Mate presenta estos días su último trabajo, ‘Ventajas de ser optimista‘. Esta misma tarde actúa en Madrid junto a Anni B Sweet y Julio de la Rosa dentro de la X edición de la Semana de Autor de la sala Galileo Galilei. Aprovechando la ocasión, le hemos preguntado a Alberto Matesanz sobre sus discos favoritos. Mate actuará proximamente en Tarragona y Zaragoza. Para más detalles sobre conciertos podéis consultar su MySpace.
¿Qué álbum recuerdas con más cariño de tu adolescencia?
¿Un álbum sólo nada más…? Recuerdo y sigo escuchando mi colección de vinilos de los Beatles, una colección construida poquito a poco a base de ahorrillos y regalos. En la adolescencia era toda una epopeya… casi cada álbum tiene su historia de compra detrás. También el ‘Budokan’ de Dylan -un doble directo muy peculiar- y el ‘Dark Side of the Moon’ o el ‘Relics’ o el ‘Wish You Were Here’ de Pink Floyd. Dentro del panorama nacional, me gustaba mucho y sigue gustando el primero de Los Secretos. Es un discazo.
¿Qué disco has comprado más veces?
He comprado discos que ya tenía, sobre todo para regalar, como por ejemplo el ‘The Mysterious Production of Eggs’, de Andrew Bird, que me parece un disco precioso, o el primero de Los Rodríguez ‘Buena suerte’, un disco que me trae muchos y buenos recuerdos.
¿Qué álbum has comprado con mucha expectación y has terminado odiando?
Bueno, odiando odiando… no tanto, pero opino personalmente que el grupo the Doors es un grupo fascinante cuando uno es adolescente. Jim Morrison se transforma en el gurú, sustituye a tu padre y a tu primo el de Zumosol, y ahí estás tú dejándote greñas -a ser posible algo rizadas- y escuchando el organillo cansino mientras el sr. Morrison echa su perorata sobre matar a su padre y tirarse a su madre. Pasan los años y ahora me da la risa. Hace poco conocí a un bajista jovencito que me recomendó y reivindicó -en petit comité- su último gran descubrimiento: un grupo americano llamado THE DOORS. Claro que sí.
¿Qué álbum no deberías haber prestado nunca?
Tampoco es que me vaya la vida, pero de vez en cuando pienso en un directo de la Velvet Underground en su ultimísima etapa -el ‘Live at Max’s Kansas City’- que compré en vinilo hace casi 20 años y que presté a un buen amigo que ya hizo varias mudanzas… Es un disco muy íntimo, las guitarras están desafinadas, suena mal, y ya sólo queda Lou Reed como cabeza del grupo, pero el directo mola mola… molaba.
¿Por qué álbum pagarías mucho dinero a día de hoy?
No soy un fetichista de la colección de discos. Compro algún vinilo, y sobre todo le doy al iTunes o al CD. Podría perder la cabeza por una guitarra hasta cierto punto y dependiendo de mi economía familiar, pero no tanto por un disco. Quizá si descubriera que el ‘Álbum Blanco’ de los Beatles en realidad era cuádruple y que los dos discos que quedaron por publicar están arrumbados en un sótano de Abbey Road, me iría a Londres e intentaría sobornar a base de pintas de Guinness a algún bedel de Abbey Road para conseguir esa copia. Es una posibilidad.