El 6 de diciembre de 2012 fue la fecha marcada en el calendario para la entrada de Metallica en las librerías de Spotify. Una semana después las ventas de discos de la banda habían descendido en un 15% y la segunda semana un 35% según las cifras de Billboard.

El manager de la banda Cliff Burnstein habla sobre esta caída de ventas en el New York Times: «hay un punto en el que habría un 100% de canibalización, y estaríamos ganando más dinero mediante los servicios de streaming. Este punto se calcula aproximadamente en los 20 millones de subscriptores a nivel internacional».

Como demuestra el caso, aunque los servicios de música en streaming son una apuesta de futuro, todavía no han conseguido encontrar la armonía perfecta con el mercado de la distribución física, que como mínimo en España está pasando por una dura caída. La fuerte subida del streaming aún no ha servido para equilibrar el mercado, aunque estaría en vías según el mánager de Metallica.