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Martin Solveig después de Madonna

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El francés Martin Laurent Picadent, nombre real de Martin Solveig, estrena el primer material nuevo después de su paso por ‘MDNA’ de Madonna. Cuenta el propio productor que tras un año “de locura” está preparado para “abrir un nuevo capítulo con colaboraciones con talentos que amo, la mayoría nuevos o de otras escenas”. El primer resultado de esta nueva era es la canción ‘Hey Now’, en la que colabora con el vocalista Kyle y con el grupo de hip hop The Cataracs. Un tema pop dance bastante juguetón, en su línea, que podría ser el heredero de aquel ‘Hello’ que cantaban Dragonette.

Vídeo «random» de Azealia Banks

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Hubo una época en la que a la mayoría le caía bien Azealia Banks. Una época en la que apenas estrenaba videoclips y no se dedicaba a ganarse enemigos por doquier. Los tiempos han cambiado y Azealia ha pasado de no estrenar videoclips a grabarlos hasta de temas bastante secundarios de su discografía. Uno de esos ejemplos es la publicación de uno para la canción ‘No Problems’, aquella que grabó para meterse con Angel Haze. En lugar de concentrarse en su carrera y alegrarnos los días con un videoclip para el primer single de su disco de debut, Banks pierde el tiempo con estas cosas.

El puñado de clips que ha estrenado en estos meses pecan de calidad bastante dudosa, con una lista de directores bastante random, y este no es un excepción. Grabado en las calles de Miami, iPhone en mano a modo de micrófono, lo más destacable que contiene son las apariciones de Diplo y Steve Aoki. Y a todas estas, estamos en abril y aún sin disco.

La Anni B Sweet más psicodélica

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Anni B Sweet ha estrenado un vídeo para ‘Ridiculous Games 2060’, una de las canciones contenidas en su último EP. El vídeo cuenta con la dirección de Inés de León, que ya fue responsable del de ‘Getting Older’, y nos muestra imágenes caleidoscópicas de la cantante tocando varios instrumentos.

Hidrogenesse y Templeton, en Eno Festival

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Eno Festival, el festival que vinculaba el año pasado el vino y la música pop, con los conciertos de Christina Rosenvinge o Nacho Vegas, celebrará este año su segunda edición, en este caso en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Actuarán el 27 de abril Layabouts, Hidrogenesse, McEnroe, Luis Ramiro, Alondra Bentley y Templeton. Los conciertos serán de 13.00 a 1.00 y la entrada es 23 euros con copa de vino. Entradas, en Ticketea.

Os dejamos con el último vídeo de Hidrogenesse, un híbrido de las caras B de ‘El artista’, ‘Hôtel’ / ‘Dieu fumeur de havanes’, que contiene la frase «tú eres fumador de Ducados», con imágenes de Gainsbourg y un claro homenaje a él y a Doraemon.

Ha muerto Phil Ramone

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Este fin de semana, en concreto el 30 de marzo, ha fallecido el productor e ingeniero de sonido Phil Ramone, a los 79 años, tras haber sido ingresado en febrero por un aneurisma de aorta. Había colaborado, entre otros, con John Coltrane, Ray Charles, Elton John, Frank Sinatra, Gloria Estefan, Aretha Franklin y Stevie Wonder. A lo largo de su vida llegó a ganar 14 Grammys, siendo el primero como productor por ‘Still Crazy After All These Years’ de Paul Simon en 1975, dos años antes de encargarse del exitoso ‘The Stranger’ de Billy Joel. Aun en 1993 pudo llevar el ‘Duets’ de Frank Sinatra al número 2 de las listas estadounidenses. Recientemente se encargó de ‘Gershwin Across America’, en tributo a los hermanos, y colaboró en la gira Symphonica de George Michael.

Delafé y las Flores Azules / De ti sin mí – De mí sin ti

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Inevitable tirar del refranero al enfrentarse a lo nuevo de Delafé y las Flores Azules. ¿Dónde quedó aquello de que lo bueno, si breve, dos veces bueno? Aviso para navegantes a quienes se planteen algo parecido: o bien estás muy seguro de lo que estás haciendo, o más te vale seguir dejando los discos dobles donde estaban relegados en la década de los ’90.

Porque por mucho que el concepto de la banda de Óscar D’aniello sea muy chulo, la realidad es que no termina de cuajar del todo. Dos discos que comparten un mismo Leitmotiv (la muerte del padre de Óscar) y que no son más que un reflejo el uno del otro. Cada canción del primer disco se corresponde con una reinterpretación en el segundo, tomando parte de la letra en la mayor parte de los casos, pero cambiando diametralmente la melodía. Una idea francamente innovadora para el segundo disco de la banda sin Facto, pero que flaquea al convertirse en un interminable set de veintidós canciones en total y una hora y cuarto de duración y cuyo principal problema es que cuesta entender por completo el sentido del disco (la sensación de pérdida, de tener que volver a construir algo prácticamente desde cero, sin una parte fundamental).

Vaya por delante que es digno de celebrar el hecho de que el peculiar sistema ha permitido a la banda juguetear y trastear de lo lindo con todo tipo de géneros y sonidos a los que, probablemente, jamás se hubieran acercado de no haber contado con una oportunidad como esta. Con la producción de Paco Loco han conseguido crear canciones en las que tiran por la distorsión à la Klaus & Kinski (‘Cuando todo esto estalle’) e incluso adentrarse en el bitpop (‘Fiesta’) sin dejar de ser fieles a su estilo particular (‘No te dejaré nunca más’, ‘Cuando las cosas se tuerzan’). Si a esto añadimos dos colaboraciones impecables con Nacho Vegas (‘Qué sentido tendría) y Señor Chinarro (‘Portugal’) que han mantenido los respectivos toques de cada colaborador sin vampirizar el sonido de la banda; y dos joyas imprescindibles como ‘Mientras beso a mi chico en la arena’ (que bien podría estar en un disco de Nosoträsh) y la sencillísima a la par que emotiva ‘Cielo’, tendríamos un disco prácticamente perfecto, con la cantidad justa de cada ingrediente.

Y sin embargo, el conjunto se ve empañado por una lista interminable de canciones que al final terminan resultando algo repetitivas. Eso unido a auténticos dislates de la talla de ‘Copatropadiscokeshimonasteterfimasterdial’ hacen que al final quede un regusto amargo del que podría haber sido el disco definitivo de Delafé y las Flores Azules.

Calificación: 6/10

Lo mejor: ‘Cielo’, ‘Mientras beso a mi chico en la arena’, ‘Qué sentido tendría’, ‘Portugal’.
Te gustará si te gusta: el eclecticismo.

