Hoy se cumple un año de la muerte de Michael Jackson y todos los medios recordarán la noche (en Europa, la tarde en Estados Unidos) en que el mundo descubrió con sorpresa y horror, en el lugar más insospechado, que el cantante fallecía a escasos días de protagonizar un sonado regreso a los escenarios en Londres. En estos doce meses no hemos dejado de oír rumores o noticias de todos los colores. Por seleccionar algunos de los últimos que Lady Gaga iba a telonearle, que Christina Aguilera actuará en un homenaje en la tele o que uno de sus hijos pasó varios días sin hablar tras su desaparición. La prensa americana lleva unos días analizando cuál es el estado de su deuda y si los ingresos que puede generar en el futuro superarán a los póstumos de Elvis. Pocos parecen tener algo de curiosidad por la música inédita que sigue en el tintero y de la que nadie suelta prenda.
ABC News ha publicado uno de los artículos más interesantes, recordando que a la muerte de Jackson su deuda ascendía a 500 millones de dólares y revelando que durante este año se han ingresado 1.000 millones en su nombre. Principalmente porque durante 2009 se vendieron 24 millones de copias de discos suyos en todo el mundo, convirtiéndose por mucha diferencia en el artista más vendedor del año, generando beneficios de más de 400 millones de dólares; pero también debido a lo recaudado por la película (más de 200 millones de dólares, 300 si contamos el DVD) o el merchandising. Aún quedan huecos por tapar, pero se prevé que para 2011 la famosa deuda esté saldada.
New York Times ha preguntado sobre estas cifras al responsable del legado de Elvis, Robert FX Sillerman, que responsabiliza de este «éxito» a dos hombres, ninguno de los cuales pertenece a la familia Jackson: John Branca, abogado, y John McClain, hombre de negocios que se ha encargado durante los últimos meses del negocio Jackson. Sillerman dice que «se han beneficiado de la emoción alrededor de la trágica e inesperada muerte de Michael Jackson con muy buen gusto y obteniendo buenos beneficios», calificando el estreno de la película como un lavado de imagen para que la gente dejara de verle como un excéntrico y comenzara a verle como un ser humano.
Tan bien salió que como de todos es sabido Sony ha pagado un contrato millonario para quedarse con los derechos para publicar hasta 10 álbumes de Michael Jackson de aquí a 2017 a cambio de 250 millones de dólares. También hay pendiente un videojuego que permitirá hacer el «moonwalk», unos shows del Cirque du Soleil para 2011 y 2012 en Las Vegas y hasta se espera un libro escrito por su madre, ‘Never Can Say Goodbye: The Katherine Jackson Archives’, que Howard Mann, coautor, se ha apresurado a aclarar que ha hecho sólo para contribuir con el fin de la deuda.
Igualmente es noticia el juicio al doctor Conrad Murray, que le acompañaba en el momento de su muerte, y sigue pendiente. La Toya acaba de sostener en una entrevista de aniversario que su hermano fue asesinado, afirmando que el hecho de que el médico siga en libertad es una «bofetada en la cara no sólo a la familia Jackson sino a los fans de Michael».
Es lógico que fans y familiares estén centrados en ese punto pero es curioso que en medio de todo esto, las noticias sobre las misteriosas canciones inéditas que dejó Michael Jackson sean las menos. Parece que a nadie le interesan. Nadie aclara nada al respecto. Nadie pregunta nada sobre ellas. Este es uno de los puntos en que, salvo por el patinazo de ‘This Is It’, que no era inédita, y la filtración del tema con Lenny Kravitz, seguimos en el mismo punto que el 25 de junio de 2009. En principio, se dijo que los temas serían más de 100, otros consideran que serían cientos, hace unos días se publicaba que Sony intentaba construir un disco decente a partir de 60 pistas encontradas y fueron oficiales las fuentes que situaban un nuevo álbum en otoño, justo antes de Navidades, aunque es tarde y siguen sin conocerse los detalles. ¿Deberíamos esperar hoy un anuncio sorpresa? ¿O debemos esperar en realidad la enésima recopilación de hits que ya todos tenemos?
Hace unas semanas volvieron los rumores de que Michael había grabado o había intentado grabar un álbum completamente nuevo circa 2007 en casa de su amigo Eddie Cascio, un muchacho de 28 años hijo de unos amigos suyos. Se ha dicho que estas canciones podrían no estar bajo el dominio de Sony ya que la compañía podría haber desconocido su existencia cuando firmaron su millonario contrato y no se sabe si son composiciones registradas co-escritas entre ambos, aunque sí se ha dicho que la voz de Michael en ellas es «perfecta». Una nueva intriga (detrás de otra) que quedará para la leyenda, se materializará en forma de disco que muchos considerarán oportunista y decepcionante o será desechada enseguida como chascarrillo infundado. Y así hasta que alguien se anime a hablar en serio sobre esto en plena era de las comunicaciones.