El músico de Nantes ha demostrado en el reciente ‘Vers Les Lueurs‘, su décimo álbum de estudio, su inagotable capacidad para reinventarse. En este caso, sumando a sus canciones unos cuidados arreglos de viento. Este sábado actúa en el San Miguel Primavera Sound (visita nuestro especial del festival).
Este disco es un cambio muy grande respecto a ‘La musique‘, ¿hay alguna relación con los tiempos que corren, con la sensación colectiva?
No, la verdad es que no. Sólo la sensación de «colectivo» es una idea importante en este disco porque es un disco que he hecho con mucha gente, a diferencia del anterior. Es lo más importante para el aspecto musical, fue el punto de partida del disco, ya que las letras vienen poco a poco.
En el álbum hay canciones más tranquilas, que quizá es lo que podríamos esperar de un disco con tantos vientos, pero también las hay muy rockeras, como ‘Close West’. ¿Has evitado hacer un disco tranquilo, a pesar de contar con instrumentos de viento?
Sí, seguro. Antes que grabar con vientos lo que quería hacer era tocar con un grupo. Es el mismo grupo de la gira anterior, un grupo de rock con el que no había aprovechado bien la sensación de energía, la fricción. Además, lo suave de los vientos puede estar contrastado por las guitarras y por la escritura, que puede ser muy disonante. Me interesa el contraste entre la electricidad y la calma.
Tu sonido siempre ha sido afilado, oscuro, no tan pop…
¿Cómo gótico, quieres decir?
No tanto. Me refiero a que suele contener la idea de tensión…
Me gusta esa idea, pero siempre he preferido la idea de violencia contenida sobre la de una explosión de rabia. Pero sí, la tensión siempre está presente.
¿Por qué te interesan tanto los contrastes? Hay gente que no se dedica tanto a ello…
No sé… Para mí es simplemente es una forma de llamar la atención del oyente, de que esta no pare o baje, de que haya una verdadera escucha… Como autor, me interesa cuando algo va en direcciones opuestas, para mí refleja la búsqueda de la libertad creativa.
¿Y la contradicción, te llama la atención como concepto?
Un poquito. Soy muy relativista, relativizo todo, quizá demasiado. No aguanto las cosas que van sólo en una dirección. Las canciones, que en principio son cosas sencillas, es bueno que reflejen la complejidad de la realidad.
Has hablado mucho de la luz en este disco…
¿Seguro? (risas)
¿Es tan importante en él? ¿En qué momento te diste cuenta de que era un tema?
Sí es importante, porque ilustra esa idea de luminosidad. El título implica la búsqueda de la luz. El tema es más la búsqueda de la luz que la luz en sí. La idea vino de manera progresiva porque salía en muchas canciones. Quiero que el sonido sea generador de imagen y cuando se habla de imagen se habla de la luz. Para mí es finalmente como una generación de imagen.
¿Centrar todo el disco en la búsqueda de la luz fue algo progresivo?
Sí, sobre todo en lo musical, pero no todas las canciones hacen referencia al tema de la luz, porque cuando dices varias veces la palabra «luz», luego te prohíbes volver a hacerlo.
¿De qué letras estás más orgulloso?
Quizá de ‘Loin du soleil’ porque es un poco diferente. Trata de la angustia que invade al personaje. Luego, las dos últimas. ‘Le convoi’ es un viaje metafórico, como una muchedumbre de la que no se sabe muy bien si están vivos o muertos y representa una fuerza colectiva. La última, ‘Par les lueurs’, está relacionada con lo sagrado pero sin implicar la idea de religión ni de Dios, algo que puede parecer paradójico pero de lo que me gusta el sentido de evidencia que tienen las cosas. Me gusta mucho el tema y la forma de expresarlo musicalmente, en adecuación.
¿Has evitado el concepto cantautor de hombre con guitarra, al menos como lo solemos entender en España, o te has interesado por diferentes estilos simplemente por inquietud?
No, yo creo que esa figura a la que te refieres es muy española, me considero autor de canciones y cantante, es un conjunto. Ser músico me importa poco. Lo importante para mí es escribir canciones. No estoy atado a la idea de cantante folk, prefiero poner mi voz en diferentes contextos.