Escúchalo: Deezer

Escucha ‘God Made The World’ de Cold Cave

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Cold Cave siguen sacando singles como churros. Además del publicado recientemente, ‘Oceans With No End‘ preparan otro con las canciones ‘Black Boots’ y ‘Meaningful Life’ y además puede oírse un tercero titulado ‘God Made The World’. Este se publicará en un 7 pulgadas con la letra imprimida en la «cara B». Eisold ha explicado en un comunicado que de momento no tiene contrato discográfico y que su público debería estar preparado para estos lanzamientos espontáneos. Sí confirma que está preparando nuevo álbum, aunque se desconoce cuándo saldrá y quién lo publicará.

We Are Standard: «Joe Strummer podía haber sido lehendakari»

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Cinco años después de la publicación de ‘We Are Standard’ (2008), su último LP de estudio, la banda de Getxo lanza ‘Day’, un álbum influido por los sonidos de aquel Manchester de principios de los 90 y del espíritu hedonista y unificador de las raves. Y es que pasarlo bien forma parte del sentido del grupo: tal y como nos dirá Deu Txakartegi, cantante y showman, el objetivo de WAS -con este acrónimo se han rebautizado- es que la gente se evada y disfrute.

El buen rollo no es impostado. El día de perros que hace fuera, lo poco evocador del ambiente (un rincón de paredes blancas en las oficinas de Mushroom Pillow, con una mesa y dos sillas plegables blancas también), y el tener que esperar a que la anterior entrevista acabe -cosas de las jornadas promocionales- no facilitan las confidencias, pero desde un primer momento la conversación con Deu fluye más allá de las preguntas apuntadas en un folio y se extiende durante una hora sin que nadie (los otros miembros de la banda que vienen y van, la gente de la discográfica) muestre el menor signo de tener prisa.

En esa hora de conversación (a la que habría que añadir la post-entrevista con Deu contando lo poco que espera ya de Stone Roses y Primal Scream) dará tiempo a reivindicar los discos de pocas canciones, las buenas producciones, el rock radical vasco, cambiar los vinilos haciendo fade out y el día en que Crystal Fighters visitaron una casa okupa para aprender a tocar la txalaparta.

¿Sois profetas en vuestra tierra?
Sí. Hay mucha gente que piensa que triunfamos en el extranjero… No, eso no es verdad. Hemos salido, hemos hecho bolos fuera, algunas giras… Se han publicado los discos en varios países, pero eso no significa que hayamos triunfado fuera; de hecho, si triunfar es caché, como aquí no lo tenemos en ningún lado. Cuando empiezas en un país, empiezas de cero, y hace falta mogollón de tiempo, mogollón de inversión para meterse ahí.

Teniendo en cuenta que hace cinco años de vuestro último LP de estudio, habéis seguido vigentes. Parece mentira que haya pasado tanto tiempo.
El EP [‘Great State‘, de 2011] para nosotros no era un EP, sino un disco de cinco temas. Pretendíamos un cambio y pensábamos que lo mejor para presentar ese cambio era hacer un disco un poco más conciso, de aperitivo: “ve probando esto porque es hacia donde queremos ir”. Un disco bisagra. En España los EP e incluso los singles son despreciados, muchas críticas decían que “los cinco temas están bien, pero ya veremos el disco”. ¡Y no había disco por ningún lado!

Pero hay un tema del EP que aparece en ‘Day’, ’07:45 Bring me back home’.
Sí, porque creemos que había sido maltratado. Parece que si estaba en un EP era como si fuera una cara B. En vez de sacar un disco de diez, nueve temas, hicimos uno de cinco. ¿Por qué tienen que ser los discos todos de diez? Hay discos dobles que molan y hay discos de siete temas que molan, o singles… Hoy en día, con la manera en que escucha la gente la música, ¿quién cojones se pone un disco de arriba a abajo? Nadie. No tiene sentido hacer un álbum superlargo, a no ser que vayas a por el disco-concepto de los 70, que haya una historia y que sea casi como una ópera. Hoy la gente escucha canciones, o la mitad de ellas, y la gente paga por temas. Hay que meter los que estés superseguro de que van a ir. Lo demás es morralla, lleva a una información errónea y juega en contra tuya. Es como si te bajara la media.

‘Day’ suena muy compacto, con nueve temas.
Sí, a partir del segundo disco hicimos un juramento de no sacar nada que no esté medio bien; un tema del que dudemos no va a salir. Si no va a aportar nada es mejor que no salga, estás bajando tu media. Si tienes un tema de nueve y uno de seis, la media baja. A veces es mejor sacar pocas cosas pero buenas. A la gente no le interesa el resto, no quiere escucharlo, no quiere perder el tiempo.

A veces la gente dice que un disco es muy bueno pero solo porque las cuatro primeras canciones son las buenas y te preguntas, “¿habéis escuchado el resto?”.
Desde que se inventó el CD y puedes pasar cada tema, el rollo cambió. Pero ahora con los mp3 parece que tuvieran menos valor aún… Sabemos lo que cuesta un CD, no vamos a engañar a la gente. No es como un vinilo, que da mucho más valor y hay una relación más física, importa si lo limpias o no, cómo pones la aguja, el plato… La gente de vinilos sí que tiene ese respeto, yo mismo: cuando escucho vinilo soy superrespetuoso, soy incapaz de cortar un tema a la mitad. Si tengo que hacerlo, lo hago con cuidado, hago un fade out [risas].

No se valora igual la música con el mp3.
No se valora, la gente no sabe lo que cuesta. Nadie sabe todo el trabajo que hay detrás de un disco.

Además, ahora que puedes grabarte un disco en tu local de ensayo con cuatro cosas… Pero no suena igual que grabado en estudio.
Pero la mayoría de la gente no lo diferencia.

Yo creo que sí, aunque quizá no conscientemente. Hay discos en los que sabes que se escucha todo pero falta, digamos, la “magia”.
En España no hay mucha cultura de la producción. No había productores sino más bien ingenieros de sonido. Cuando fuimos a Londres a grabar con Andy [Gill, guitarrista de Gang of Four y productor de, entre otros, Red Hot Chili Peppers, The Jesus Lizard o The Futureheads] nos dimos cuenta de lo que es un productor fuera de España. Es igual de responsable o más del resultado final de un disco, y el ejemplo más claro es Primal Scream, que con cada productor que tiene sale un disco diferente, y se les acusa muchas veces de eso. Pero yo creo que es algo positivo.

