De un tiempo a esta parte a Beck le salen unos discos un poco rarunos, que no hay quien oiga. No es que se pase de experimental, ojalá. ‘Modern Guilt’ suena sencillamente como a los Eels pero sin demasiadas canciones bonitas ni hits. En este nuevo álbum ha contado con la producción de Danger Mouse y con la colaboración de Cat Power haciendo coros en algunos temas. Aunque no se nota mucho ni lo uno ni lo otro.

El concepto de ‘Modern Guilt’ es interesante. Si Beck quería acercar su sonido a la psicodelia de los 60 con la ayuda de Danger Mouse, la idea parece perfecta. Lo que pasa es que el sonido de Beck ha sido siempre tan ecléctico que apenas se nota la mano del productor, como tampoco se nota nada la presencia de Cat Power (¿de verdad ha participado al final?). Así, el disco pasa por el jungle (’Replica’), el rock (’Soul Of A Man’) o el folk (’Volcano’) con unos toques de psicodelia o de electrónica por aquí y por allá, pero no llega a emocionar en ninguna de sus vertientes ni a decir absolutamente nada en la suma de las partes.

Por supuesto no se puede decir que Beck esté acabado y aún queda mucho en su obra del genio que un día conocimos. Sólo él podría titular un single ‘Chemtrails’, esa estela que dejan los aviones a su paso que para muchos es una confabulación misteriosa para causar algún tipo de daño a la población. Los arreglos electrónicos de ‘Youthless’ son bastante chulos y los orquestales de ‘Walls’ también. Y ‘Modern Guilt’, aunque no ha sido single, es el single claro del álbum (precioso minuto final). Es sólo que la escucha del disco deja con la clara sensación de que el disco está a medias, de que le falta una vuelta que unifique su sonido y convierta un par de temas en temazos y de que desde luego Beck no está precisamente en el mejor momento de su carrera.

Calificación: 5/10
Temas destacados: ‘Modern Guilt’, ‘Chemtrails’, ‘Walls’
Te gustará si te va: Beck, Eels, Danger Mouse
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