El tercer disco de la cantautora canadiense Basia Bulat trata abiertamente sobre una pérdida sufrida por la cantante dos meses antes de empezar a grabar. El álbum roza lo monotemático y esa pérdida parece la de un amor que ya no está (¿será el Alex al que se dedica todo en los créditos?). Aunque lo fácil habría sido por tanto desnudar las canciones al máximo en este disco de portada negra, libreto negro, minipóster negro y CD negro, para que Bulat extirpara sus demonios ayudada solamente por su preciosa voz, ‘Tall Tall Shadow’ es en verdad menos folk, menos tradicional que su predecesor, el excelente ‘Heart of My Own‘, que contenía sus canciones más populares en las plataformas de streaming, ‘Heart of My Own’, ‘Go On’ o ‘Run’, junto a joyas perdidas favoritas como ‘If Only You’ o ‘The Shore’.
Pero Basia ha decidido no centrarse tanto en sí misma y revestir las canciones con mínimos, sutiles y enriquecedores arreglos. Lo ha hecho gracias a la co-producción de Tim Kingsbury, miembro de Arcade Fire, y Mark Lawson, quien ha trabajado con gente como Akron/Family y Colin Stetson y ganó un Grammy por su trabajo en ‘The Suburbs‘. Así, además de contar con su hermano Bobby a la batería, Kingsbury y Ben Whiteley en guitarras y bajos o o incluso papá Whiteley, el mítico Ken Whiteley, al órgano; la influencia de la ya gigante banda paisana de Bulat se nota, aunque sea ligeramente. Aquí las mayores emociones las pueden producir los temas en que la única persona implicada es Basia Bulat, como ‘It Can’t Be You’ (Basia y un charango), ‘Paris or Amsterdam’ (Basia y un «pianoette» y un sintetizador) o la final ‘From Now On’ (Basia y un piano, sólo con los coros añadidos de Holly Coish). Pero llaman la atención las inquietas programaciones de ‘Someone’, perfectamente encajadas con su línea de piano, su preciosa melodía y el violín de Mika Posen; los sintes de ‘The City With No Rivers’; o el efecto in crescendo buscado por ‘Never Let Me Go’, de nuevo compartiendo probables fans con Jenny Lewis.
‘Blue’ de Joni Mitchell es una referencia obligada, su sello cita el trabajo de Buckingham Nicks o ‘Sea Change’ de Beck, mientras ella continúa prendada de Buffy Sainte Marie; pero estas canciones son aptas para todos los públicos y en esa alternación de la canción desprovista de arreglos con la canción nutrida de efectos, este disco también recuerda a cantantes más comerciales como Alanis. Pero no huyáis, no me refiero a la que nos aburría entonando temas sobre la India o ‘Baba’, sino a la que podía emocionar a millones de personas con letras tan bonitas como ‘Unsent’ o ‘That I Would Be Good’. Lo mismo transmiten estas canciones que encaran el dolor con la más simple de las honestidades (‘From Now On’) con imaginación y autoengaño (‘Paris or Amsterdam’) o tratan desesperadamente de mirar hacia el futuro (‘Promise Not To Think About Love’).
Basia Bulat inicia esta semana una amplia gira por nuestro país. Fechas y entradas, aquí.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Someone’, ‘It Can’t Be You’, ‘Tall Tall Shadow’
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Escúchalo: Deezer