Jesús Luz, el novio de Madonna, ha tenido graves problemas para salir de Europa después de haber acudido este fin de semana a París para pinchar. En Twitter ha ido contando que volver de Europa a Brasil le estaba resultando difícil y algunos medios le han fotografiado en El Prat de Barcelona. Según su Twitter oficial, realmente ha recurrido a esta ciudad para volver a su país y sólo hoy martes 20 de abril a las 7 de la mañana, hora española, ha conseguido llegar a casa.
Otros medios, encabezados por El Diario de Burgos, incluyen a Madonna en el ajo, pero en lugar de vía Ginebra y Barcelona, como reporta el Twitter oficial de Jesús Luz, se la sitúa el domingo en un coche en medio de una carretera de Burgos, intentando llegar a Salamanca para volar fuera de Europa también. Ambas historias no son incompatibles, ya que la segunda no habla exactamente de Jesús Luz, pero esta es más inverosímil, aunque mucho más divertida. El texto de El Diario de Burgos es impagable: «Madonna, como todo el mundo, se ha quedado sin poder volar debido a la nube de ceniza volcánica procedente de Islandia y ayer vagaba por las carreteras españolas (…). A la hora de comer y para sorpresa de los usuarios de la autopista AP-1, hizo un alto en la estación de servicio que Repsol tiene en el kilómetro 12, sentido Burgos, a la altura de Quintanapalla».
Según un testigo, «llegaron en 2 coches, una furgoneta Mercedes negra con los cristales tintados y un BMW. Repostaron y ella entró al baño, mientras sus guardaespaldas -con pinganillo incluido- y acompañantes iban y venían. De la tienda se llevaron palitos de trigo, palomitas, patatas de delicias de zanahoria, chicles, bebidas energéticas y agua, espárragos, aceitunas lacasitos y chocolatinas.
El séquito de la artista estaba compuesto por 3 guardaespaldas, un chico muy jovencito -que no pueden confirmar si es su nuevo compañero sentimental- y 2 chicas». En caso de que se lo hayan inventado, parece que al menos se han documentado muy bien sobre la dieta que suele seguir Madonna, una enamorada confesa de las palomitas. Sólo falta el sushi, claro que a lo mejor no había.