Durante años, una extraña luz roja permaneció encendida en uno de los apartamentos de la Torre de Madrid en la Plaza de España. Quizá porque alguna vez habíamos leído sobre la vinculación de Iván Zulueta con el edificio y por supuesto por su famoso «fotograma rojo» en ‘Arrebato’, dos redactores de este site compartíamos la idea de que el director trabajaba dentro de esa casa, sin cesar, en una hipotética tercera película, sin dar por supuesto con ninguna idea que le convenciera lo suficiente. Sin ninguna base que pudiera sustentarse en la realidad, su obra había influido en nuestra percepción de este lugar, de la misma manera que habrá creado millones de paranoias paralelas en la percepción del mundo de otros de sus seguidores. A pesar de que (casi) nunca fue un artista prolífico, Zulueta ha sido uno de los artistas clave del pop de vanguardia. Aunque con mucho menos presupuesto y más dificultades para ser distribuida que ‘Blow Up’, ‘Arrebato’ (1979) es una gran obra maestra que cuestiona hasta el extremo la relación entre obra y artista, bien porque uno es destruido o absorbido por el otro o bien porque el uno simplemente no existe sin el otro.

Iván Zulueta ha fallecido a los 66 años en su San Sebastián natal. Había ingresado hace dos días en un hospital de la ciudad con una dolencia en la pierna y su estado de salud había sido muy delicado durante años. ‘Arrebato’, que fue estrenada muy discretamente en el cine Azul de Madrid, en 1980, fue elegida mejor película española del siglo XX por Rock de Lux. Se trata de un filme conceptual en el que se reflexiona sobre la vampirización de una película a costa de su director, redondeada por el paralelismo del director con la propia cinta, ya que se trató de su última película, a pesar de que era sólo la segunda. Sus problemas con la heroína y quizá lo crítico que era consigo mismo, le impidieron hacer más. La primera, ‘Un, dos, tres, escondite inglés’, había sido proyectada en Cannes en 1969 y había contado con música de Vainica Doble, para las que a la postre Zulueta realizaría portadas de sus álbumes.

Zulueta, que había estudiado en la Escuela Oficial de Cinematografía junto a Pilar Miró, Álvaro del Amo, Juan Tébar, Antonio Drove y Jaime Chávarri, era además cartelista, decorador y diseñador gráfico, y en los últimos años, aunque ha permanecido retirado del mundo del cine, ha realizado diversas exposiciones. Suyos eran los carteles de ‘Laberinto de pasiones’, ‘¿Qué he hecho yo para merecer esto?’ y ‘Entre tinieblas’ de Pedro Almodóvar, así como de reposiciones de grandes clásicos del cine como ‘El tercer hombre’. También dirigió cortos y algún programa de televisión como ‘Último grito’ con José María Íñigo. Para este programa realizó esta especie de videoclip, no oficial, pero no por ello menos valioso del ‘Get Back’ de los Beatles.

Según recuerda El País, una de sus últimas apariciones públicas fue para recoger el Premio a la Película de oro en el Festival de Cine de Málaga en 2008, de nuevo por ‘Arrebato’, donde habló de sus dificultades para trabajar: «No arranco, lo último que hice fueron una decena de carteles de cine y de eso hace ya casi diez años. Quisiera no perderme en esos entresijos de la metadona. Los últimos carteles que he hecho no me han gustado mucho y eso para mí es muy doloroso». Os dejamos con su corto, de 1976, ‘Leo es pardo’.