No intentéis ajustar la imagen de vuestros monitores. No estáis viendo a Bill Kaulitz, ni a un aspirante a sustituto del mismo en Tokio Hotel. Se trata de Adam Lambert, un jovenzuelo que lleva tiempo sonando en todos los foros comerciales del mundo de la música, y lo que es más, la Rolling Stone americana está prácticamente obsesionada con él. Se ha llegado a convertir incluso en trending topic en Twitter, y parte de Norteamérica se sintió realmente triste cuando no ganó la edición de ‘American Idol’ este año, pese a ser uno de los favoritos y haber vendido vía iTunes lo que no estaba en los escritos. Algunos medios de comunicación incluso llegaron a decir que si no había ganado era por su condición sexual y por su orientación religiosa.
Para dar una muestra de lo célebre que es, Lambert incluso actuó hace un par de días en los American Music Awards, donde estaba nominado como «Mejor Artista del Año». Su show puramente sexual no ha estado libre de controversia: tanto refregar paquete contra las caras de los bailarines y besarse con hombres parece no estar muy bien visto en Norteamérica, y durante la reemisión de los premios en la Costa Oeste, parte de la actuación fue elegantemente editada para suprimir estos «indecentes» actos.
Lambert, cuyo disco ‘For Your Entertainment’ se editó ayer mismo en los USA, no deja de ser un producto para emos adolescentes puramente comercial. Con un tono de voz bastante similar al de Bon Jovi, unos gritos que espantarían al más pintado y un look bastante llamativo (aunque un poco trasnochado), ha conseguido hacerse un hueco en la lista de éxitos estadounidense. Comparado con todas las divas gays habidas y por haber, desde Madonna a Britney, pasando por Lady Gaga, igual se convierte en un two-hit-wonder de un disco y una canción en la banda sonora de ‘2012’. O igual no. Podéis escuchar cosas suyas en MySpace.