Addison Rae ha hecho un disco para los estudiosos del pop. En primer lugar, porque ella misma lo es. En segundo, porque la nostalgia mueve en parte la industria musical. En tercero, porque en ‘Addison’ explora diferentes vías de expresión que ampliar en el futuro. Pero lo mejor de ‘Addison’ es su buen gusto, la gracilidad con la que Addison aborda todo estilo.
Addison se ha tomado el tiempo necesario para llegar hasta aquí. Conocida por su perfil de TikTok, donde popularizó sus vídeos de baile, la de Luisiana -como Britney- ahora afincada en Los Ángeles ha crecido empapándose de música pop. Cuando tocó grabar su disco de debut, que, finalmente, se acotó a un EP de 5 cortes, ‘AR’ (2023), uno de los temas, ‘Nothing On (but the Radio)‘, era un descarte de Lady Gaga. Y otros, como ‘Obsessed’, sonaban a descarte aunque no lo fueran.
Charli xcx, otra estudiosa del pop, creyó en Rae más que nadie, se subió a su tema ‘2 Die 4’ y, después, la invitó al remix de ‘Von Dutch’. Charli ha sido la primera celebridad que se ha tomado a Addison en serio artísticamente (menos éxito ha tenido Addison en el cine), y ‘Addison’ no defrauda entregando una colección de canciones de pop bien producidas, inteligentes y pulidas, que no solo no esconden sus influencias sino que las llevan escritas en la frente, orgullosas de haberles hecho justicia.
‘Addison’ no esconde su ánimo referencial (‘Money is Everything’ menciona a Madonna, Lana y Gaga) pero se molesta en ofrecer un puñado de melodías y producciones exquisitas, trabajadas por Addison junto a dos personas muy cercanas a Max Martin, la sueca Elvira Anderfjärd y la luxemburguesa Luka Closer, que apelan a diferentes sensibilidades del pop. ‘Diet Pepsi‘, el gran éxito de Addison Rae -de momento- es un homenaje a Lana Del Rey tan evidente -y tan bueno- que la propia Lana se ha grabado escuchándolo en el coche, sonriente. ‘Aquamarine’ apunta a las discotecas ibicencas recordando a Kylie y Britney. La electro ‘Fame is a Gun’ es indie sleaze como venido de Noruega o Suecia: parece de la infravalorada Annie.
Como TiKtoK cuando convierte en megahit una canción desconocida que nunca fue single, ‘Addison’ se hace fuerte evocando los cuidados deep cuts de tus pop stars favoritas. ‘Headphones On’ reivindica el disco más olvidado de Madonna, ‘Bedtime Stories‘ (1994). La electro-R&B ‘High Fashion‘, basada en un arrastrado beat, recuerda a ‘Mood Ring’ de Spears. ‘Money is Everything’ es el típico trap-pop ligero que podría haber aparecido en ‘Clarity‘ (2019) de Kim Petras. ‘Times Like These’ nos lleva a la playa de All Saints.
Todos estos estilos podrían sonar inconexos en ‘Addison’, pero este es un disco atípico en la industria del pop estadounidense porque ha sido escrito y producido por exactamente tres personas, en concreto, tres mujeres, en lugar de por un plantel infinito de colaboradores. Las hipnóticas melodías de Addison Rae, que sacan partido a su dulce y susurrada -aunque limitada- voz, aportan pegamento a unas producciones que evitan recorrer únicamente el camino de la nostalgia y la recreación, y saben ser tan interesantes como ‘New York’, que parece la evolución de ‘brat‘ (2024), o la mencionada ‘High Fashion’.
Además, la personalidad de Addison Rae está presente en unas letras que hablan no solo de amor, como la enamorada ‘Summer Forever’, también influenciada por Lana, la de ‘Born to Die‘ (2012); sino también de la necesidad de disimular las emociones (‘In the Rain’) o de la nueva vida de Addison en el ojo público (‘Money is Everything’ es una sátira sobre la riqueza de las celebridades, ‘Fame is a Gun’ es Addison jugando a ‘The Fame‘). Pistas como ‘High Fashion’ o ‘Fame is a Gun’ presentan a una Addison cómoda jugando el juego de la celebridad, asumiendo un papel exagerado que todavía no la representa del todo. Pero el pop también es fantasía y ‘Addison’, de ella, va sobrado.