At the Drive-In, los insobornables de El Paso

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At the Drive-In, los insobornables de El Paso

Han pasado más de diez años desde que ‘One Armed Scissor’ golpeó por primera vez los oídos de los melómanos y todavía sigue siendo un trallazo difícil de superar en intensidad. Que At the Drive-In se tomara un descanso indefinido después de la publicación de su tercer y más famoso disco, ‘Relationship of Command’ (2000), en el que está incluido su mayor éxito, también hace adivinar de qué masa está hecha esta banda.

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Nacidos a mediados de los 90 en una localidad tan en las antípodas del hardcore y del grunge como El Paso, Texas, fueron la combinación perfecta de la amplitud de miras y mala leche de Fugazi y el sonido rugiente y las melodías épicas de Sunny Day Real Estate. Como buena banda de post-hardcore, abundaban en cambios rítmicos, juegos con las intensidades y las numerosas ideas a la guitarra de Omar Rodríguez-López (que entró como bajista).

La insobornabilidad de At the Drive-In les pasó factura en dos primeros álbumes, ‘Acrobatic Tenement’ (1996) e ‘In/Casino/Out’ (1998), que no tuvieron demasiada repercusión en un panorama en el que míticas bandas como Pearl Jam o Sunny Day Real Estate estaban en un excelente momento comercial. Valga como ejemplo de esta actitud que el primer videoclip de la banda tardaría en llegar, concretamente hasta 1999, con el EP ‘Vaya’ y el tema ‘Metronome Arthritis’. También es cierto que el grupo no encajaba fácilmente en las descripciones del rock imperante en los 90: no compartían el radicalismo del post-hardcore ni la accesibilidad del emo del momento, tenían un sonido mucho más elaborado que la mayor parte de sus coetáneos y se permitían bajar el ritmo e incluso sonar, a su modo, como una banda de rock clásica. Cosas de venir de El Paso, donde, como en cualquier localidad fronteriza, afiliarse a la ortodoxia significa perderte muchas de las cosas que pasan a tu alrededor.

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Sin embargo, sus señas de identidad estuvieron presentes desde un primer momento, sobre todo la voz aguda y penetrante, con momentos de desquicie total, de Cedric Bixler-Zavala. Cabe destacar entre estos dos primeros LP’s a ‘In/Casino/Out’, donde las ideas se multiplican, los ritmos mutan con una facilidad insultante y los temas lucen una madurez compositiva de banda completamente asentada. Desde los primeros impactos con ‘Alpha Centauri’ y ‘Charabanda’ hasta los acercamientos hacia Rage Against the Machine (‘A Devil Among the Tailors’) e incluso el pop de Pavement (‘For Now… We Toast’), ‘In/Casino/Out’ demuestra que la diferencia de ventas con su siguiente referencia se debe únicamente a la capacidad de promoción de una major y no a un cambio en la calidad.

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La situación hasta cierto punto marginal de At the Drive-In cambiaría radicalmente con su fichaje por Virgin y la edición en septiembre de 2000 de ‘Relationship of Command’. No se puede decir que fuera un gran éxito comercial (el álbum alcanzó el puesto 116 en las listas estadounidenses y el nada desdeñable 33 en las inglesas) pero comenzaron a sonar para el gran público. Los tres singles, ‘One Armed Scissor’, ‘Rolodex Propaganda’ e ‘Invalid Litter Dept.’ entraron en las listas de éxitos británicas. Ni que decir tiene que fans del grunge, el post-hardcore, el emo, el punk, etc. encontraron en At the Drive-In un nuevo vehículo de sensaciones emocionantes para la catarsis: las cuatro primeras canciones (‘Arcarsenal’, ‘Pattern Againist User’, ‘One Armed Scissor’ y ‘Sleepwalk Capsules’) resucitan a un muerto y solo a partir de la quinta, la mencionada ‘Invalid Litter Dept.’ es cuando levantan el pie del acelerador y permiten, a medias, relajarse al oyente, porque enseguida vuelven a la carga.

Pero, de nuevo, la insobornabilidad. Inesperadamente, en menos de un año la banda decidió frenar su indiscutible ascenso a la fama y sus miembros tomaron diferentes caminos que no son más que la evolución de lo que habían hecho hasta ahora: Sparta, formación creada por Jim Ward, Paul Hinojos y Tony Hajjar (guitarra, bajo y batería en ATDI), continúa la senda del post-hardcore pero limando las aristas del prefijo «post». Sin embargo, The Mars Volta, creado por Bixler-Zavala y Rodríguez-López (los dos melenudos afro que aparecen en las fotos del grupo), se eleva hacia las cotas del rock progresivo y marciano sin perder la mordiente de su banda de origen y superando en popularidad a esta. Cabe destacar también la extensa carrera en solitario del portorriqueño Rodríguez-López, digna sucesora de la experimentación de King Crimson y en la que mezcla sin tapujos el español y el inglés (con clara ventaja de este idioma, todo hay que decirlo). No contento con eso, a veces se atreve con bandas sonoras y colaboraciones con gente tan atípica como Lydia Lunch o John Frusciante.

¿Qué se puede esperar de la vuelta a los escenarios de At the Drive-In? Si ya en 2005 lanzaron un recopilatorio que no era un grandes éxitos (‘This Station Is Non Operational’), no parece que vaya a ser un regreso más como los que estamos acostumbrados a ver últimamente. The Mars Volta y Sparta (que anunciaron su regreso el año pasado) están trabajando en nuevos discos, por lo que se desmienten las sospechas de sequía creativa. ¿Dinero? Es posible, aunque The Mars Volta ha tenido, con diferencia, más éxito que su antecesora. Fue Cedric Bixter a través de Twitter y de su propio canal en YouTube quien anunció la reunión de la banda para tocar en Coachella, así que puede que este regreso venga por la mejor de las causas: las ganas.

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