Adam Green y Binki Shapiro no se acuerdan de dónde se conocieron, pero lo que sí saben es que no fue durante la gira en la que él ejerció de telonero de ella en Brasil, donde triunfaba con su banda Little Joy, gracias a su propio encanto y a su vez ayudada por el origen de Rodrigo Amarante y la presencia de un Strokes en la formación, Fabrizio Moretti. El disco de Little Joy era bastante mono y siempre han estado llenos de grandes melodías y curiosidades los de Adam Green, pero este debut conjunto no es exactamente lo que habría cabido esperar de la suma de los dos, aunque se le parezca bastante.
Cuentan en las entrevistas que, debido a amistades comunes como los mismos Strokes, Adam y Binki se sonaban de vista desde aproximadamente 2008. Sin embargo, no fue hasta una tarde de unos cuantos años después cuando a Green se le ocurrió montar algo juntos, le mandó un sms a Binki y esta respondió inmediatamente que OK mientras embarcaba en un avión. Adam tenía pensado el esqueleto de unas cuantas canciones, pero al final el proyecto se convirtió en colaborativo, con cada uno aportando letras sobre sus respectivas rupturas sentimentales recientes, y también sobre otras cosas, pensando en situarse en el lugar del otro, desde la perspectiva que da la distancia (Binki vive en Los Ángeles, él en Nueva York).
Como consecuencia de ello, ‘Adam Green & Binki Shapiro’ es el disco más relajado y menos abstracto que Adam Green, siempre pendiente de imágenes rocambolescas y casi siniestras, nos debía desde hace tiempo como crooner. No significa que estemos ante un álbum que resulte triste por su carácter introspectivo, de hecho no prescinde de cierto sentido del humor («seré más una mujer que una señora, si quieres», canta ella en ‘If You Want Me To’, o «eres como yo en modo «fast forward», en la misma canción). Sin embargo, sí contiene algunas canciones más puras, casi preparadas para el Día de San Valentín, con el que por los pelos no coincide en su salida al mercado.
A la cabeza de esas canciones encontraríamos pistas tan explícitas como la balada ‘Casanova’, más bonita por su melodía que por aquello que cuenta; ‘Pity Love’, con un fantástico Adam Green quejándose de que «todos nos engañamos mutuamente»; o el delicado single ‘Here I Am‘, que abre el disco. No siempre se cubren las expectativas y, por ejemplo, ‘What’s The Reward’ no logra sonar más moderna que una canción 46 años más vieja, ‘Some Velvet Morning’ de Nancy Sinatra con Lee Hazlewood. Sin embargo, el productor Noah Georgeson sí parece haberles cogido el punto perfectamente en ‘Nighttime Stopped Bleeding’, usando el punto folk, psicodélico, clásico y alternativo justo como para que esta nueva aventura resulte curiosa y coherente con el resto de sus carreras.
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Casanova’, ‘Pity Love’, ‘Here I Am’, ‘Nighttime Stopped Bleeding’
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Escúchalo: Deezer