Los felices que aún no han terminado las vacaciones, las empiezan o disfrutan con la vuelta al cole, se lo van a pasar pipa con este gran ejercicio de desarrollo mental que contiene pequeñas dosis de melancolía. En un tiempo de derribos y recortes, la editorial barcelonesa Blackie Books hace gala de un derroche de ideas imposible de catalogar o incluso de comentar. Tan abrumador como intentar analizar alguna de las últimas producciones del oscarizado José Luis Garci.
Se trata de un cuaderno para adultos atestado de ejercicios, en algún caso demasiado sesudo, pero de lecturas cortas, curiosas y animistas, con tests adictivos e ingeniosos plagados de sentido del humor y pasatiempos en el sentido más literal de la palabra, con sopas de letras, crucigramas, laberintos y adivinanzas. Un juego que cuenta con la adrenalina de las ilustraciones e infografías de Cristóbal Fortúnez y divido en 8 materias: música, ciencia, nostalgia, cine, literatura, corazón, deporte y España.
Todo es posible para desmantelar el casi irreparable trauma de los cuadernos de “Vacaciones Santillana” y sus secuelas, y captar la atención del lector, que logra disfrutar del mismo modo que lo han debido de hacer sus autores, con Daniel López Valle al frente de todos los ejercicios. Descubrirás que de las materias que crees dominar no sabes tanto y que de las que no conoces en profundidad sabes más de lo que piensas, reactivando la actividad cerebral (esa cosa tan de moda desde hace unos años en juegos tipo Brain Training), y en ocasiones cerca de la provocación.
Y es que esta obra que es frecuente encontrar agotada en tu librería favorita porque está arrasando, se atreve a incluir pruebas del tipo “ordenar actores y actrices por su masa muscular (ellos) o por el tamaño del pecho (ellas)”; a recuperar en la materia “nostalgia” frases de anuncios casi olvidadas; a listar las putadas en el Siglo de Oro de la literatura entre Cervantes, Lope de Vega, Góngora y Quevedo; o a descubrir mensajes ocultos en la cara del presentador Jordi González, tras unir con bolígrafo puntos numéricos. Un cortocircuito que aleja tópicos, da mucho juego, funciona en su conjunto tanto en su lado serio como en el más alocado y mantiene el ansia para ese segundo volumen que cabe esperar. 9.