En esta ocasión habéis trabajado con Eric Broucek, productor de LCD Soundsystem, entre otros, aunque el disco lo ha producido…
Lo ha producido Jon [Aguirrezabalaga, guitarra de la banda], que es un portento en muchas cosas y la producción es una de ellas. Es el mejor productor que podíamos tener, alguien de dentro que nos entiende a la perfección. La producción es la diferencia entre que un tema suene grande o no, y el único objetivo de bastantes temas es que sean grandes, que suene a canción que te eleva, te sugiere y sugestiona hacia arriba. Creemos en la capacidad curativa y de sugestión de la música, la capacidad de ayudar a la gente, e intentamos hacer música para que la gente sea mejor. Intentamos que, en este caso, se evada con el disco. Son unos años muy complicados, parece que no hay futuro, cada vez va a peor y la gente necesita cosas a las que agarrarse y den sentido a su vida más allá de las malas noticias, porque solo hay malas noticias últimamente.

¿Impone trabajar con alguien de DFA?
Él hizo la mezcla. Al principio impone, pero tampoco. Una de las cosas que aprendimos cuando fuimos a trabajar con Andy es que no somos ni mejores ni peores. Andy en muchas cosas tenía vacíos o huecos, había cosas en que éramos mejores que él. Para nosotros era ¡el guitarrista de Gang of Four!, también productor de sus discos y al principio sí que tuvimos ese rollo respetuoso. A veces está bien tener la visión de alguien de fuera, porque componemos los cuatro y llega un momento en que pierdes la perspectiva y no ves otras posibilidades. Cuando tú escuchas algo de alguien tienes una rápida impresión de lo que es para ti, cómo podías mejorarlo… Creemos que es algo positivo, por eso el proceso no ha sido solo nosotros todo el tiempo, es bueno que alguien de fuera vea lo que nos puede ayudar y unificar. Eric mezcló los temas e hizo alguna pequeña posproducción, si buscaba algo grave para la mezcla y el sinte que le habíamos pasado no era lo suficientemente grave… Queríamos que unificara los temas.

Hablando de unificar los temas, ‘The Way of Gold’ y ‘White Room’, dentro de que suenan coherentes, parecen diferentes al resto, más del rollo que teníais antes. ¿Eran canciones que teníais guardadas o habéis compuesto todos los temas en el mismo momento?
El único tema que no teníamos en maqueta cuando entramos a grabar era ‘Can I Count On You’, el single, el único que ha entrado a última hora. No prefijamos un objetivo antes de hacer los temas, vamos llevando ideas, maquetas, con mayor o menor nivel de acabado. Luego hacemos una criba. ‘White Room’ es uno de los temas más distintos que hemos hecho nunca en realidad, tiene un tempo como de bajón, casi oscuro, amenazante. ‘The Way of Gold’ es casi una improvisación en el estudio, Jon tenía hecho el ritmo [se pone a imitar la batería], metimos un bajo y salió el riff. Luego surgió una guitarra y Willy metió el piano de rollo house, el tema es muy de garaje y el piano le da un punto casi house ochentero… Queríamos un equilibrio entre temas que pudieran ser bailables o tuvieran un componente más electrónico con temas para escuchar un martes por la tarde en el sofá de tu casa.

‘Days’ tiene mucho potencial para los remixes. ¿Os lo habéis planteado?
Siempre lo hemos hecho en todos los discos, aprendemos un montón de las remezclas. Hay una remezcla que la tocamos en directo en lugar del tema original. Estamos en ello.

O sea que es posible que salga un disco de remezclas.
Sí.

Los grupos que han salido de vuestra área de influencia, como vosotros, Delorean, Crystal Fighters…
Que Crystal Fighters son navarros es la gran mentira, la historia es que el abuelo de uno o de una era vasco, era músico y encontraron unas partituras suyas, el tío hizo una ópera. Eso es lo que tienen que ver con el País Vasco. Sé que han venido: un día me llamó un colega y me dice “hay un grupo aquí en el gaztetxe de Sopelana”. Un gaztetxe es una casa okupa, el rollo autogesionado, de donde salió el rock radical vasco. Y me llama un colega del ambiente y me dice “son ingleses y han venido a aprender txalaparta. Igual conoces: Crystal Fighters” y yo: «hostia, claro que los conozco». Me dice “están en casa de un colega en Berango, un pueblo, y han venido a aprender txalaparta”. En algún sitio vieron lo de la txalaparta, les moló el rollo y en el primer disco salen ellos tocando txalaparta. Es un instrumento que son como tablones y tienes unos mazos que los vas dejando caer para tocar las notas. Se toca entre dos personas. Pues estos, en lugar de dejar caer los palos, los tocaban como si fueran baquetas [risas]. Les parece exótico, a todos nos los parece. Colaboraron con un grupo de txalaparta que se llama Oreka TX, son como lo más innovador en Euskadi. Nosotros somos bastante fans de ese grupo y nos los hemos encontrado alguna vez, nos hemos dicho de quedar y hacer algo, y estuvieron a punto de hacer algo con nosotros.

¿Seguís con la intención de hacer algo en el futuro?
Sí, porque txalaparta y electrónica están cerca, además es algo espectacular ver a dos tíos tocando dos maderas.

Hay varias escenas, el rock radical, el pop de San Sebastián, y luego aparecéis vosotros y Delorean que hacéis música bailable, cantáis en inglés y sois los que más habéis trascendido las fronteras. Por eso os preguntaba antes si os sentís profetas en vuestra tierra.
Nosotros hacemos una broma con la etiqueta de Motown, “the sound of young America”, y decimos “the sound of young Euskadi”. A ver, a mí me flipa el rock radical vasco. Es la música con la que crecí, con once años, Kortatu, La Polla Records, Cicatriz, Eskorbuto… ¡Era la hostia! Supercercano. Además, en esa edad, que te gusta la música más fuerte, escuchas heavy, Metallica, Nirvana… Y luego con la edad te vas suavizando y buscando otras cosas. Nosotros también.

¿Cuándo cambiaste hacia otro tipo de música?
El ‘London Calling’ de The Clash, me hizo como “click”, aquí está esta banda adorada por el rock radical vasco, Kortatu hacía una versión de The Clash, Joe Strummer podía haber sido lehendakari de haber querido. Empecé a escuchar el primer disco [canta “London’s burning”], o ‘White Riot’, es puro rock radical vasco, lo escucho y suena a Euskadi. De repente llegué a ‘London Calling’ y… ¿Qué es? Es reggae, también tiene un rollo como rock’n’roll, cincuentero… A partir de ahí se me abrieron un montón de cosas. Con el “Getxo Sound” también, desde luego. Y con el noise, Pavement, Sonic Youth, The Pixies… Tenía ese componente rock y punk pero era más sugerente. Eso fue en el 92 o así. Yo empecé la universidad en el 94, en Pamplona, llegamos y había bandas guapas, la gente de El Columpio Asesino ya estaba empezando, Marcos el guitarra iba con Willy [batería de WAS] a la universidad… Yo siempre he tocado con Willy, en los tres grupos que he tenido. En el primero hacíamos versiones de la Velvet, Spacemen 3, Yo La Tengo, Nada Surf, había algún temilla nuestro… Tenía un colega que era de Bilbao y me empezó a pasar discos de Laurent Garnier y todo eso. Escuchaba algo de house, además habían empezado los Chemical Brothers, que mezclaba electrónica con rock, y sobre todo Death in Vegas, un grupo que nos marcó mogollón. Con el siguiente grupo que tuvimos, en Pamplona, que solo duró un año y dimos un concierto, hicimos tres temas que mezclaban samplers, máquinas, sintes, bases electrónicas con batería, bajo y guitarra. Esos han sido los tres cambios.

