Cuando a finales de 2011 nos enganchamos a ‘Come Save Me‘, Jagwar Ma parecía aún algo embrionario, casi amateur, por magnético que resultara ese «cóctel de pop 60s (…) aliñado con toques de electrónica a lo Cut Copy o Caribou», como decíamos entonces. Sorprendentemente, el proyecto del australiano Jono Ma (ex Lost Valentinos, un grupo que estuvo en la órbita Kitsuné) se ha ido consolidando con la incorporación definitiva de Gabe Whitfield (también miembro del grupo Ghostwood) en las labores vocales.
Juntos, y con la ayuda del productor Ewan Pearson (famoso por sus remezclas para Pet Shop Boys, Franz Ferdinand, The Rapture o Feist), han ido mostrando que Jagwar Ma podían ser algo muy serio. Primero con ‘The Throw‘, un corte aún más bombástico (si se nos permite el anglicismo) e hipnótico (especialmente en su versión extendida), y después con ‘Man I Need‘, de nuevo con clara inspiración psicodélica pero pegadizo y bailable. La comparación de «unos Tame Impala producidos por los Dust Brothers» nos sirvió en ese momento, pero tras enfrentarnos a ‘Howlin’ nos parece que la etiqueta se ha quedado pequeña. Tras varias escuchas, parece clarísimo que estamos ante el relevo, más de dos décadas después, de ‘Screamadelica‘.
Eso no supone en absoluto que Jagwar Ma pretendan imitar a los Primal Scream circa 1991. Por ejemplo, ‘Howlin’ carece del todo del gran poso soul, gospel y rhythm & blues que sí tenían canciones como ‘Come Together’ o ‘Movin’ On Up’. Pero sí que hay una evidente conexión con la psicodelia de ‘Slip Inside This House’ o ‘Inner Flight’. Tampoco podemos comparar la producción del maestro Andy Weatherall con la de Ewan Pearson, pero también parece claro que el componente dub juega un papel muy importante en ambas obras. Parece obvio que Jagwar Ma están mucho más convencidos del carácter hedonista de sus canciones. Estamos, pues, no ante un émulo sino ante un descendiente que retoma la herencia recibida y la pone en valor, actualizada a los gustos de 2013.
Quizá podamos acusar a Jagwar Ma, por lo expuesto en el párrafo anterior y porque nombres como Cut Copy, Tame Impala o MGMT asaltan de vez en cuando durante su escucha, de no ser demasiado originales. Pero, una vez más, esa cualidad ve diluida su importancia cuando un álbum es, como este, irreprochable en casi todos sus aspectos. La fantástica secuenciación sabe sacar tajada del fulgor de sus singles previos, estratégicamente repartidos, para no decaer en ningún momento. Porque, al lado de estos, la solidez de ‘Howlin’ se sustenta tanto en una introducción inmejorable, ‘What Love’, como en ‘Four’ (cara B de ‘The Throw’), ‘Exercise’ y, sobre todo, ‘Uncertainty’ (apostaría algo a que podría ser el próximo single), tres cortes apasionantes que ahondan en la faceta hipnótica y espiritual del baile, una invitación a la euforia. Ornamentando el conjunto, canciones decididamente retro, aunque ancladas firmemente al presente, como ‘That Loneliness’, ‘Let Her Go’ (¿The Stone Roses? No, The Troggs) y ‘Did You Have To’, tres preciosidades que amplifican la variedad y la calidad de su propuesta. La suave y envolvente ‘Backwards Berlin’ (en referencia a la actual ciudad de residencia de Jono) resulta un final balsámico muy apropiado.
Quizá erremos, pero el debut de Jagwar Ma tiene ese aroma a álbum de los gordos, de los que van ganando adeptos poco a poco y llegan a convertirse en un monstruo (ya empiezo a imaginarme la que se puede liar con ellos en algún festival, a poco que atinen en directo). A veces uno duda si dejarse llevar por el entusiasmo que un disco tan rotundo y disfrutable despierta en las primeras escuchas. ¿Tendrá truco? ¿Esta fórmula dará para evolucionar? Culpemos al incipiente calor, al ansia de algo fresco, pero pienso que privarse de algo tan atractivo y satisfactorio como ‘Howlin’ por esas cuestiones sería imperdonable.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘The Throw’, ‘Man I Need’, ‘Come Save Me’, ‘Uncertainty’, ‘Let Her Go’
Te gustará si te gustan ‘Screamadelica’, Tame Impala, Cut Copy
Escúchalo: en Deezer