Cuando tuve este disco entre mis manos, lo primero que hice fue tacharlo de mamarrachada. No me preguntéis por qué, pero como en los últimos tiempos, muchos de los solistas noveles de la edad de Víctor Algora lo único que hacían era darle al Casiotone y decir payasadas delante del micrófono (se me ocurren cien mil ejemplos), jamás me imaginé que este chico tan mono (todo hay que decirlo) pudiese ser un magnífico letrista. Malditos prejuicios…
Y el caso es que esto es lo que te encuentras cuando empiezas a escuchar ‘Planes de verano’: una magnífica selección de temas en los que las letras y parte de la música podrían -perfectamente- pertenecer al segundo disco de Family. Trece canciones en las que no hay nada que reprochar a este joven músico, que ha dado una lección irrepetible a muchos de los que a día de hoy intentan hacerse un hueco en el mundo de la música.
Casi todos los cortes son reseñables, pero uno de mis preferidos es ‘Paraaguas’, que fue el motivo principal por el que me decidí a darle una oportunidad. Además de ese, ‘Planes de verano’ contiene otros que son imprescindibles: ‘Querido hombre cebolla’, ‘Cucarachas’, ‘Poesía Anti-Vértigo’ y sobre todo ‘Techno triste’, una magnífica selección que permite a Algora pasar (y con nota) ese momento crucial del primer disco, mezclando pop con electrónica y guitarras de un modo admirable. Un aplauso para él.
A pesar de todo, si tuviera que ponerle alguna pega, me centraría en lo mucho que me recuerda su voz a la del cantante de Corazón en algunas ocasiones. Menos mal que sólo es dos o tres veces durante todo el disco porque si no… ¡menudo repelús!
Calificación: 9/10
Temas destacados: Todas, pero por decir tres, ‘Paraaguas’, ‘Techno triste’ y ‘Querido hombre cebolla’.
Te gustará si te gusta: Family, Facto Delafé, Travolta, el pop de autor.
Escúchalo: Paraaguas y en su MySpace