¿No crees que necesites hacer cosas diferentes, más que otros artistas?
Me busco de manera permanente y cada vez que saco disco busco soluciones puntuales para esa búsqueda. No tiene que representar mis gustos cada vez, pero sí puede ser un buen resumen de mi discoteca.
¿Te cansa estar en España y que te todo el mundo te pregunte por Sarkozy, el folk francés, etc…? ¿O te ves muy francés?
Pienso que soy muy francés en la manera de cantar, y en el sonido de la voz. No busco escapar de mi origen y de mi destino pero el tema de la percepción es delicado porque sólo una persona fuera te puede definir, y yo no me veo desde fuera. Luchar contra estereotipos es una pérdida de tiempo pero no me gusta la idea del cliché.
¿Y te cansa el tema político, que te pregunten por él?
¡Sí, sí, seguro! Sí que molesta un poco, pero es particular en el contexto de las elecciones que acaban de suceder. Me habría sentido peor si me preguntan con el antiguo gobierno. No tengo un dicurso político interesante como para alargar el tema, tengo que pensar lo que tengo que decir.
He leído en tus entrevistas que tus discos favoritos de tu carrera son los tres últimos, ¿es así?
Sí.
¿Y ‘Auguri‘ te ha cansado? Es un disco muy querido en España.
‘Auguri’ me gusta mucho, pero lo que me gusta de los tres últimos es que los discos tienen canciones que están mejor articuladas entre sí. En ‘Auguri’ son como una colección convincente, pero no hay una idea global.
¡Sí que la hay!
(risas) Son partes como en mal orden.
También has dicho que en los últimos discos has tenido más libertad, ¿a qué te refieres?
Sí, antes me parece que estaba aprendiendo en cuanto a producción, tenía mucha falta de confianza en los estudios. Hay cosas que me gustan en los primeros discos pero creo que he necesitado seis para llegar a estos en los que estoy contento al 80% por ciento. Es un sentimiento muy subjetivo y no está vinculado con la libertad creativa. Lo que pasa es que no sabía qué hacer con ella.
¿En Francia ‘Auguri’ es tan importante o está más repartida la cosa?
No tanto, no es una sensación tan fuerte en Francia y otros países donde están difundidos mis discos. Sí fue un disco importante en mi carrera pero el momento clave se considera ‘Les memoires neuves’, que se considera un punto de partida y también ‘La musique’. En España se me descubrió con ‘Auguri’ porque hay unos temas muy fuertes, la relación con las guitarras es muy convincente y la gente en España es muy sensible a esto.
¿Cómo será tu concierto en San Miguel Primavera Sound? ¿Con qué formato actuarás?
Sólo tocaré el último disco porque todos los músicos, que son diez, estarán allí y las canciones han sido escritas para el quinteto de viento en conjunción con la banda de rock de la gira anterior. No hay tiempo para implementar otros temas para el quinteto. Este es un proyecto global hecho sólo para los músicos y sólo por un tiempo limitado que a partir de agosto se acabará. Entonces los directos serán una fórmula de cinco, sin los vientos como el tour precedente, menos electrónico y con una energía yo creo que muy muy rock. Puedo sentirlo. Cuanto mayor me hago más electricidad necesito.
Has hecho un libro sobre tu infancia, te ha llevado mucho tiempo escribirlo, ¿por qué? Tus letras suelen estar muy cuidadas.
Es un ejercidio que no tiene nada que ver con las canciones y que me ha inhibido bastante. He dudado mucho antes de ponerme a escribir, porque detesto la idea de un cantante que escribe. Quita credibilidad a un proyecto literario, porque normalmente escribes sobre cosas que conoces bien, en este caso la música, pero yo quería evitar eso. Cuando escribes una canción piensas más que nada en el sonido porque la finalidad es la música. La música para mí es un arte que va muy relacionado con los demás, es un encuentro con los músicos, hay una perspectiva de trabajo a en común. En el libro estás solo frente a ti mismo, sobre todo si hablas de tu vida. Quería que fuera un trabajo completo, y que tuviera una idea de perfección que no busco en la música.