V V Brown protagoniza con su nuevo disco una de las reinvenciones más extrañas de la historia del pop reciente. Su caso es similar al de Robyn, quien cortara hace años con su pasado teen para montar su propio sello y convertirse en la vanguardista del pop que es actualmente, pero el de Brown es más chocante por un motivo, pues no hace tanto que su nombre apareciera en la lista de posibles promesas británicas del 2009 con su enérgico sonido rock‘n roll y su imagen de princesita años 50. Tras cancelar la salida de ‘Lollipops & Politics’ porque, dijo, no era “lo correcto como artista”, la cantante se ha pasado a la electrónica.
Brown asegura que sus gustos han evolucionado y que ahora es fan de Fever Ray y sobre todo de Björk, a quien dedica ocho líneas de adoración en su entrevista con el Huffington Post. Dice, entre otras cosas, que la islandesa es todo lo que quiere «ser como artista” y “la reina de los artistas”. Brown continúa: “[Björk] es… la verdad, tío, es verdaderamente innovadora y sabe cómo conectar a la gente a través de la música. Pero no es pretenciosa. Tú no te sientas ahí y piensas “esto es guay”, sino que piensas “¡esto es arte!”».
Una escucha a ‘Samson & Delilah’ revela que estas declaraciones no son en vano. Brown ha pasado del rock ‘n roll a un electropop lúgubre, fantasmagórico, pero también inflado de épica y por lo tanto muy poco sutil. Los paisajes electrónicos en ocasiones presentan texturas industriales, como ‘Igneous’, o ambientaciones muy bellas, como ‘Beginning’. Tampoco parece casualidad que las dos primeras pistas del disco se titulen como dos sencillos del ‘Ray of Light’ de Madonna: ‘Substitute for Love’ y ‘Nothing Really Matters’. Las melodías son directas, pero la música tiene profundidad y deja huella. Para muestra, los singles ‘Samson’ y ‘The Apple’, pegadizos pero a su vez amenazantes.
Un buen resumen de ‘Samson & Delilah’ sería decir que suena como si la iamamiwhoami de ‘kin’ hubiese producido a Florence Welch, que ya es en sí un poco Kate Bush, como el baladón ‘Looking for Love’. Vocalmente, no obstante, Brown recuerda a veces más bien a Cher (‘Knife’) y otras muchas a Grace Jones (‘Nothing Really Matters’). Brown, de hecho, también es modelo, por lo que las comparaciones con la autora de ‘Nightclubbing’ ya son habituales. ¿Quién lo hubiera dicho en los tiempos de ‘Shark in the Water’?
La voz de Brown, sin embargo, resiste las comparaciones gracias a su fuerza y expresividad. En ‘Faith’ y sobre todo en ‘Knife’, por ejemplo, está espléndida. Sigue habiendo algo forzado en la grandiosidad de las melodías o las letras, en busca de una épica desgarradora que no parece muy honesta, pero musicalmente Brown sí ha conseguido un sonido interesante entre lo oscuro y lo accesible capaz tanto de envolver al oyente en su propio mundo como de entretenerle con buenos ganchos. ‘Samson & Delilah’ es, pues, un pequeño y prometedor triunfo para la libertad creativa fuera de las multis en el mundo del pop.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Nothing Really Matters’, ‘Samson’, ‘The Apple’, ‘Knife’
Te gustará si te gusta: iamamiwhoami, Björk, The Knife, Florence + The Machine
Escúchalo: Deezer