Salir de un proyecto como The Pipettes, en el que las personalidades de las integrantes se asimilan para dar lugar a una banda uniforme es bien complicado. Y según parece, fue la misma Rose Elinor Dougall la que dejó su carrera en el grupo porque deseaba iniciar una en solitario. No parecía muy buena idea: la banda británica, aunque prefabricada, había alcanzado cierto renombre en los medios de comunicación (especialmente en los dedicados a la música independiente) y el girl-group, con su mezcla de pop retro, canciones pegadizas, melodías fáciles y letras descaradas parecía ir directa al éxito más absoluto.

Sin embargo, tanto Rosey como Becki deciden en 2008 que quieren hacer cosas distintas, sumiendo a The Pipettes en una transformación que ni la(s) de Sugababes. A partir de ese momento, Rose Elinor Dougall (así es como comienza su carrera en solitario) se encarga de ir abonando el terreno, sacando singles durante dos años, a paso lento pero firme. La crítica trata bien a la de Brighton, que empieza con ‘Another Version Of Pop Song’ en 2008 y termina con ‘Find Me Out’ en 2010, el sencillo de presentación de ‘Whithout Why’. Entre medias, ya se nos había hecho la boca agua con ‘Start/Stop/Synchro’ y ‘Fallen Over’, ambos de 2009.

Como ya anunciaban los singles, lo nuevo de Rose Elinor Dougall es bastante diferente a lo que había venido haciendo con la banda que la lanzó a la fama. El primer álbum de la ex Pipette pierde un poco la garra, potencia y frescura que respiraba su anterior trío, y -aunque los singles den a entender otra cosa- el disco se decanta bastante más por las baladas y las canciones delicadas. ‘Goodnight’, ‘Third Attempt’, ‘Find Me Out’ o ‘Whatching’ son tres ejemplos irrefutables de que la lentitud poco a poco se apodera del disco según va corriendo el minutaje. Algo que no es necesariamente malo, teniendo en cuenta que las 11 canciones duran apenas 40 minutos.

No obstante, se echa de menos el hit bailongo. Quizá ‘Fallen Over’, ‘Come Away With Me’ o ‘Carry On’ (que inexplicablemente no ha sido todavía single) sean capaces de levantar a algunos el ánimo mientras transcurre ‘Whithout Why’, pero desde luego no serán capaces de grabarse en la cabeza de los fans como lo hicieron sus canciones anteriores.

‘Whithout Why’ se queda así en un disco agradable de escuchar, donde todas las canciones están producidas y ejecutadas con una sensibilidad sobrecogedora que demuestra que Rose Elinor sabe lo que se hace, pero sin esa fuerza, ni ese gancho que hace que un buen estribillo se te quede en la cabeza y no salga nunca. Una vez que lo has escuchado, apenas eres capaz de recordar la melodía de dos o tres temas. Y es una pena, porque la voz de Rose bien hubiese merecido canciones más uptempo, que le hubiesen dado un carácter menos melancólico y tristón. Porque es, precisamente, en esos momentos en los que suenan las guitarras y la batería, en los que Rosey parece estar más cómoda.

Calificación: 6,25/10
Lo Mejor: ‘Start/Stop/Synchro’, ‘Carry On’, ‘Fallen Over’.
Te gustará si te gustan: las canciones más paradas de Lucky Soul, las canciones menos sofisticadas de The Raveonettes.
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