Cuando se publicó el primer avance del último disco de Justin Bieber, comenzaron a saltar las alarmas de sus detractores. ‘Boyfriend’ no era la bomba, pero su producción urban y su melodía, hacían de él un «guilty pleasure» irresistible. Entonces empezaron las comparaciones. Con Justin Timberlake retirado de la actividad musical desde hace unos años, va siendo hora de buscarle un sustituto. Y para el propio Bieber es una buena referencia, un buen modo de alejarse de su imagen de chiquillo que canta, producto fabricado para humedecer a una serie de adolescentes desquiciadas. Timberlake representa esa línea entre lo comercial y la música de calidad, el ídolo adolescente que crece y se gana el respeto a través de su música. Y precisamente de eso va ‘Believe’, de hacernos “creer” que el muchacho se esfuerza por que lo tomemos en serio.
Lo de Timberlake es la opción más fácil, pero hay aspiraciones más altas. La utilización de un sample del tema de 1972 ‘We’ve Got A Good Thing Going’ de Michael Jackson en ‘Die In Your Arms’, no es gratuita. La producción de Rodney Jerkins, al estilo de la Motown, es excelente, y el tema resultante es de lo mejor del disco, pero le queda mucho camino a Bieber para autoproclamarse Rey del Pop.
Como es obvio, aparte de Rodney ‘Darkchild’ Jerkins, al chaval le han rodeado de la flor y nata de la producción actual. Aunque en este caso con resultados desiguales. Diplo co-produce ‘Thought Of You’, el que es, a fecha de hoy, posiblemente su trabajo como productor menos interesante y con menos personalidad. Kanye West no aparece por ningún lado, como nos prometieron, pero sí le presta a Hit-Boy, productor de confianza de la casa, responsable de ‘Niggas In Paris’, por ejemplo. El tema que resulta, ‘Right Here’, cuenta con la pequeña aportación de Drake y podría pasar por un tema R&B del propio rapero. Incluso se recupera a Babyface, que compone y produce ‘Catching Feelings’ después de haber hecho lo propio con ‘Best Thing I Never Had’ en el último de Beyoncé. Un poco de R&B meloso con olor a los noventa, al que se une también una pequeña concesión a una especie de dubstep -porque está de moda-, en ‘As Long As You Love Me’.
El resto incluye ‘All Around The World’, ‘Take You’ y ‘Beauty And A Beat’, esta última responsabilidad de Max Martin y con la colaboración de Nicki Minaj. Canciones de corte abiertamente dance, bastante innecesarias para un artista que consigue colocar cualquier cosa en los puestos más altos de las listas de medio mundo, y que lo emparejan con quien definitivamente Bieber tiene más puntos en común: su mentor, Usher, además productor ejecutivo del disco.
Para cerrar se reserva un trío de temas bastante insustanciales, incluyendo el corte titular, mucho más cercanos al sonido de su primer disco que al artista adulto que nos han querido vender. Más interesantes son los temas extras de la edición deluxe. Entre ellos, hay que prestar especial atención a ‘Maria’, la canción dedicada a la fan que le acusó de ser el padre de su hijo: como si Timberlake se hiciese un ‘Billie Jean’.
Entre aciertos y desaciertos, lo que tendría que ser un relevo de Justin a Justin, de Timberlake a Bieber, se queda en un paso más en la carrera del adolescente. Aún le queda mucho para llegar a la altura del autor de ‘FutureSex/LoveSounds’, aunque por momentos no vaya tan desencaminado. Es posible que en algunos años estemos hablando de la ahora estrella infantil en otros términos…
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Boyfriend’, ‘Die In Your Arms’, ‘Right Here’
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