Doja Cat fue número 1 global durante meses en Spotify con ‘Paint the Town Red’, el single principal de su anterior álbum, ‘Scarlet’ (2023). Aquella fue una era marcada por varias salidas de tono de Doja Cat contra su propia fama, sus fans y su discografía: entonces declaró que sus dos discos previos, ‘Planet Her‘ (2021) y ‘Hot Pink‘ (2019), habían sido dos “sacacuartos” y que sus seguidores habían “picado”.
Con ‘Vie’, su nuevo álbum, Doja ha planteado claramente un intento de reparar su imagen: el álbum es pop, habla sobre el amor -porque ella se define como una “romántica”- y aparece simpática y muy arreglada en las entrevistas, cuidando su imagen pública. No parece la misma persona rapada y agresiva de los vídeos que aseguraba que el pop no iba con ella: ahora recula y dice que sí, que es lo que mejor sabe hacer.
Sin embargo, parece que el daño ya está hecho: ‘Vie’ no está alcanzando el éxito esperado. Las primeras estimaciones sitúan el álbum en torno al top 5 del Billboard 200, con cerca de 60.000 unidades equivalentes (25.000 ventas puras), quedando por detrás incluso de Mariah Carey en el peor debut de su carrera.
La gran incógnita es qué pasará después de esta primera semana. Ningún single de ‘Vie’ está calando: ‘Jealous Type‘ alcanzó como máximo el puesto 28 en el Billboard Hot 100 y esta semana baja al 57. ‘Gorgeous’, el nuevo single, está siendo un fracaso rotundo, pues ya no aparece ni en el top 100 global de Spotify ni en el de Estados Unidos, a pesar de ser una de las producciones más contemporáneas del disco. Con lo nuevo de Taylor Swift en la calle, el disco corre el riesgo de pasar aún más desapercibido.
Aunque Doja ha solido tener a TikTok de su lado, no está tan claro que el público acepte su nuevo sonido como antes. La nostalgia ochentera funciona para The Weeknd, pero los homenajes a Janet Jackson y Prince no tienen tanto recorrido. En el caso de Doja Cat, ‘Vie’ contiene potenciales singles como ‘Cards’ o ‘Stranger’, pero parece que su carta más segura es un tema como ‘Make it Up’, que conecta más con su sonido anterior. Y eso sería un paso atrás evidente para una artista que ha apostado por un sonido y estética muy concretos, al que el público, por alguna razón, no está respondiendo.