El rollo house tiene que ver con lo que estáis haciendo ahora.
Sí, últimamente. Los otros discos eran un poco más electro, más rollo DFA y !!!. Para el EP nos habíamos cansado un poco del bombo a 230 bpm, no nos daba oportunidad para que los temas tuvieran una mayor calidad… musical, no nos permitía seguir adelante, con esos tempos tan exigentes a nivel de ritmo, nuestra única obsesión era el ritmo, las dos baterías. Era un callejón sin salida, no podíamos hacer tantas variaciones en el ritmo como variaciones en la música. Volvimos a los orígenes, de Stone Roses, ‘Screamadelica’, el rollo Manchester, más house.

We Are Standard actúan el 12 de abril en Noboo (Tudela), el 13 de abril en Razzmatazz (Barcelona), el 19 de abril en Jimmy Jazz (Vitoria), el 20 de abril en Sonora (Bilbao), el 26 de abril en Penélope (Madrid) y el 27 de abril en Bataplan (Donosti). Su gira continuará en los meses posteriores. Más información en su web.

Haim versionan a los Strokes

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¿Están los Strokes de capa caída? Haim, uno de los grupos de moda, al menos, no lo consideran así. El grupo ha querido realizar una versión del grupo y no precisamente de una de sus canciones más conocidas, sino de ‘I’ll Try Anything Once’, a su vez una versión primigenia de lo que terminaría siendo ‘You Only Love Once’, y que fue publicada como cara B en marzo de 2006.

Esta es la original.

Cuatro temas nuevos de La Roux en directo

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La Roux advirtió hace prácticamente años de su cambio de sonido programado para el segundo álbum. Ha llegado el momento de comprobar si el cambio era tan acusado. En los primeros conciertos de la temporada, el dúo ha estrenado cuatro temas en vivo: ‘Tropical Chancer’, ‘Uptight Downtown’, ‘Sexoteque’ y ‘Kiss And Not Tell’. Las canciones han ido apareciendo en Youtube. Mientras la segunda no dista tanto de su electropop ochentero, ‘Tropical Chancer’ podría tener un sonido más funky y ligeramente tropical, como su propio nombre indica. Finalmente os dejamos con un vídeo que incluye seguidas la juguetona ‘Kiss and Not Tell’ y la aparentemente pegadiza ‘Sexoteque’.

Jorge Ilegal, Chinarro y Triángulo, en Gijón Sound Festival

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Los próximos días 17 y 18 de mayo se celebrará en el Centro de Arte y Creación Musical de Gijón (Laboral) el Gijón Sound Festival. El día 17 actuará gente como Bubble Gum, Doctor Explosion, Igor Paskual, Los Guajes y The Cynics, entre otros; mientras que el sábado 18 será el turno de Jorge Ilegal y amigos, Triángulo de amor bizarro, Jaime Urrutia, Los Rebeldes, Sr Chinarro, Josele Santiago, Johnny Burning, Jorge Explosión, Julián Hernández (Siniestro Total), Alto Volto y grupos sorpresa. La entrada anticipada es de 15 euros, 25 por el abono de dos días. Detalles, aquí.

Morrissey saca DVD en directo y vuelve a girar

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No todo son malas noticias para los seguidores de Morrissey. Aunque el cantante haya cancelado su gira primaveral y aunque siga sin contrato discográfico para publicar sus canciones, sí tiene prevista la edición de un DVD en directo con un concierto que ofreció en Los Ángeles el día 2 de marzo (no el de la polémica vegetariana sino el de Hollywood High School un día después). Os dejamos con el setlist y con la noticia vía True To You de que el artista volverá a actuar en junio y julio en México, Brasil, Argentina, Perú y Chile. Todo ello a pesar de la recomendación de su médico.

Setlist del concierto para el DVD:

“Alma Matters”

“Ouija Board, Ouija Board”
“Irish Blood, English Heart”
“You Have Killed Me”
“November Spawned a Monster”
“Maladjusted”
“You’re The One for Me, Fatty”

“Still Ill”

“People Are the Same Everywhere”
“Speedway”

“That Joke Isn’t Funny Anymore”
“To Give (The Reason I Live)”

“Meat Is Murder”

“Please, Please, Please Let Me Get What I Want”
“Action Is My Middle Name”

“Everyday Is Like Sunday”
“I’m Throwing My Arms Around Paris”
“Let Me Kiss You”
“The Boy With the Thorn in His Side”

Depeche Mode no puede con Justin Timberlake

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Depeche Mode protagonizan la entrada más fuerte en la lista de álbumes de Reino Unido al aparecer en el top 2 con ‘Delta Machine‘. El grupo de Dave Gahan y Martin Gore no ha podido superar la ‘The 20/20 Experience‘ de Justin Timberlake, que se mantiene en el número 1 por segunda semana consecutiva. ‘Delta Machine’ ha vendido 28.000 copias en una semana en este país, prácticamente igualando las 30.000 de ‘Sounds of the Universe’, que también fue top 2 en 2009, por detrás en aquel momento de Lady Gaga. Depeche no son número 1 en Reino Unido desde ‘Ultra’ (1997).

Los grandes perdedores de la semana son los Strokes, que con ‘Comedown Machine‘ sólo logran llegar al top 10 después de haber sido top 3 con sus cuatro discos anteriores.

‘The We and the I’, los adolescentes pasajeros

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Suele ocurrir que cuando alguien en la edad adulta pretende realizar un retrato fiel de la adolescencia acaba quedando mal. Y no solo por detalles tan superficiales como la utilización de una jerga que ya no se utiliza, sino también por no saber hablar de lo que nos preocupaba por aquel entonces. Es como si al acabar el pavo nos entrara amnesia y sólo supiéramos juzgar aquellos años desde nuestra perspectiva actual, nunca poniéndonos en la piel de un adolescente real.

