laSexta ha estrenado un nuevo «reality» protagonizado por pokeros jóvenes que ni estudian, ni trabajan (como el 15% de los españoles entre 16 y 24 años) y además hacen la vida imposible a sus familiares. Para desarrollar este «experimento sociológico» han metido en una casa tipo Gran Hermano a ocho de estos especímenes, y allí tienen que organizarse por sí mismos para realizar las tareas domésticas o ir a trabajar donde se les indique. La productora se ha superado con el cásting, y hemos visto a jovenzuelos que han robado hasta 1000 euros a sus padres, que se embarazan sin desearlo incluso dos veces o que sueltan perlas que ni Carmen Lomana del tipo «sin hacer nada no estoy. Salgo y eso». Por no hablar de faltas de respeto y educación como «yo a mi madre le digo que si estoy hasta los cojones, que si es tonta: cosas pequeñas». Aunque la mejor cita que podemos hacer sobre el programa ha sido, sin duda, «Me siento orgullosa de ser como soy».
La Generación Ni-Ni no es un invento de laSexta. Se trata de un fenómeno que ya estudian los sociólogos hace tiempo: jóvenes pasotas a los que les ha venido todo regalado y ahora se encuentran sin motivación alguna, además en período de recesión, con mayor dificultad para encontrar un trabajo o realizar un módulo que les guste, no hablemos ya por supuesto de la universidad (¿eso qué es?). En una de las escenas del programa hemos visto a los padres introduciendo objetos muy queridos por los hijos en cajas, para entregarlos al programa o a alguna ONG si estos fracasan, y por ahí hemos visto desde un cochazo a móviles, pasando por play-stations, bajos, vinilos de El Canto del Loco… pero todo con un denominador común: ninguno de los jóvenes se ha hecho con nada de esto gracias a su propio esfuerzo.
Cada detalle es, por un lado, dantesco y, por otro, real como la vida misma (no hay más que salir a la calle para darse cuenta). Los chicos (y chicas) no hablan de más preocupación que follar y consumir tabaco, alcohol y drogas (se han fumado de la desesperación cáscara de plátano a duras penas seca, uno de los jóvenes se ha metido una pastilla a escondidas, no sabemos de qué), soltando frases históricas como «A mí me cierran la discoteca y yo me vuelvo loca».
La productora niega querer hacer de ‘Generación Ni-Ni’ un Gran Hermano ni de sus concursantes famosos, por mucho que esté metido en el ajo el mítico Roberto Ontiveros, el «súper» de los primeros siete granhermanos; pero aunque no haya nominados ni expulsados ni plató, la incertidumbre que plantea es de mayor envergadura. En su primer día de trabajo, para algunos el primero de toda su vida, los participantes tenían que levantarse a las 6 de la mañana y ellos decidieron acostarse pedo a las 5, levantándose finalmente entre las 10 y las 12 sin ninguna prisa. El reto de los psicólogos (en la imagen) no puede apuntar más alto o resultar más utópico. ¿Lograrán reinsertarse y ser útiles en la sociedad? España necesita ávidamente saber si es posible.
Calificación: 8/10
Destacamos: El cásting, buenísimo.
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Predictor: Dará que hablar.
Foto: Fórmula TV