Kwesi Sey no es un novato en el mundo de la música. Conocido por sus labores de producción para gente como The xx, Micachu –con quien comparte una amistad–, Hot Chip o incluso Damon Albarn, este veinteañero londinense conocido bajo el alias de Kwes., lanzó dos EP’s entre 2009 y 2012, el último de los cuales, ‘Meantime’, fue uno de los más prometedores de su año gracias a su interesante mezcla de ambientaciones extrañas y melodías con gancho. Ahora Kwes. publica al fin su álbum debut, ‘ilp.’, en el que el artista termina de dar forma a su característico “pop libre”, como él mismo lo define; un sonido en capas en el que canciones de esencia soul y R&B se bañan en un océano de sonoridades sintéticas y naturales, melodías introspectivas y muchísima reverberación.
Gran parte de lo que hace de ‘ilp.’ un disco tan cálido es la voz de Kwesi. Él, que no se decide a utilizarla hasta la creación de su segundo EP debido a su reconocida timidez (una de sus canciones se titula ‘bashful’), canta aquí más resuelto que nunca. Lo hace, eso sí, acompañado de un reverb fantasmagórico que, como Kanye West –quien sampleó a Kwes. para un tema de Pusha T– con su vocoder, Kwesi utiliza para difuminar sus sentimientos, haciéndolos sonar honestos pero también tan lejanos como un recuerdo borroso.
Acorde con eso, la producción del disco es bastante «de habitación» en el modo en el que Kwes. superpone diferentes sonoridades a lo largo del disco, en busca de paisajes sónicos subyugantes y ricos en color y textura. Tanto los ritmos metálicos de ‘hives’ como las palmas ralentizadas de ‘flower’ como el piano de ‘36’ poseen esa encantadora calidad DIY que un estudio profesional no hubiese logrado captar. Las melodías de Kwesi, además, y salvo alguna excepción (‘rollerblades’ es un poco Eliza Doolittle), son tan intuitivas como demanda el mejor soul. Cuando la inspiración y el talento se dan la mano para crear algo profundamente bello salen cosas como ‘flower’ o la fantástica ’36’.
‘ilp.’ es por lo tanto un disco de canciones, pero también extremadamente atmosférico y visual. ‘purplehands’ es opresiva en su tratamiento de las diversas texturas y los ocho minutos de ‘cablecar’ le dan a Kwes. tiempo para experimentar con sintetizadores, pianos, guitarras eléctricas y ruidos varios sin aburrir. Sin embargo, momentos como ‘chagall’ no resultan muy satisfactorios en su pretendida abstracción y cuando Kwesi se pone crooner de verdad, como en la sobrecogedora ‘broke’, es cuando resulta más interesante.
Y no es que él sea el primero que lo hace, pero el sonido de Kwes. es innegablemente especial. Sey, que sufre de sinestesia cromática (asocia colores a sonidos) desde los cuatro años, lo cual, dice, inspiró su amor por la música, ha dado probablemente por ese motivo con un estilo igual de peculiar que él y también igual de tímido: ‘ilp.’ es ante todo un disco introspectivo y sutil, un pequeño mundo apreciable al cien por cien solo con cascos y tan solitario como bello; un mundo que vale la pena visitar, pues deja huella.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘36’, ‘flower’, ‘broke’
Te gustará si te gusta: James Blake, The Weeknd, Baths
Escúchalo: Deezer