Por supuesto las excepciones existen, y una de ellas llega inexplicablemente de las manos de Michel Gondry, que después de dejarnos con el morro torcido con su adaptación al cine de ‘The Green Hornet (El avispón verde)’ parece buscar la redención de su público habitual con ‘The We and the I’, una de las encargadas de inaugurar el Atlántida Film Fest. Un largometraje rodado casi íntegramente en el interior de un autobús urbano colonizado por adolescentes del Bronx que, excitados por haber terminado el instituto, aprovechan ese trayecto para demostrar al resto, y a nosotros, cuál es su lugar en el mundo.

Espacio ínfimo que el director utiliza a modo de olla a presión para cocinar un universo demasiado real en el que estos adolescentes, y siempre bajo la reprobatoria mirada de los viajeros adultos que ocasionalmente suben y bajan al bus, matan el tiempo insultándose, pavoneando, abusando, llorando, fumando, desafiando, dibujando, derrumbándose y soñando. Y todo sin miedo a que la cámara, y nosotros con ella, juzguemos su comportamiento. No es que no les importe que estemos allí, es que simplemente no existimos, no somos nada. El “ellos” no entra en su ecuación vital, solo el “nosotros” con el que se refieren a su pandilla y los distintos “yo” que componen su yo real. Nada más.

He aquí precisamente lo que hace especial a la película, que lo que en la superficie puede parecer un filme denuncia del «bullying» es en realidad un estudio casi científico sobre cómo utilizamos nuestro yo íntimo, nuestro yo social, nuestro yo laboral y nuestro yo familiar para, por separado, construir una personalidad que, al igual que los protagonistas de la película, resulta ser menos unidimensional de lo que nos gustaría proyectar.

En conseguir esta ración de veracidad ha contribuido mucho la decisión de Gondry y su equipo de contar desde el principio, mucho antes de empezar a escribir el guión, con la colaboración de un centro comunitario del Bronx en el que primero a través de talleres, y luego interpretándose a sí mismos en el filme, un grupo de adolescentes del barrio volcaron todas sus experiencias y anhelos para construir un relato que sin abandonar el autobús sirviera de metáfora de algo mucho más grande.

El problema es que en la búsqueda de esta realidad casi mágica, el sello personal de Gondry casi desaparece. Sí, la cámara se mueve dentro del autobús sin que nada rechine, y las suecadas típicas del universo del galo aparecen de vez en cuando (el falso Donald Trump, las llamas de papel, el autobús maqueta, los flashbacks grabados con la cámara del móvil). Pero a este director le sienta mejor lo imaginario. Y es que mucho me temo que cuando alguien hable en el futuro de la película esa del autobús seguiremos pensando que se refiere no a este ‘The We and the I’, sino al ‘Speed’ de Keanu Reeves y Sandra Bullock que, oye, dentro de lo suyo, tampoco estaba tan mal. 6,5.

Madonna +1, Marilyn Manson +7

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En las últimas horas, ha aparecido en internet una lista de invitados para el concierto de presentación del ‘OK Computer’, de Radiohead, en Nueva York. El show está fechado el 9 de junio de 1997, mientras que el disco salía a la venta justo una semana después.

Como si en aquel momento ya se supiera que el disco iba a convertirse en un clásico, en la lista de invitados aparecían en orden alfabético Madonna +1, Courtney Love +1, Beastie Boys, Blur, Oasis, R.E.M., U2, Brad Pitt +1 y Marilyn Manson +7, entre otros muchos artistas y profesionales de la industria (están los managers de U2 y Madonna).

Un redactor de Stereogum confirma que vio a varios de estos famosos en el concierto. El setlist de esta noche histórica por varias razones fue el siguiente.

Lucky
My Iron Lung
Airbag
(Nice Dream)
Exit Music (for a Film)
Karma Police
Talk Show Host
Fake Plastic Trees
Paranoid Android
Bones
Climbing Up the Walls
No Surprises
The Bends
Creep
Just
Planet Telex
Street Spirit (Fade Out)

Bis:
The Tourist

Segundo bis:
Black Star

Quim Gutiérrez: «Paradójicamente, este rodaje ha sido muy cómodo»

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Aunque en Cataluña su cara era familiar gracias a la televisión, fue Daniel Sánchez Arévalo el encargado de presentar en sociedad a Quim Gutiérrez allá por 2006 dándole el papel principal de su ópera prima, ‘AzulOscuroCasiNegro’, que le valió el Goya al Mejor actor revelación. Poco queda hoy de aquel chaval vulnerable. Su mejoría profesional es evidente no sólo cuando le ves protagonizando una superproducción como ‘Los últimos días’, sino también cuando te habla de su participación en esta película. Y es que el trabajo de los actores de cine no termina cuando el director grita “corten”. De hecho, es en las entrevistas promocionales cuando de verdad se la juegan, ya que enfrentarse a decenas de periodistas que preguntan lo mismo una y otra vez sin perder nunca el discurso exige una preparación casi olímpica. Lo normal en estos casos es aprenderse unas contestaciones tipo que hilar con cualquier posible respuesta: las estrellas de Hollywood son en su mayoría expertas en esta técnica. Los más valientes prefieren lanzarse al ruedo sin red y contestan lo primero que se les venga a la cabeza, o al menos eso te hacen creer, y ahí demuestran su grandeza. Quim todavía camina entre ambas aguas. Es verdad que durante la conversación repite frases sacadas de un argumentario con el claro objetivo de fijar una idea, pero todavía deja salir de vez en cuando a su verdadero yo, como resistiéndose a comulgar con el lado oscuro de la Fuerza.

Ahora es ‘Los últimos días’, pero antes filmes como ‘Fin’ o ‘Rec’ ya demostraron que a Barcelona le sienta muy bien el Apocalipsis…
Sí, parece que el mundo se tiene que acabar allí…

¿Por qué crees que el cine español tiene esa obsesión por utilizar esa ciudad como escenario de películas catastrofistas?
No lo sé, supongo que el único motivo por el que está pasando esto es porque en Barcelona resulta mucho más fácil rodar que en Madrid, no tiene nada que ver con el aspecto de la ciudad ni nada por el estilo, ya que ambas ciudades fotografían genial. En cualquier caso, yo que soy de Barcelona confirmo que la película ofrece una imagen de la ciudad que nunca se ha visto. El espectador lo va a flipar. Supongo también que para Álex y David Pastor ubicar la acción en un terreno conocido les ayudaba a controlar mejor un rodaje tan complicado como este. En cualquier caso, Barcelona no es un simple escenario, sino un personaje más que juega un papel fundamental en la película.

