Ella compone todo y él arregla y produce. Ya nadie se acuerda de que Mai Meneses fue la primera eliminada de Operación Triunfo 2. Hay gente que ni siquiera lo sabe. Con su primer disco, Nena Daconte consiguieron triunfar y ahora repiten éxito con el segundo. El primer single, ‘Tenía tanto que darte’, aparte de ser una de las canciones más radiadas de España, ha gustado bastante entre el mundo indie. Hablamos con ellos sobre este improbable éxito.
Habéis sorprendido al público con un single diferente a lo que podría esperarse de vosotros. ¿Cómo habéis llegado a ‘Tenía tanto que darte’?
Mai: Yo encuentro que es una canción súper comercial en el sentido de que es súper cercana, la melodía es muy directa… Creo que a la gente le ha llegado por eso, porque se canturrea muy fácilmente. La letra es muy sencilla.
Kim: Es curiosa la mezcla de la melodía, que es brillante y se queda enseguida, con el muro de guitarras. Nos gustó mucho el resultado.
Quizá llama la atención el tipo de producción, que no se corresponde con el clásico sonido español de radiofórmula, con grupos como El Canto del Loco. También algunas canciones del disco tienen toques más jazz. ¿Vosotros qué tipo de música escucháis?
Kim: Nos gusta desde Ella Fitzgerald hasta Weezer. Hay temas guitarreros que pueden sonar muy Weezer y otros como ‘Con lo poco que quedaba’, que es más años 20, con claqué, dobro, pitos al final…
Mai: Nos gustan Wilco, James Taylor, Antonio Vega, que es un gran poeta, por las letras…
Kim: Radiohead
Mai: Sí, Radiohead…
¿Y grupos españoles? ¿Os gusta la música española?
Mai: Un poco de todo. Deluxe no está mal. Sidonie también. Tienen su propio estilo. A mí me gusta mucho Antonio Vega, también Andrés Calamaro. Siempre me han gustado mucho Los Rodríguez.
¿Os encontráis diferentes a otros grupos de radiofórmula o a lo que pueden ser vuestros compañeros en Universal?
Mai: Nunca nos lo hemos planteado. Hacemos la música que nos gusta y no es ni pretendida. Yo compongo de manera casi automática y Kim produce según lo que le inspira la letra o lo que yo le cuento sobre la emoción de la canción en concreto. Nosotros queríamos volver con una canción alegre, positiva, con toda la banda, los vientos, los niños cantando… Con ‘Tenía tanto que darte’, queríamos decir que nosotros también volvemos con mucho que dar: once canciones más. Esa es la tontería que se nos ocurrió. Y luego resulta que a la gente le ha gustado mucho la canción, pero no éramos conscientes de que iba a ser tan fácil de cantar.
¿No esperabais que funcionara tan bien?
Kim: Nos gustaba mucho al grabar las maquetas y pensábamos que podía ser un single.
Mai: Pero hablando con la discográfica había diversidad de opinión sobre qué canción escoger como single. Nosotros apostábamos por esta, pero sólo por la alegría y la caña que nos daba a nosotros.
Has dicho que la canción te parece alegre y el vídeo es bastante alegre, de hecho recuerda a La Casa Azul, pero en el fondo es un poco triste.
Mai: Sí, porque en el vídeo de La Casa Azul también salen patines, ¿no? Yo creo que la canción es como la recuperación de un duelo. Cuando hay un duelo se pasa mal, en la vida pasan cosas muy malas, pero lo bonito es levantarse y decir: «Hoy me voy a comer el mundo seguro». Hay que levantarse con esa idea.
¿La idea del vídeo es vuestra o del director?
Mai: Nosotros queríamos volver a trabajar con Marc Lozano, que ya había hecho el vídeo de ‘Idiota (Remix)‘. Es un chico que está súper loco, es muy creativo, es un poco genio…Y con este disco queríamos volver a trabajar con los creativos con los que habíamos trabajado en el primer disco, cuando estábamos autoeditándonos y no teníamos ninguna discográfica detrás. Ahora que teníamos más apoyo queríamos repetir con ellos. Marc nos planteó su idea y fueron surgiendo otras ideas. Lo de las patines lo pensamos entre todos.
Kim: Pensamos en él por la canción, le gustó mucho la canción, se le ocurrieron muchas ideas. Era el realizador más adecuado para esta canción.
¿La ropa de Fred Perry os la habéis quedado?
Kim: No (risas). La estilista nos trajo kilos de ropa. La idea de hacer los cambios de fotograma por guitarrazo fue también de Marc.
¿Cuántas veces os tuvisteis que cambiar?
Mai: Casi cincuenta. Es que a veces no te enterabas ni de lo que te estabas poniendo.
Kim: Fueron tres días de rodaje y prácticamente uno de ellos se dedicó a los cambios de ropa. Porque no sólo eran los cambios de ropa sino las luces de atrás, cuadrar la posición…
¿Y ese plano del perrito caliente?
Marc Lozano, al 100%. Como el mago, los muñecos… Hay muchos homenajes. Es el sello de Marc, que tanto nos gusta.
En el álbum están las típicas baladas, luego hay otros temas con guiños folk, country, jazz… ¿Queríais hacer un disco ecléctico o surgió poco a poco?
Kim: Somos muy viscerales. Mai hace los temas con guitarra y voz o el piano y me los enseña. Entonces me gusta dejarme llevar por lo primero que se me ocurre. Al final cambias cosas, pero normalmente en cuanto escucho las canciones al desnudo, me voy imaginando el resultado final. Marca la letra pero sobre todo la melodía de voz. ‘Tenía tanto que darte’ era muy swing, pero quería meterle un muro de guitarras que no dejara la canción sólo en swing, que fuera más power-pop. Con lo poco que quedaba, al escuchar la melodía de voz, me la imaginaba así, estilo años 20.
