantes de Alvvays forman parte de su composición y seguro que el cheque que les ha llegado de Sony es considerable.

Pero el panel de músicos involucrados en ‘Something Beautiful’ plantea la cuestión de por qué el disco no es mejor. Es una locura ver a miembros de Haim, Model/Actriz, Alvvays o The War on Drugs metidos en el mismo disco, pero la obra de estos artistas por separado es más innovadora y excitante que ‘Something Beautiful’. Ciertas pistas proponen interesantes ideas sonoras pero no logran sostenerse por culpa de melodías endebles. Por ejemplo, ‘Every Girl You’ve Ever Loved’ samplea el remix de Soulwax de ‘Work It’ (2018) de Marie Davidson, pero la canción nunca es tan excitante como la referencia. Y ‘Pretend You’re God’ es un intrigante acercamiento trip-hop que recuerda a los viajes lisérgicos de Yves Tumor, pero la composición vuelve a defraudarlo.

El término medio de ‘Something Beautiful’ es evidente en lo extraño de la secuencia, pero también en el potencial de ciertas pistas que no termina de explotar. Es muy difícil mantener el interés de una canción durante seis minutos, y ‘Walk of Fame’ -que durante un rato es una de las mejores canciones del disco- demuestra que no siempre funciona. ‘Every Girl You’ve Ever Loved’, por su lado, presenta una explosiva producción, pero la melodía sabe a poco, la letra no iguala la sofisticación del auténtico ballroom («Match my bag to my new dress / I’m still looking like a ten / While my hair is a mess» es una frase muy naíf) y el recitado de Naomi Campbell se podría haber quedado en borradores, porque ni Campbell le pone ganas, ni suena convincente en el papel.

Donde ‘Something Beautiful’ brilla -insistimos- es en sus piezas clásicas: ‘More to Lose’, ‘Something Beautiful’, ‘Easy Lover’ y la muy Fleetwood Mac ‘Gold Burning Sun’ son buenas baladas o medio tiempos de Miley Cyrus que muestran a una artista que ha encontrado un filón en el éxito de ‘Flowers’ y que vuelven a dejar interpretaciones vocales prodigiosas por parte de esta gran intérprete. El papel bailable sienta bien a Cyrus en ‘Reborn’, pero la faceta clásica de ‘Something Beautiful’ convence por encima de la electrónica simplemente porque las composiciones presentan melodías mejor escritas o integradas.

‘Something Beautiful’ es un disco de Miley Cyrus que busca ser a la vez bello, divertido e inspirador, pero su dispersa secuencia impide que el álbum cuaje como a su autora le habría gustado. Tampoco han ayudado las expectativas volcadas sobre el disco y alimentadas por la propia artista, pues ‘Something Beautiful’ ni es tan psicodélico, ni su película se parece a ‘The Wall’ de Pink Floyd, ni Cyrus juega todavía en la misma liga de David Bowie o Björk, con los que se ha comparado. Pero el intento de Cyrus por equipararse a estos artistas deja otro buen disco de pop que, quizá, deba entenderse como «solo» eso: un disco de pop. Aunque sepamos -como Miley Cyrus- que el pop puede ser mucho más.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: miley cyrus