Varias cosas del show de Late Of The Pier son las que no he podido creerme. Lo primero y más visual es la escandalosa edad que deben tener, a pesar de que en las fotos aparentan más. Se supone que llevan años tocando, según algunas fuentes desde 2001, y ya se sabe lo que han dado que hablar sobre todo en los medios anglosajones. Pues bien. Salen al escenario y son tan pequeños, tanto de altura como de edad, que no te puedes creer todo el ruido que han hecho. El batería podría rondar los 20 años, pero el cantante y el teclista, estoy seguro de que no pueden entrar a ningún lado sin que les pidan un carnet, porque ciertamente podrían colar por niños de 12 años. No puedo dejar de pensar en las zapatillas del cantante, que debían ser como del número 36, y esos calcetines negros con lunares de colores, tan ideales para irse a dormir a la cama pensando en Casimiro.
Centrándonos en lo musical, aunque es obvio que lo del párrafo de arriba es lo que traumatiza de su directo, resulta que Late Of The Pier son buenísimos. Ya desde el primer tema, ‘Space And The Woods’, salieron con ganas de darlo todo. El cantante no deja de moverse entre micrófonos, guitarras, baterías electrónicas, teclados, baquetas y cables de todo tipo, a veces tocando varias cosas en la misma canción. El batería, situado en primer plano, se mueve totalmente en éxtasis cuando 10 minutos antes había salido a probar sonido completamente sobrio y tan tranquilo. El bajista agita su melena cual chulo de instituto. Y el teclista no deja de mover las manos como si fuera un mago friqui que busca encantar con sus movimientos al público. Da miedo.
El cuarteto sonó claro y contundente a lo largo de 40 minutos escasos de show en los que no dejaron tregua al público. Temazos como la genial ‘Focker’ o la final ‘Bathroom Gurgle’, en la que el cantante tuvo a bien desenchufar los teclados y tirarlos al suelo para subirse encima y así despedirse, llevaron a los asistentes a la Moby Dick a ofrecer al grupo una sorprendente, creciente y merecida ovación. Es una gozada ver a una banda tan joven tocar tan sumamente bien tan buenas canciones y casi sin mostrar ningún tipo de esfuerzo. Sobre lo brevísimo del show, que no hubo ni un bis, ya hubo quien bromeó que seguro que tenían que madrugar hoy para llegar a tiempo al cole. 8.
Los teloneros sorpresa fueron Diecisiete, un chico a la guitarra y a las voces y una chica a la batería, pero que antes de que mencionemos a White Stripes, que menuda les espera con las comparaciones, hay que aclarar que son más pop-rock con tienes post-rockeros que una banda de garage o blues. Por momentos, eso sí, tanto «oooooooh» recordaba a los U2 más exageradetes. En su MySpace, por alguna razón sólo tienen colgada una de las peores canciones de su repertorio, ‘Me sale’. Las tienen algo mejores. 5,75.