¿Cómo llegó este protagonista a tus manos? ¿Hiciste un cásting o está en ese momento en el que te llaman directamente para ofrecerte el papel?
No, no, hice un cásting y además fue un proceso muy emocionante. Primero me mandaron una separata e hice una primera prueba que fue bien, o al menos eso me dijeron. Pero no tenía yo todas conmigo de que el papel fuera a ser mío. Pero poco después, cuando estaba en Nueva York presentando en un festival la película ‘Primos’, me llamaron para decirme que querían que hiciese otra prueba con José Coronado, pero que como José estaba rodando, tenía que ser ya. Total que sin pensármelo me pillé un billete nuevo y un día antes de lo previsto, dejando a mi pareja de ese momento en Nueva York, me vine a España a hacer la prueba. Me estudié el papel en el avión y llegué muerto de sueño, pero el esfuerzo mereció la pena, ya que esa misma tarde me dijeron que el papel era mío.

Han dicho los hermanos Pastor que te eligieron porque eres perfecto para interpretar a un héroe creíble al que no hace falta ponerle gafas para convertirle en alguien vulnerable. ¿Estás de acuerdo con esa definición sobre ti?
No lo sé, siempre es difícil hablar de uno mismo, supongo que cada cual tenemos nuestra propia teoría sobre por qué pasan las cosas. A mí me gusta pensar que trabajo porque soy un actor empecinado en intentar dar verdad a lo que me ofrezcan, ya sea comedia o un thriller de acción. En este caso, de hecho, es muy tentador crecerte y creerte un Bruce Willis de la vida, pero la película va de personajes corrientes, de gente que no es héroe y que se encuentra en una situación excepcional. Nuestro reto era transmitir esa sensación al espectador, hacerle creer que esto nos puede pasar a cualquiera y que son tíos que no están habituados a la acción los que tienen que sobrevivir a situaciones extremas. Mi reto particular, dentro de unas convenciones de género, era intentar ofrecer la máxima veracidad posible al personaje y no mecanizar las emociones. Mi obligación era ejercitar mi imaginación para ver los peligros que tiene que afrontar el personaje en marcas y cruces puestas en la pared. Y es que a veces me giraba, miraba a cámara y sentía que estaba en el rodaje de una película de Spielberg.

¿Tuviste que pasar mucho tiempo delante de una pantalla verde?
No creas, hay algunos cromas, pero gracias al trabajo del equipo de arte hemos rodado mucho en exteriores y escenarios naturales. Esto es duro para el equipo, que tiene que mover mucho material de un sitio a otro, pero buenísimo para los actores porque, como te decía antes, al estar en sitios reales es mucho más fácil proyectar lo que de otra manera tendrías que imaginar.

La película cuenta cómo de la noche a la mañana los seres humanos desarrollan un miedo inexplicable a salir al exterior. El «pánico» lo llamáis. ¿El rodaje fue igual de claustrofóbico?
Pues paradójicamente ha sido todo lo contrario, muy cómodo, y es raro decir eso porque han sido muchas horas todos los días. El caso es que yo lo disfruté muchísimo. Estuvimos un mes y medio de ensayos para preparar el papel y luego otros tres meses y medio rodando, que son tiempos excepcionales viendo como está ahora mismo la industria. Si a eso le sumas que trabajábamos en espacios espectaculares como la estación de metro, que era una nueva que estaba en obras y nos la dejaron para nosotros… Ya te digo, un gustazo. Pero bueno, es que a pesar de mostrar muchos espacios cerrados la película ofrece también luz. Ahí está ese faro que es Marta Etura al que se dirige mi personaje, todas las peripecias que paso van dirigidas a ese objetivo, a encontrar esa luz que ella ofrece.

Pues ya que me hablas de compañeros de trabajo… ¿quién impone más, el oso o José Coronado?
Del oso prefiero casi no hablar para no estropear la sorpresa al espectador, pero de José te puedo decir que ha hecho un trabajo muy bien medido, y eso que cuando tienes entre manos a un tío malo, o que aparentemente lo es, es fácil caer en la sobreactuación. Pero él ha sabido defenderlo desde el principio para que el arco del personaje sea mucho más completo, para que veas su evolución y compruebes que aunque está lleno de corazas, alberga bondad dentro de sí. En realidad todas las miserias que pasan estos personajes los acaban transformando en gente más cercada y honesta, en mejores personas, o al menos es lo que me gusta pensar.

La película lanza un mensaje bastante negativo sobre la tecnología. ¿Compartes esa visión tan menonita de la vida? ¿Nos ves tan al límite?
Estamos en un mundo muy petado de tecnología y vivimos enajenados por redes sociales que sí, nos permiten estar conectados, pero nos hacen perder las relaciones humanas. Claro que creo que la tecnología tiene cosas muy positivas, sería absurdo decir lo contrario, pero uno tiene que encontrar la forma en la que compense convivir con ella.

Bueno, es que para empezar sin tecnología no se podría haber hecho esta película.
Por ejemplo, o por ponerte otro caso, yo antes era contrario al iPad hasta que me lo compré, descubrí que realmente servía para algo y ahora no puedo dejar de usarlo. Pero una cosa es esto y otra muy distinta engancharnos. Creo que la película ayuda un poco a entender esto que te digo porque habla precisamente de eso, de que cuando en el mundo lo que prima es la supervivencia aprendes a valorar lo realmente importante, necesitas recuperar el calor de los tuyos y protegerles por encima de todo. El cataclismo o la aparición del pánico lo que consigue es que nuestros personajes cambien sus prioridades, les hace ver qué es realmente importante en la vida y comprender que aunque se acaba su forma de ver el mundo tienen la posibilidad de aprender otra que además es mejor.

Vamos, que aunque la película se venda como una superproducción para ti lo importante es el mensaje que deja detrás.
Exacto, porque sí, la película es de aventuras puras y duras con escenas de acción que están contadas de tal manera que crees que estás viendo ‘El mito de Bourne’, pero luego también tenemos cosas que nos acercan a ‘Lo imposible’ en tanto en que todo está al servicio de contar una historia emotiva cuyo motor es el amor, la supervivencia y la creación de un vínculo de amistad entre dos personajes que de otra manera no lo serían nunca.

Si se diera una situación así en la vida real, en la que te tienes que quedar encerrado dentro del sitio en el que te entra el ‘pánico’, ¿dónde te gustaría que te pillara?
Sin duda en mi casa y cerca de la gente que amo. En mi lugar de trabajo no porque además en mi caso eso puede ser cualquier sitio, lo que toque en cada rodaje. Aunque en el fondo daría igual, porque como demuestra esta historia, aunque la Tierra se acabe tal como la conocemos, aunque sea todo muy complicado siempre habrá un espacio no físico sino emocional que es sólo nuestro y que nos hará decidir cómo preferimos reaccionar a las situaciones de crisis, rindiéndonos o luchando por conseguir un mundo mejor. Esta lección estamos aprendiendo ya por desgracia.

