Rusos Blancos / Tiempo de nísperos

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Rusos Blancos / Tiempo de nísperos

Rusos Blancos van en serio. Si cuando se empezaba a hablar de ellos prometían que su debut saldría al mercado autoeditado o como fuera, sólo dos años después de aquel ‘Sí a todo‘ llega el segundo largo, que en realidad han planteado como si fuera el primero, ya que aquel contenía temas extraídos de un par de EP’s. ‘Tiempo de nísperos’ ha vuelto a confiar la producción a Paco Loco y, como contaron en su diario de grabación, habla «de la insatisfacción, del miedo al fracaso y del miedo al éxito, de si es mejor vivir persiguiendo algo con la falsa esperanza de que llene un vacío, o alcanzarlo y descubrir que ese vacío no se puede llenar».

El juego entre la frustración y la consecución de algo, pero casi siempre con un punto ácido, se convierte definitivamente en marca de la casa en estas nuevas canciones. Una de las más contundentes recibe el título de ‘Orfidal y caballero’ y a pesar de la repetición de su estribillo «soy un hombre triste / triste, triste de verdad» no puede tener un arranque más glorioso, alimentado por la presencia de violines, violas y violonchelos invitados. También su título otorga un aire festivo a ‘Oro, disfruto’, en homenaje a un personaje de Gran Hermano, pero en realidad una canción sobre la incapacidad de «disfrutar de nada en realidad», que apenas contiene más letra que la insistencia en ese estribillo y que cuando este cede es para contar infortunios de la cotidianidad tan desolados como «tengo tantas ganas de verte… las pierdo cada vez que estoy contigo» o «tengo tanto miedo a la muerte que no soy feliz».

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La contradicción entre lo incómodo de lo que se cuenta y la transmisión de todo lo contrario también aparece en el single ‘Baile letal 3’, una estampa surrealista ahijada en temática de ‘Tus padres, tu novio, tú y yo‘ que comienza con un angustioso pero divertido «todos tus viejos novios / en una pista de baile / bailando por tu amor», mientras suena un ritmillo disco que lleva a los participantes a bailar por gusto en esa pista imposible por la que pasan flautas de lo más pizpiretas. También llamativas resultan ‘Bonito cortejo’, que ha sido bautizada por el productor del disco como una «rumbita a lo Robert Smith», el posible single ‘Hogareña’, o las contribuciones del guitarrista Iván Jávega, como la planetera ‘La playa de los locos’.

De manera significativa, el grupo ha decidido abrir ‘Tiempo de nísperos’ con aquella canción que partía de «una clínica de venéreas» y que resume el espíritu del disco mejor que la irregular canción final -como pretendían en principio-. ‘Dudo que el amor nos salve‘, de estribillo tan irresistible como ambiguo (ese «todo arde» que puede ser interpretado para bien o para mal), supone, además de un espléndido resumen de lo que encontraremos en este largo («ya es tarde para que el amor nos salve, y aun así, no paramos de buscar», dicen), uno de los mayores logros instrumentales del grupo. Con esta pista y especialmente toda la primera mitad de este disco, el sólido repertorio tragicómico de la banda sigue apuntando alto.

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Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Baile letal 3’, ‘Orfidal y caballero’, ‘Dudo que el amor nos salve’
Te gustará si te gusta: La Costa Brava, Carlos Berlanga, Hombres G, Los Planetas
Escúchalo: Deezer

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