«Las canciones de Adam Mattson son copiosas. Caen como una lluvia triste sobre el parabrisas de tu carro. Tristes pero intensas, con esa tristeza que no te duele en el pecho, pero sí te motiva a respirar de nuevo. Las canciones de Adam Mattson son inasibles. Retacitos de una tela alguna vez mal cortada con colores que ya no existen o que aún no se han inventado. Las canciones de The Smiles and Frowns son concéntricas. Sabes el sonido que vendrá, como adivinas hacia dónde se dirigen las ondas de una laguna cuando echas en ella una piedra. Y aun así la esperas. Porque has nacido para buscar que algo se repita, la esperas».
Estas palabras de Leggiere, dentro del blog peruano Odio La Música describen de la mejor manera posible lo que estoy sintiendo al escuchar el disco de debut de The Smiles and Frowns. Poco más se puede decir de este desconocido dúo de Arizona. Que se autopublicaron su brevísimo y de momento único disco el año pasado y prácticamente nadie se enteró (el citado blog peruano, los de Indie Rock Cafe y poco más) y que hace varios meses lo reeditaron en el Reino Unido con la discográfica Akoustik Anarkhy y parece que les están haciendo un poco más de caso. Ya han tenido buenas críticas en The Guardian o Mojo y hasta hasta han sido destacados por el bueno de Paul Heaton dentro de su selección para la BBC.
Y no es para menos. La música de Adam Mattson y Christopher James es una especie de pop psicodélico a cámara lenta, suave, hipnótico, antiguo, con cierto deje folk y unas melodías ensoñadoras realmente fabulosas. Miniaturas que pueden traernos a la mente desde algunas canciones de los Beatles a otras de los Herman’s Hermits (pasando por unos Leisure Society de dormitorio, por un Nick Garrie americanizado o por un Ron Sexsmith sin su habitual carga lírica) pero, sobre todo, a los Kinks más tranquilos y soleados.
Sin embargo, sus curiosas influencias declaradas (sintonías de 8 bits, rarezas sesenteras, François de Roubaix…) hacen suponer que las ocho canciones que componen el disco (24 minutos que se pasan en un suspiro) son sólo una pequeña parte de un universo musical muy especial que nos deja, sobre todo, con ganas de muchísimo más.
Calificación: 8,4/10
Lo mejor: ‘When The Time Should Come’, ‘Huevos Rancheros’, ‘The Echoes of Time’, ‘Cornelius’
Te gustará si te gustan: Ray Davies, Ron Sexsmith, Graham Gouldman, The Zombies
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