¿Qué echarías de menos en un fin del mundo así?
En un fin del mundo como el que plantea la película lo que más extrañaría es no poder ir de vacaciones a la playa con mi familia. En ellos es en lo primero que piensas cuando todo se va a la mierda, ¿no?

The Flaming Lips / The Terror

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Algún día la gente redescubrirá a The Flaming Lips y los pondrá en el lugar que merecen. Porque a pesar de las bufonadas de Wayne Coyne, a pesar de las explicaciones obtusas que suele dar siempre de todo lo que hace, a pesar de la irregularidad de sus álbumes, a pesar de que no han renovado el formato de los conciertos desde ‘Yoshimi Battles the Pink Robots’, que tiene once años ya, con los globos, los extraterrestres, la burbuja de la que sale Coyne, etc., es una banda que merece ser tomada en serio. Sobre todo con este ‘The Terror’: como el propio nombre indica, aquí, risas, pocas.

The Flaming Lips han dado la vuelta a su mundo caleidoscópico lleno de luz y color y ofrecen un álbum oscuro, casi apocalíptico, donde las baterías suenan como máquinas inmisericordes, las guitarras trazan el aire como cuchillos oxidados, los teclados parecen amenazadores taladros y la voz de Coyne surge perdida en un mundo industrial e inhóspito.

En ‘Embryonic‘ (2009) tornaban a un sonido más ambiguo y de claroscuros, algo que tampoco era nuevo en ellos: por ejemplo, en su obra magna, ‘The Soft Bulletin’ (1999) también abundaban los pasajes misteriosos. La diferencia en ‘The Terror’ la marca la inexistencia de un contrapunto luminoso. El mismo grupo lo ha definido como un disco sombrío e inquietante, y su espíritu parece más cercano a las atmósferas asfixiantes de Burial que a los paraísos psicodélicos de The Polyphonic Spree o Mercury Rev, grupos con los que siempre se asocia a la banda de Wayne Coyne. La portada, en unos intensos azul y naranja, parece la instantánea de una playa a punto de ser arrasada por una explosión atómica.

Sin embargo, el disco mantiene ese espíritu de historia de ciencia ficción que tienen los álbumes de los Flaming Lips desde ‘Zaireeka’ (1997). A esto ayuda la producción del siempre fiel Dave Fridmann. Solo que esta vez la premisa es un mundo sin amor, sin esperanza.

La sensación de narración está garantizada con unos temas que están entrelazados, de forma que se necesitan mutuamente: la contundencia de ‘Look… The Sun Is Rising’ desemboca en el frío aire contemplativo de ‘Be Free, A Way’ -un tema que encajaría perfectamente en ‘The Soft Bulletin’-, que cambia mágicamente hacia el aire espacial de ‘Try To Explain’, lo más optimista del disco. Cabe destacar los trece minutos de ‘You Lust’, un loop obsesivo que se repite, un mantra en la voz y un extraño y ambiguo final, que rápidamente se transforma en las tímidamente dubstep ‘The Terror’ y ‘You Are Alone’.

Ya en la parte final del álbum hace acto de presencia ‘Butterfly (How Long It Takes To Die)’, canción larga (siete minutos de duración) en un disco de canciones largas, que comienza como una mezcla de These New Puritans y Health y termina en unos pantanosos terrenos electrónicos, que enseguida se transmutan en ‘Turning Violent’ y acaban con el nudo en la garganta de ‘Always There… In Our Hearts’, bajo una amenazadora luz del sol.

No hay nada parecido a un single en ‘The Terror’, aunque sí en la descarga digital: como bonus track aparece ‘Sun Blows Up Today’, canción que lanzaron para un anuncio de Hyundai en la Super Bowl y que suena como un tema de los primeros Flaming Lips pasado por el filtro de ‘Yoshimi Battles the Pink Robots’. Además, la edición en doble vinilo plateado incluye un remix de Dan Deacon de todo el disco en poco más de catorce minutos titulado ‘We Don’t Control the Controls’, como también se llama el documental sobre el proceso de grabación de este disco.

En resumen, ‘The Terror’ es el álbum más oscuro, pero también el más coherente en los últimos años de la banda más coherente en su locura y exceso aparentes.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Be Free, A Way’, ‘You Lust’, ‘Look… The Sun Is Rising’
Te gustará si te gusta: Radiohead, These New Puritans, Mercury Rev, Pink Floyd
Escúchalo: Deezer

‘Mi loco Erasmus’: Falso falso documental

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En el artículo que dedicamos a la película ‘Diamond Flash’ y al cine español low cost ya citamos otro de los títulos clave de este fenómeno: ‘Mi loco Erasmus’. El filme de la formación Los Pioneros del Siglo XXI, con Carlo Padial a la cabeza, es una de las propuestas más singulares que compiten en la sección oficial del Atlántida Film Fest.

‘Mi loco Erasmus’ es como el hijo mutante, socarrón y chalado del ‘Arrebato’ (1980) de Zulueta, un ejemplo de cómo utilizar las herramientas estilísticas del mockumentary y el sentido del (post)humor más esquinado como forma de representar la crónica de un fracaso: la imposibilidad de realizar un documental sobre los estudiantes con becas Erasmus que eligen Barcelona como destino.

Falsa adaptación de su propia novela ‘Erasmus, Orgasmus y otros problemas’ (ed. Libros del silencio), ‘Mi loco Erasmus’ es un falso documental sobre la realización de un documental que es a la vez el retrato polidimensional de un artista en plena diarrea creativa (Dídac Alcaraz), y una incisiva sátira de la ciudad de Barcelona como urbe hipster y autocomplaciente.

Perfiles de Facebook, vídeos de Youtube, paseos por Street View, animaciones chuscas, entrevistas caseras, doblajes chanantes… Todo es susceptible de convertirse en elemento narrativo, en parte significativa del caos y el frenesí creativo en el que habita el protagonista.

Una película irregular y algo alargada, que tiene en su interior a su propio espectador. El cómico Miguel Noguera, que asiste con tanta incredulidad como curiosidad a la presentación del proyecto que él mismo ha ayudado a financiar, representa algo así como el primer espectador de ‘Mi loco Erasmus’; alguien que, como nosotros, pone cara de extrañeza, a la vez que sonríe y abre mucho los ojos, fascinado por lo que está viendo. 7.

