Puede ser que Black Kids sólo sean otra de esas bandas de criajos a los que sus papás les han comprado los instrumentos, se han juntado, han escrito unas cancioncitas deprisa y corriendo, las han grabado en un estudio y las han colgado en su Myspace, donde uno las puede podía descargar libremente, sólo para ligar más o hacerse los guays. O puede que no. No se sabe. Pero doy gracias a la virgen de Pitchfork por habérmelos descubierto.
Y es que también podría ser que estos niñatos de Jacksonville sean the-next-big-thing. Porque las enooooooormes cuatro canciones de este EP de título genial, podrían (deberían) ser sólo el bonito comienzo de algo grande. Manejando tantas referencias que resulta casi imposible concretar (de la Motown al technopop pasando por el C86), estos cuatro hits directos a la cabeza se instalan en tu vida para quedarse y darte momentos de esos en los que no puedes reprimir las ganas de cantar mientras vas en el metro o por la calle. Primera en la frente: el wah-wah del riff inicial en ‘Hit The Heartbrakes’ (en este momento no se me ocurre un título más chulo que ‘Pisa los frenos del corazón’) guía un dueto de Reggie Youngblood con su hermana Ali en el que él hace el papel de lo que en mi casa se llama un folleti (creo que no hay que dar más pistas). Sigue ‘Hurricane Jane’, que es un temón de perfecto bajo funky, con una letra de esas para gozar regodeándose en la caca (‘It’s Friday night and I ain’t got nobody / So what’s the use of making bed?’). Para acabar, la melodía tan fifties de ‘I’ve Underestimated My Charm (Again)’, con esos teclados locos que parece que no vienen a cuento, es un dulce disfraz para una ácida letra digna del mejor Stuart Murdoch (ahí quedan joyitas como ese ‘And you, you’re not doing too well / All the blogs are about you, girl / They caught you in the park after dark / giving head to a statue, girl’). Pero, sobre todas, está el temazo de la vida: el irresisitible ‘I’m Not Gonna Teach Your Boyfriend How To Dance With You’ (rectifico sobre lo del título más chulo), donde Youngblood juega a la ambigüedad (‘You are the girl that I’ve been dreaming of / ever since I was a little girl’) con mucha gracia, a lo Morrissey.
Todo con un amateurismo que hace que el conjunto sea aún más encantador. Podrían ser un gran secreto que guardar, pero si uno tiene la vana aspiración de bailar alguno de sus temas en su club favorito… ¿para qué callar? Spread the word!
Calificación: 9/10
Temas destacados: Los cuatro y, por desgracia, no hay más.
Te gustará si te gustan: The Wedding Present, Morrissey, The Ronettes
Escúchalo en: tu casa. Puedes descargarlo en su web.