Atlas Sound + The Pains of Being Pure At Heart

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Atlas Sound + The Pains of Being Pure At Heart

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Atlas Sound, o lo que es lo mismo, el proyecto en solitario del miembro de Deerhunter, Bradford Cox, presentó una versión desnuda y bastante emotiva de su último trabajo, ‘Logos’. Él solo, con la guitarra y ayudado por un pedal de delays y otro de samplers, fue revisitando sus composiciones, que lejos de perder ante el despojo instrumental, sorprendieron a los presentes. Con un público despistado por momentos ante lo intimista de la actuación, los juegos de voces lanzados desde los pedales, superpuestos, consiguieron el beneplácito del teatro con una actuación que supo a poco y que, desde luego, sonó mejor que la de sus compañeros de escenario. 8.

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The Pains of Being Pure At Heart no consiguieron llenar el Teatro Circo Price de Madrid, aunque ellos se mostraron encantados de tocar en un local tan grande y para tanta gente. Salieron agradeciendo a Atlas Sound por ejercer de telonero, recalcando que habían escuchado su último disco «muchas, muchas veces», y a todos los efectos el cantante Kip Berman, con la ayuda de los coros y de la fuerte presencia escénica de la teclista de origen oriental Peggy Wang-East, ejerció bien de líder de banda de moda, esforzándose en hablar en castellano, agradeciendo constantemente al público o marcándose unos simpáticos bailes a la guitarra que consistían en mover la pierna izquierda hacia adelante o hacia atrás entre estrofa y estrofa.

Pero, oh, hubo un problema. Aunque el sonido fue bueno, el público esperaba una presencia mucho más fuerte de las guitarras, olvidando quizá que The Pains of Being Pure At Heart es ante todo un grupo de pop y no precisamente el sucesor de My Bloody Valentine. Se oyeron varios comentarios en la sala hasta que alguien se atrevió a irrumpir, aprovechando un silencio entre canción y canción: «play fucking louder!». Kip, que está acostumbrado a que le digan que hace «música gay» y curiosamente no le desagrada, aunque es hetero, salió del paso diciendo que lo suyo no era ese tipo de rock.

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Felizmente, el grupo dejó buen sabor de boca porque el sonido, insistimos, no fue tan, tan malo en absoluto, y el público pudo disfrutar de las infalibles ‘Young Adult Friction’, ‘Everything With You’, ‘A Teenager In Love’ y, para finalizar, ‘Gentle Sons’, ante las que el respetable sí respondió. 7.

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