Janelle Monáe regresa con las partes 4 y 5 de la historia de Cindy Mayweather, el androide mesiánico al que ha dado vida y, con ella, a toda una fantasía de ciencia ficción futurista ambientada en la distópica ciudad de Metropolis del año 2719. En estas dos suites, reunidas bajo el título de ‘The Electric Lady’, Monáe sigue reflexionando sobre la idea del “otro” dentro de una sociedad marginadora y cada vez más deshumanizada, producto de su obsesión por la evolución tecnológica, pero en esta ocasión lo hace centrando su interés en la figura femenina como sujeto de marginación social elevado al cubo: Cindy Mayweather ya no es únicamente una mujer negra, sino también una mujer negra homosexual. ¡Pobre señor Greendown!
‘The Electric Lady’ nace de la obsesión de Monáe por dibujar en su lienzo siempre la misma silueta femenina después de sus conciertos y con él Monáe pretende ambiciosamente ponerle “banda sonora a la era Obama” y, en especial, trazar un nuevo modelo de mujer del siglo XXI capaz de liberarse de la opresión machista y de los prejuicios. “Siempre animo a las mujeres a quererse a sí mismas”, comenta Monáe a Stereogum, “y a ser el cambio que quieren ver y a aceptar las cosas que las hacen únicas aunque a los demás les incomode”.
Todo este discurso conecta estupendamente con la música de Janelle, pues igual que el feminismo, la música soul identifica y une a toda una comunidad ante los problemas contra los que ha de luchar cada día. El mérito de Monáe no reside pues en haber renovado el R&B -aunque esas sean sus intenciones, todavía le queda camino para eso- sino en haber sabido actualizar un género como ese a nuestros tiempos, sin descuidar ni su concepto ni su discurso y, sobre todo, haciéndolo con la inteligencia, la sensibilidad y el talento de un absoluto genio.
Así que no cabe esperar de ‘The Electric Lady’ un paso más allá respecto a ‘The ArchAndroid’. Este no es disco innovador y los homenajes y referencias a talentos del pasado tanto en la música como en las letras son numerosos. Sin embargo, ‘The Electric Lady’ es un trabajo exquisitamente compuesto, arreglado, producido e interpretado, que incluye a grandes artistas invitados y grandes canciones aunque no históricas, sí lo suficientemente buenas como para que un disco de 19 pistas no termine haciéndose pesado.
Y es que ‘The Electric Lady’ funciona entero por varios motivos. Uno de ellos es que, como obra conceptual, su desarrollo está perfectamente definido. El disco, como el anterior, está dividido en dos suites, cada una introducida por sus respectivas oberturas, y en él aparecen de vez en cuando interludios de un programa radiofónico imaginario que hacen la escucha muy entretenida. Además, cada suite tiene un sonido característico y la segunda obertura enlaza ambas partes a través de la evocadora balada soul ‘Look Into My Eyes’ con asombrosa fluidez.
Otra de las razones es, por supuesto, la versatilidad de Janelle, tanto estilística como vocal. Monáe prueba un gran número de géneros diferentes con resultados la mayoría de veces muy buenos, y ya sea evocando a Stevie Wonder (‘Ghetto Woman’), a Michael Jackson (‘It’s Code’), a Outkast (‘Dance Apocalyptic’), a Marvin Gaye (‘What An Experience’) o tocando estilos como el góspel, el funk, el jazz o la banda sonora, logra adaptarse a todos de manera camaleónica, aunque las canciones en sí no sean siempre espectaculares.
Los “featurings” constituyen también un motivo, pues le proporcionan al disco carácter y dinamismo. Prince contribuye con su típico solo de guitarra y su peculiar falsete en ‘Givin’ Them What They Love’; la sedosa voz de Esperanza Spalding supone un hermoso contraste con Janelle en ‘Dorothy Dardridge Eyes’, y Miguel aporta el toque de sensualidad masculina en la convencional ‘Primetime’. Erykah Badu, en su álter ego de Badoula Oblangata, también hace una aparición estelar en el himno feminista ‘Q.U.E.E.N.’, antes de que Monáe cierre el tema con otro de sus talentos, el rap.
Quien no destaca por su colaboración es Solange, pese a que la canción en la que participa, ‘Electric Lady’, tiene el estribillo más inolvidable de todos. Se trata del gran éxito potencial de un disco con el que Monáe ha querido saldar su problema pendiente con las radios, razón por la cual se explicaría la falta de riesgo en estas canciones. Pero Janelle es un talento especial y con su espectacular concepto, ‘The Electric Lady’ cobra una dimensión mayor. Cuando Monáe canta “¡Vaya experiencia!”, el oyente solo puede asentir.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Givin’ Em What They Love’, ‘Q.U.E.E.N.’, ‘The Electric Lady’, ‘Look Into My Eyes’, ‘Ghetto Woman’, ‘Victory’
Te gustará si te gusta: Erykah Badu, Prince, Lauryn Hill, Roberta Flack
Escúchalo: VH1