Trentemøller / Lost

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Trentemøller / Lost

TRENTE-lostEl tercer trabajo del danés Anders Trentemøller llega cambiando cualquier predisposición que se pueda tener de él, sobre todo tras el amargo sabor de boca que dejó el anterior ‘Into the Great Wide Yonder‘. Se siguen manteniendo los parámetros de electrónica sombría, una envoltura gélida que curiosamente no alcanzan las numerosas remezclas para otros que tiene en su haber; y tampoco faltan las guitarras que empezaron a aparecer en el disco anterior, mostrando su pasión por el rock siniestroide a modo de puente entre el minimal -que le impulsó en su debut ‘The Last Resort’- y la determinación actual de sonar como una banda, sin abandonar nunca el tratamiento ambiental inquietante.

Pero cuando la cosa se pone mejor es con el desfile de colaboradores. Una idea, la de recurrir a distintas voces para un disco de dj/remezclador, que aunque esté muy trillada no lo es tanto para Anders, si recordamos que las primeras composiciones del danés eran prácticamente instrumentales. Suministran efervescencia a medida que se van incorporando colaboradores como Jonny Pierce (The Drums) en ‘Never Stop Running‘, un primer single que respira un dub flotante que no deja frío; Sune Rose Wagner (The Raveonettes) en ‘Deceive’, que mantiene un ritmo escalonado ascendente, donde los recursos vocales y atmosféricos llevan a la sumisión hipnótica; el enfoque tan conciso de ‘The Dream’ con Low cortando la respiración; o Jana Hunter (Lower Dens) en ‘Gravity’, que acorta distancias imaginarias entre una colaboración ficticia de Matthew Dear, en lo instrumental, y Björk.

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En esta mezcla de sintetizadores analógicos, discretas insinuaciones de pop surfero, coqueteos industriales y aires de rock oscuro, encontramos algún vaivén en los cortes instrumentales. A veces a Trentemøller se le ve más preocupado por crear atmósferas que canciones con gancho, algo que se nota especialmente en ‘Trails’ y ‘Morphine’. Pero también hay momentos como ‘Constantinople’, con un juguetón aire oriental; ‘Still on Fire’, surcada por un bajo tan penetrante que hará las delicias de todo fan de Peter Hook; o ‘Hazed’, un corte para cerrar de más de trece minutos -con final sorpresa-, pulverizando beats sin entrar en la pista de baile pero con un pie en ella. Una contradicción que planea sobre nuestras cabezas, y que sirve para dejar a Trentemøller en muy buen lugar.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Still on fire’, ‘Deceive’, ‘Candy Tongue’, ‘The Dream’ y ‘Hazed’
Te gustará si te gustan: Matthew Dear, las atmósferas de Tiefschwarz o cómo podían haber sonado los últimos discos de Depeche Mode y Placebo.
Escúchalo: en Deezer

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