La carrera de Hüsker Dü fue una de las más brillantes del hardcore punk y rock alternativo americano de los años 80, pero el fin de aquella mítica banda no supuso que se silenciara una de sus dos voces principales y a la postre, su cabeza más visible. Ya fuera con Sugar a principios de los noventa o en solitario, Bob Mould es un currante. Apenas se le ha visto descansar desde que entró en el mundillo hasta el día de hoy y además de reunir a los citados autores de ‘Copper Blue’ (1992), él ha seguido sacando discos bajo su nombre.
Sus dos últimos álbumes, ‘District Line’ (2008) y ‘Life And Times’ (2009), mostraban un regreso parcial a terrenos más rockeros tras dedicar un tiempo a experimentar con otro tipo de sonidos. La confirmación de que el rock según Mould está para quedarse llega con su último largo ‘Silver Age’, porque si ya se le veían intenciones de pegar duro con cortes pretéritos como ‘Stupid Now’ o ‘Argos’, ahora los golpes son certeros y van directos al estómago.
Con una formación de lujo en la que destaca la batería de Jon Wurster (Superchunk), Bob ha cronometrado su último discurso en 38 minutos de los cuales no sobra un segundo. Es envidiable el estado de forma en el que se encuentra, porque hay muchos músicos que suelen relajar la marcha a su edad, pero él comienza enérgico a más no poder y casi sin respirar despacha la primera mitad del álbum, con canciones a destacar como ‘Star Machine’, ‘The Descent’ o el tema titular. Suenan veloces, con muchísima chicha y nunca faltas de melodía. Vamos, lo que siempre nos gustó de discos como ‘New Day Rising’ o ‘Flip Your Wig’. Es fácil meter el turbo, pero lo difícil es que aun con ello la canción quede de una redondez digna del pop.
En ‘Steam Of Hercules’ reduce las velocidades y eso no es malo, pues no olvidemos que el contraste de sabores y texturas siempre hace disfrutar mejor un manjar. Tampoco pensemos que se ha quedado sin fuelle a la mitad, que en ‘Fugue State’ y ‘Round The City Square’ vuelve con toda la fuerza. Además de las canciones, uno de los factores para que este disco esté entre lo mejor de su archivo es la labor de producción, en la que se combina una crudeza que te hace sentir todos los instrumentos en tu cara, pero que realza las canciones, haciéndolas sonar grandes sin recargarlas de demasiados artificios. Mould siempre ha ofrecido trabajos talentosos, así que ya estamos acostumbrados a esperar algo bueno de él, pero esta vez su habitual empeño ha resultado en un álbum mejor aún si cabe.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Star Machine’, ‘Silver Age’, ‘The Descent’, ‘Fugue State’, ‘Round The City Square’
Te gustará si te gustan: Hüsker Dü, Sugar
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