Rusos Blancos publican esta semana en Ernie Records su disco de debut después de varios años dando tumbos por la escena madrileña y de algunos cambios de formación. El proyecto de Manu, Javier, Iván, Elisa y Laura, algunos de los cuales han sido o son miembros de La Costa Brava, Cosmen Adelaida o Templeton, llega así más lejos de lo que muchos de sus compañeros de generación, que se debaten todavía entre la mala suerte, la resignación y, por qué no decirlo, cierta pereza.
En el caso de Rusos Blancos es motivo de alegría que finalmente podamos tener su disco en las manos a pesar de la dejadez de la edición, visible en los defectos de imprenta (el tracklist está mal) y de edición digital (la portada que se le ha asignado en Spotify no es suya sino de Los Últimos Bañistas). En un mail con motivo de aquel día en que incluimos a la banda en nuestra lista de grupos que seguir en 2010 nos prometían que su disco saldría como fuera, autoeditado o no, de forma tradicional o gratis, pero parecían dejar claro que de una forma u otra estaría disponible para el público. Esas ganas de que, fuera de la forma que fuese, la gente pudiera escuchar su obra viene probablemente del convencimiento de tener buenas canciones, algo de lo que este ‘Sí a todo’ va sobrado.
A la cabeza de todas ellas podríamos situar la imagen incómoda de ‘Tus padres, tu novio, tú y yo’, un retrato de toda una vida en cinco minutos, tan bien desarrollados que parecen tres. No puede ser más universal ese «por favor, no te cases con él» ni pueden estar mejor introducidos esos arreglos tan easy-listening que elevan definitivamente la canción a la categoría de himno. Otros temas costumbristas sobre desamor en una línea similar serían ‘Novia depresiva’, ‘Primera vez’ o la inicial ‘Hombre enamorado, deprimido ante la crisis hipotecaria’, que envía un mensaje más optimista al final.
La voz tristona de Manu es perfecta para estas canciones casi obsesionadas, como tanta música independiente, con la inseguridad, pero tampoco falta el sentido del humor. El corte tres se llama ‘Todo es tan teenager’ mientras la tragedia de la soledad en la discoteca de moda, ‘Supermodelo’ («Esas chicas indies que bailan sin mover los pies no cuidarán de ti, no te harán feliz), aparece en contraposición con un festivo estribillo «nosotras no llevamos chándal», que encontró su momento de gloria en ‘Física o química’. ¿Cuánta ironía hay en que guste tanto?
Continuando con las referencias pop, no sólo dentro de la tele (también hay un tema llamado ‘Los problemas crecen’), sino de la misma serie, el ‘Lady Dilema’ del grupo se llama ‘Gorka o Cabano’, mostrando que no sólo les gusta la música, quizá las melodías y orquestación de La Costa Brava, La Buena Vida, algo de Los Brincos o algo de Hilario Camacho; sino que no están en ninguna burbuja alejada del mundo real. Sumando costumbrismo y grandes melodías encontramos la synthpop (a lo Postal Service) ‘Normandía’, la madura ‘Si quieres me quedo’ o la ya mencionada ‘Primera vez’, llevada por un estupendo ukelele y complementada con vientos y piano.
La producción de Paco Loco y la masterización de Joaquín Pascual parecen algo apresuradas y a veces las guitarras no llegan a sonar tan funky o tan folk, ni los coros tan Beach Boys, ni la electrónica tan moderna como parecen intentar, pero las canciones están definitivamente ahí, lo cual incluye el bonustrack sobre otra rusa, Lourdes, disponible en Bandcamp. Las catorce pistas suman un todo nada marciano, llano y asequible que podrías compartir con tu hermana, tu prima, tu sobrino o tu tío. ¿Os acordáis de cuando Los 40 ponía novedades en castellano de calidad?
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Tus padres, tu novio, tú y yo’, ‘Hombre enamorado, deprimido ante la crisis hipotecaria’, ‘Supermodelo’
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