David Bowie / The Next Day

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David Bowie / The Next Day

Muchos (aunque algunos digan ahora que ellos lo sabían porque llevan años descifrando los enigmas que Robert Fripp y Tony Visconti desgranaban en sus cuentas de Twitter) nos hemos visto sorprendidos por la reaparición de Bowie tras diez años de retiro discográfico. La sorpresa se tornó excitación al escuchar los dos temas que han servido de avance para este ‘The Next Day’, unos ‘Where Are We Now?‘ y ‘The Stars (Are Out Tonight)‘ que nos dejaban pegados a nuestros asientos de la pura emoción al encontrar de nuevo todo ese poder que la figura del Duque Blanco era capaz de desplegar en sus mejores momentos. Y su portada, en una jugada maestra digna de reverencia, atesora el leitmotiv del vigésimoquinto álbum de estudio de David Robert Jones: un gran cuadrado de color blanco cubriendo su cara en la portada de su mítico ‘Heroes’ que nos dice «fui aquel artista y, aunque ya no soy el mismo, sigo aquí».

En esa línea incide también el primer single del álbum. Esta emocionante y atemporal balada, que crece sin cesar, evoca sus recuerdos de la era en que vivió en Berlín (y que tuvo como fruto una histórica trilogía discográfica), pero situándose con rotundidad en el presente desde su mismo título y esa poderosa coda final que derrite con su «mientras quede yo, mientras quedes tú». En cada corte de ‘The Next Day’ podemos encontrar varios de estos autohomenajes a su pasado, con incontables ejemplos: en el ya conocido y magnífico segundo single, ‘The Stars (Are Out Tonight)’, diversos pasajes nos remiten a ‘China Girl’ o ‘Let’s Dance‘; los coros del corte titular, que además abre el álbum, nos remiten al glam enérgico de ‘Diamond Dogs’; el clasicismo travestido, a lo ‘Absolute Beginners’, emerge en ‘Valentine’s Day’; el prog-rock de ‘If You Can See Me’ recuerda los esfuerzos por contemporaneizarse de ‘Outside’.

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Pero, lejos de ser pobres ejercicios nostálgicos, son ráfagas de su propia historia que muestran su vigencia en un contexto actual. En una decisión a la altura de su grandeza, Bowie pone en valor su legado haciéndolo sonar tan contemporáneo como genuino. La impresionante labor de producción de uno de sus más fieles colaboradores a lo largo de todos estos años, Tony Visconti, tiene mucho que ver. Además de equilibrar el eterno sonido de saxo en los discos de Bowie con unas afiladas guitarras, obra de Gerry Leonard y David Torn, perfectamente soportadas en el músculo de la recurrente base rítmica, Gail Ann Dorsey y Sterling Campbell, Visconti ha sabido dotar el conjunto de vigor y actualidad. Con ese soporte, el artista británico se ha atrevido incluso a introducir matices poco frecuentados en su discografía, como los aires a Tom Waits con los que arranca ‘Dirty Boys’, con notable éxito.

La ansiada reconciliación con lo mejor de sí mismo, que Jones llevaba esquivando un par de décadas en una línea tan valiente como poco atinada artísticamente, llega pues en este ‘The Next Day’. Tras diez años de espera y con esa certeza, unido a lo satisfactorio de los singles previos, es fácil caer en un entusiasmo desmesurado y querer incluirlo desde ya entre sus mejores álbumes. Sin embargo, no podemos lanzar las campanas al vuelo: es un álbum con ciertos puntos flacos. Especialmente en el tramo central, hay cortes como ‘Boss Of Me’, ‘I’d Rather Be High’, ‘Dancing Into Space’ e ‘If You Can See Me’ (personalmente, encuentro cierta reminiscencia a los primeros Tortoise aquí) que, aun dentro de una total coherencia, no pasan de fillers de alto nivel.

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Pero eso solo indica que, de haber impuesto cierta mesura en el minutaje, sí podríamos hablar de un nuevo clásico del de Brixton. Porque el resto de ‘The Next Day’ es altísimo. La vibrante y poderosa ‘Love Is Lost’, la energía rockera del corte titular enlazada con el poso soulero de ‘Dirty Boys’, una ‘How Does The Grass Grow’ que parece revisitar los tiempos de ‘Let’s Dance’, el himno rock ‘(You Will) Set The World On Fire’, la preciosa torch song ‘You Feel So Lonely You Could Die’ recuperando el espíritu de ‘Hunky Dory’ y el sombrío pero excelso final con ‘Heat’, con Bowie metido en la piel del Scott Walker, sumados a los singles, conforman un conjunto con el que pocos ya soñaban que saliera de la mente del creador de Ziggy Stardust. Y, como remate, se acompañan de unas letras en las que se mira al pasado, al presente (la efervescencia de las protestas globales de los últimos años se intuyen como inspiración) y al futuro (la confrontación con la muerte es un tema recurrente en el disco) de manera serena y preclara.

La mera intención de ser un autohomenaje al icono (no solo musical) que lleva siendo durante décadas habría sido suficiente para recomendar este ‘The Next Day’ como perfecta introducción para unas nuevas generaciones que ni siquiera eran adolescentes cuando se publicó ‘Reality’, su disco predecesor. Pero es que, aun sin alcanzar el nivel de sus álbumes más cruciales, se trata de un álbum soberbio capaz de satisfacer a sus más exigentes seguidores, un regreso a la altura de su leyenda, al fin.

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Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Where Are We Now?’, ‘The Stars (Are Out Tonight)’, ‘Love Is Lost’, ‘Heat’, ‘You Feel So Lonely You Could Die’
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Escúchalo: iTunes, Deezer

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