¿Y ‘Tal vez’, que es más básica?
Mai: Acompaña mucho a lo que dice la letra, porque la letra no dice casi nada. La letra sólo dice: «Oye, que me voy, que me estoy yendo» (risas). Es un mensaje tan corto, tan sencillo y tan simple…
Kim: …que la canción es poco más que dos guitarras, con los vientos de despedida final cuando la persona ya está lejos…
¿No os habéis planteado que os ayude un productor o no creéis que en España haya buenos productores?
Mai: Bueno, tenemos nuestro equipo ya formado. En el futuro quizá trabajemos con gente de la que podamos aprender. Kim hace la pre-producción y tiene claro por dónde va a ir el tema.
Kim: Nos gusta mucho hacer las cosas a nuestra manera. Cada nota, cada arreglo, cada bajo no está así porque sí. Nada es al azar. Está todo muy meditado.
¿Has tenido formación clásica?
Kim: Sí, estudié guitarra clásica, armonía, canto, solfeo, todo eso…. Sirve mucho, claro, pero me dejo llevar mucho más por el oído, los grupos que escucho y que me gustan.
Hay una pequeña laguna entre el paso de Mai por OT y el triunfo poco a poco de Nena Daconte. ¿Cómo os conocisteis?
Kim: Nos conocimos en la gira de OT, donde yo estaba de bajista. Después de la gira vimos que teníamos gustos comunes en cuanto a concepto musical, trabajamos canciones, hicimos maquetas y nos gustó cómo nos quedaban las cosas. Empezamos a hacer conciertos en acústico con guitarra y voz y como aquello funcionaba, nos liamos la manta a la cabeza, creamos un sello y autoeditamos el primer disco. Después, las cosas empezaron a ir más deprisa y tuvimos la oportunidad de llegar a mucha más gente.
¿Cómo recordáis la época de OT? ¿No queréis saber nada u os da igual?
Mai: Lo recuerdo como una gran experiencia. Me lo pasé muy bien en la gira, fue cuando lo conocí a él y a todos los músicos. Yo antes del programa vivía en el mundo de pin y pon con respecto a la profesión de la música. A partir de ahí conocí la perspectiva de la gente que trabaja a la sombra, que es casi lo más importante. Aprendes los ciclos que hay en cuanto al éxito, la suerte, que hay que trabajar y tener un proyecto personal y algo que contar. Cuando le enseñé las canciones a Kim y vimos que había un camino por delante a mí se me olvidó lo del programa. La compañía no sabía cuando nos ficharon de dónde venía. Dentro de la compañía hay quien dijo: «¿Pero sabéis que esta chica estaba en Operación Triunfo?». Y fue algo nuevo para ellos.
Kim: Somos un grupo que ha empezado de cero. Cuando empezamos a hacer música, lo hicimos porque necesitábamos hacer música, sin querer llegar a ningún sitio.
¿Qué os parece el jurado de este tipo de programas, que suele valorar los patrones más clásicos?
Mai: Yo es que no lo sigo. Yo creo que es televisión. Eso es tele y la música va por otros lados.
¿Cómo ha sido la grabación de este disco? ¿Os habéis sentido más presionados que con el primero?
Kim: No, la presión era hacer un trabajo que nos gustara y conseguir que estuviéramos satisfechos con el resultado. Y lo estamos. Lo bueno es que hay gente que compró el primer disco y que ahora quiere escuchar canciones nuevas. Hay mucha gente que no te conoce, pero también otra que sí.
Habéis estado en el Festival Popkomm de Berlín. ¿Cómo fue la experiencia?
Mai: Me gustó mucho tocar para un público que no nos conocía de nada… y para un público tan alto (risas). El escenario era súper bajito y como yo también soy bajita, tenía a la gente por encima de mí. Impone. Estaban todos serios mirando, analizando. Y la verdad es que los convencimos, iba pasando el concierto y notamos que se iban acercando al escenario. Luego fuimos a París y tocamos en un teatro para 300 personas y también era un público nuevo, muy exigente. En el resto de Europa tienen una gran cultura musical y es difícil convencer con cualquier propuesta. Fue muy interesante.
¿Os gusta salir de gira o sois el tipico grupo que al final se agobia?
Kim: Cuando empiezas la gira tienes ganas de hacer conciertos y cuando acabas la gira tienes muchas ganas de volver al estudio. Los discos nunca se acaban, siempre quieres retocar cosas, así que es bueno salir de gira. Es un ciclo muy agradable.
¿Cómo componéis las canciones? ¿Os ponéis cuando hay que entrar al estudio o van surgiendo poco a poco?
Mai: El tercer disco está haciéndose ya. Las canciones vienen cuando vienen, así que estoy aprendiendo a relajarme. Me gusta tener preparado el siguiente álbum cuando acabamos de sacar el anterior. Te relajas mucho y puedes disfrutar de la gira sin presión. Ahora tengo más constancia con el piano y estoy haciendo un trabajo más meticuloso con las letras. Se va evolucionando. Cuando ves que hay un camino por delante, también es más emocionante.
¿Cómo veis la situación de la industria? ¿La compañía es un poco catastrofista porque ya no se venden tantos discos como antes?
Kim: Con nosotros no. Tenemos un apoyo muy grande, estamos muy contentos y nos consideramos privilegiados. Por desgracia no todo el mundo está en nuestra situación. Desde el punto de vista de compositores y músicos, nosotros nos encargamos de la canción y ya está. Cómo se vende depende de otros. Ojalá nosotros tuviéramos una solución. Igual hay que cambiar el chip y amoldarse a los nuevos tiempos.