David Foenkinos es el autor de moda en Francia. Su anterior novela, ‘La delicadeza’ (2011, Seix Barral), se convirtió en un fenómeno editorial, vendiendo miles de ejemplares y consiguiendo multitud de premios. El éxito le permitió debutar como director de cine. En 2011 adaptó su propia novela en una película protagonizada por Audrey Tautou.
¿Revelación o timo? Después de leer su última novela: revelación absoluta. Foenkinos ha vuelto a demostrar con ‘Los recuerdos’ (2012, Seix Barral) que maneja como nadie los sentimientos. El escritor parisino (gran fan de Milan Kundera) tiene un talento extraordinario para exponer con claridad y ligereza (es de esos libros para leer de un tirón una tarde de domingo) temas de profundo calado emocional. Resulta admirable su capacidad para no caer nunca en la sensiblería, combinando con gran habilidad el humor y la melancolía.
Narrada en primera persona, ‘Los recuerdos’ cuenta la historia de un joven aspirante a novelista que a raíz del fallecimiento de su abuelo empieza a plantearse su relación (o la falta de ella) con su familia y los que le rodean. Una muerte que le remueve por dentro y le hace sentirse en deuda sentimental con su abuela, a la que empieza a visitar con más frecuencia y a la que ayuda en su “huida hacia la felicidad”.
Un relato que se ve interrumpido por pequeños recuerdos, pedazos de memoria sobre las vidas de aquellos que han tocado de una u otra forma la del protagonista: desde un pintor aficionado o el dependiente de una gasolinera hasta Nietzsche o Serge Gainsbourg, desde un beso o una película (‘El padrino’) hasta su hijo o sus propios padres. El equipaje cultural y sentimental que portamos en nuestro viaje existencial. 8,5.