Calvin Harris es más famoso en Reino Unido que aquí Melendi. No puedo evitar fantasear con un mundo en que todos los pokeros de nuestro país flipasen con alguien así y pusiesen ‘I’m Not Alone’ en sus loromóviles, pero para nada. Parece que su discográfica no sabe muy bien dónde ubicarle fuera de Reino Unido. Es, la verdad, un producto un poco difícil. Su synthpop ochentero lleno de vocoders a la manera en que Stuart Price lo practicaba a finales de los 90 llega un poco tarde. Si bien hace unos años alucinábamos con cualquier cosa del palo que saliese al mercado, tipo Freezepop, ahora no nos parece para tanto.
Quizá el problema es que Calvin confía demasiado en sí mismo, y su segundo disco, exactamente igual que el anterior, termina abusando de los mismos truquitos a lo largo de un excesivo minutaje. En ‘The Rain’ se parece a Justice, pero la mayoría de las ocasiones suena un poco como el hit que de vez en cuando llega a Eurovisión de Europa del Este, sin mayores complicaciones. El tipo ha vuelto a hacer dos o tres singles pegadizos y ha tenido el detalle de incluir la fantástica ‘Dance Wiv Me‘ junto a Dizzee Rascal, una de nuestras canciones del verano el año pasado, pero vuelve a haber pistas un poco injustificables, como ‘5iliconeator’, ‘Night Burns’, etcétera, etcétera. Entretenido cuando se mete en los terrenos del funky a lo Prince o cuando se pone zapatillero, zapatillero, pero no muy brillante en general.
Calificación: 6/10
Temas destacados: ‘Dance Wiv Me’, ‘I’m Not Alone’, ‘Flashback’
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