Hay una categoría en los Grammy para el mejor disco hablado y Obama y Bill Clinton tienen uno. Como para hacernos reflexionar sobre este extraño hecho, se ha publicado aunque solo de manera digital -lo suficiente como para llegar a la lista de ventas– una recopilación de 4 en Alicante, el metagrupo que en forma de radionovela ha aparecido en todos los lanzamientos importantes de Chico y Chica (marcando un punto de inflexión en ‘Status’ en el centro del álbum) y también en forma de regalo a través de su web.
Si tuviéramos que describir los últimos 15 años de la música, muchos hablarían de la explosión del folclore de cada uno (desde Estados Unidos a España), el neo-soul, el dubstep o la batidora multigéneros; pero también habría que hablar de la decadencia de la industria, de los falsos discos de platino entregados por copias distribuidas y no vendidas, de festivales organizados en condiciones muy malas, de mindundis de la noche con ínfulas de salvadores de la escena, de denominaciones de géneros cada vez más imposibles, de giras realizadas en condiciones miserables o de sellos que no pagan a los grupos las dietas o incluso las grabaciones correspondientes.
De todo ello y de mucho más han sabido reírse Chico y Chica a través de diversos alter egos tales como los cuatro miembros del grupo imaginario y también sus aledaños: Marieli del sello Vinilo Digital, la madre de esta y estrella del nuevo episodio (una precuela que viene muy bien para abrir el disco, «es el escenario de la desolación» es el nuevo «se están viviendo momentos realmente asquerosos»), la azafata Mireia de la Vega Março «your attention, please» desde la que volar nunca fue lo mismo (creo que mi personaje favorito), la enfermera tocapelotas de la Murcia pre-Klaus & Kinski y el inaguantable Tonine, entre otros, nos han dejado frases para el recuerdo que ríete tú del mundo Almodóvar. «Es como los 80, pero ahora», «me importa un pomelo», «qué éxito he tenido», «huele a tabaco, me encanta», «la calidad es mi motor» o «dj’s sí, dj’s no» han ido construyendo un pequeño pero fascinante micromundo del que es muy difícil salir, en una especie de costumbrismo cínico con el que sus muchos seguidores han empatizado con una fidelidad tamaño -no hay nadie que se llame así- «little monster».
De manera hilarante, se incluyen algunas de las canciones de 4 en Alicante (bueno y de Ranchero, luego echamos de menos ‘Tierras de Egipto’) en un segundo grupo. Entre ellas destaca poderosamente la inimaginable ‘Lyberty’, quizá una parodia de los himnos gays voluntarios o involuntarios que han surgido en este tiempo en el panorama independiente, desde las excelentes ‘Diferentes’ de Ellos a ‘Hidroboy’ de Hidrogenesse, pasando por material más olvidable tipo OBK, diva de ‘Operación Triunfo’ o ‘En plan travesti’, fiestas donde en su momento actuó el grupo asediado por un público que gritaba frases random extraídas de estos capítulos.
Muchos han intentado imitarlos desde el desparpajo y la comedia porque parecía fácil, pero no lo era en absoluto. Chico y Chica siguen a la cabeza del pop español a su modo particular, en tanto que son capaces de seguir creando sin mirar a ningún portal musical de moda. Esperemos que así siga siendo en nuevos episodios de esta genialidad.
Chico y Chica actúan el 15 de noviembre en el Ochoymedio de Madrid con L kan y el 21 de diciembre cerrando el aniversario de Razzmatazz en Barcelona.
Calificación: 8,1/10
Lo mejor: ‘Altos vuelos’, ‘Lyberty’, ‘Puntualísimo’
Te gustará si te gusta: reírte
Escúchalo: Deezer