Reino Unido necesitaba una cantante que no se encontrara en una clínica de desintoxicación lavando su imagen para conseguir un visado para poder actuar en los Grammy, y al final no han sido ni Candie Payne ni Nicole Atkins quienes se han llevado el gato al agua, sino Adele, que ya está en el número 1 en álbumes del país y tiene cuerda para rato.
La responsable del éxito de Adele es una canción llamada ‘Chasing Pavements’, muy poco soul, bastante James Blunt, que no empieza mal pero que en el estribillo se transforma en la representación de Hungría en Eurovisión que además no logra clasificar a su país para la final del año siguiente. Desde que la oyes además adivinas casi, casi, que cerrará el álbum ’19’ un tema al piano, como así ocurre; y casi, casi también que el disco traerá una versión… ¿porque había prisa por lanzarlo para pronunciarlo como revelación de 2008 y había que rellenar? La versión elegida es ‘To Make You Feel My Love’… y la precipitación del disco también se huele en una excesiva variedad que roza la incoherencia. ‘Cold Shoulder’, que parece llevar un sample de ‘Unfinished Sympathy’ de Massive Attack, y ‘Right As Rain’ y ‘Tired’, con sus guiños electrónicos, son, como canciones, de lo mejor del álbum, pero no pegan demasiado por estilo.
Pero no todo es terrible en ’19’ (sí, la edad que tiene Adele). Adele suele resolver bastante bien las canciones acústicas con una gota (gotita) de soul. La desnudez de ‘Daydreamer’ y ‘Best For Last’ la emparentan con Feist. Y bueno, la candidez de ‘First Love’, en la que Adelita se excusa con su primer amor porque quiere dejarle y conocer más gente… nos emociona y la acerca a los terrenos más dignos de Fiona Apple o Regina Spektor. Si nos bombardean en exceso con ella, la odiaremos. Si simplemente la dejan estar, podremos mimarla un poco.
Calificación: 6,5/10
Temas destacados: ‘First Love’, ‘Daydreamer’, ‘Hometown Glory’
Te gustará si te gustan: Feist o Regina Spektor, pero también tiene que gustarte un poquito James Blunt.
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