Sophie Ellis-Bextor cambia de dirección

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Tenemos una buena noticia y una mala de Sophie Ellis-Bextor. La buena es que la cantante ha anunciado que ya tiene casi terminado su nuevo disco, para el que ha trabajado con Ed Harcourt. La mala noticia es que en el comunicado también anuncia que para este nuevo álbum abandona el dance y el pop. “Todavía me gusta la música dance y el pop y seguiré haciéndolo más adelante, pero a veces te tienes que retar a ti misma un poco intentando algo nuevo”, afirma Ellis-Bextor. Seguramente, intuyendo la cara que se le habrá quedado a sus seguidores, Sophie regala una demo de un tema nuevo titulado ‘Young Bloods’, para que podáis presuponer por donde irán los tiros en este nuevo trabajo de la cantante.

Missy Elliott, en lo nuevo de Little Mix

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El cuarteto británico Little Mix hace su primer intento de meterse en el mercado norteamericano. La mejor manera que han encontrado es invitar a Missy Elliott a grabar unos versos para incluirlos en el cuarto sencillo extraído del disco de debut de este proyecto salido del Factor X. ‘How Ya Doin’?’ incluye samples de ‘Ring Ring Ring (Ha Ha Hey)’ de De La Soul, aire a las EnVogue y la citada participación de Missy Elliott, de la que seguimos sin saber nada, aparte de sus colaboraciones en temas ajenos.

Nuevo vídeo y streaming del disco de Tyler, The Creator

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Con la salida de su nuevo disco a la vuelta de la esquina, Tyler, The Creator aprovecha para ponerse juguetón en el videoclip de ‘IFHY’, otro de los temas incluidos en ‘Wolf’. Dirigido, una vez más, por el propio Tyler, el rapero se mete en una casa de muñecas con un maquillaje que parece sacado de Muchachada Nui. El tema incluye la colaboración de su admirado Pharrell Williams, aunque no hay rastro del productor en el clip. Además, Tyler regala dos por el precio de uno e incluye un minuto final con el tema ‘Jamba’, en el que podemos ver al rapero acompañado de Hodgy Beats metidos en un coche. El disco completo ya está disponible en Soundcloud.

Escucha ‘Under The Earth’ de Yeah Yeah Yeahs

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Nos encanta ‘Sacrilege’, el último single de Yeah Yeah Yeahs, pero ahora es momento de poder escuchar más canciones que contendrá ‘Mosquito’, su nuevo álbum. Estos días, la prestigiosa publicación New York Times le dedica un extenso artículo al grupo de Karen O y aprovecha para estrenar ‘Under The Earth’, una canción que el grupo ya había interpretado en directo. Guitarras, distorsión, sintetizadores, dub, funk y mucho más se mezclan de manera genial en esta nueva aproximación a uno de los discos más esperados de la temporada. Se puede escuchar en exclusiva en la web de New York Times.

La belleza de Laura Mvula

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Laura Mvula sigue promocionando las canciones incluidas en su excelente álbum de debut ‘Sing To The Moon’. ‘That’s Alright’ es el siguiente tema del disco que se convierte en videoclip. Tomando como referencia la frase que abre la canción (“I will never be what you want and that’s alright; coz my skin ain’t light, and my body ain’t tight, and that’s alright”), Laura aparece luciendo su singular belleza en todo su esplendor, acentuando el color de su piel y su corte de pelo en unas imágenes elegantemente fotografiadas. Un videoclip imprescindible para una canción más que recomendable.

Dragonette: «Escribimos a la vez que producimos las canciones»

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Dragonette llegan hoy a Barcelona para presentar su último disco, ‘Bodyparts‘. El grupo actuará dentro de la programación de Razzmatazz Clubs, como The Twelves y Surkin, entre otros (detalles, aquí). Martina nos contesta unas preguntas vía mail más en el último segundo que en el último minuto, prescindiendo eso sí, de algunas de ellas, como qué le parece el trabajo de Martin Solveig con Madonna (mucha gente ha comparado ‘Turn Up The Radio’ con ‘Hello’), si esperaba más éxito de este nuevo álbum después de ‘Hello’ o por qué ‘Right Woman’ no ha sido single. Pensemos que se debe a la falta de tiempo.

¿Es ‘Bodyparts’ el disco del que te sientes más orgullosa o el siguiente será mejor?
Es difícil de decir. El alumbramiento y el nacimiento son analogías sobreutilizadas, pero creo que es verdad que siempre estás más orgullosa de lo que se está consumiendo en el presente. Ahora mismo, de lo que más orgullosa estoy es de este trabajo.

‘Ghost’ es una de mis canciones favoritas del disco. Como es una semi balada, me pregunto si a menudo la tocáis en vivo.
Acabamos de empezar a tocarla en los ensayos y estoy muy emocionada de tocarla por primera vez en estos próximos conciertos, cuando llegue el momento.

¿Qué canción es la más exitosa de vuestro setlist? ¿’I Get Around’ o ‘Hello’?
¡¡’Hello’!! Por mucho…

En los vídeos del último disco hay algo divertido y a la vez extraño, como el final de ‘Live In This City’. ¿Qué es importante para vosotros al hacer un vídeo?
Para mí hacer vídeos ha tenido que ser siempre algo desenfadado. En la mayoría de los casos hemos trabajado con buenos amigos y nos lo hemos pasado bien.

¿Nunca fue Martin Solveig una opción para vosotros para producir este disco, después de la química de ‘Hello’, o era importante para vosotros hacerlo vosotros mismos?
Cuando estamos grabando nuestras canciones por nosotros mismos, tendemos a hacerlas nosotros mismos. Hay veces en las que hemos mandado nuestras canciones a otras personas para que trabajen con ellas. Pero nos gusta darle la forma nosotros a la canción. Y todo tiende a pasar de una sola vez para nosotros: la escritura de la canción y la producción se desarrollan a la vez.

Tocaréis con The Presets en Norteamérica. ¿Son de vuestros grupos favoritos ahora mismo? ¿Quién más os gusta?
The Presets tienen un enorme y gran catálogo de música que ha sido parte de la música de nuestras vidas durante ocho años, no sólo ahora. Estamos emocionados de poder escucharlos en directo. Sobre nueva música, somos fans de Rhye, Haim, Trust.

También habéis girado con Major Lazer. ¿Os ha tentado algo de su sonido?
Nos encantó oír y ver a Major Lazer en vivo cuando giramos con ellos. Su sonido y su gran variedad de estilos es algo que nos ha inspirado mucho. Una colaboración con ellos sería un sueño.

¿Algún plan para editar nueva música, colaboraciones, canciones…?
Tenemos algunas piezas en las que estamos trabajando. Ya veremos qué pasa con ellas.