En la famosa lista de ventas filtrada a finales de 2013, Izal eran de los artistas agraciados, mostrando casi 2500 copias vendidas de este segundo disco, ‘Agujeros de gusano’, sólo después de unas pocas semanas. El grupo sigue durante 2014 en la tabla de Promusicae y de hecho esta semana vuelve a subir al puesto 59 posiblemente en relación con su desembarco en La Riviera esta noche, 7 de febrero, con todo agotado con semanas de antelación. En otras palabras, son la banda de moda y su popularidad ni de lejos ha tocado techo.
El fenómeno es muy claramente vinculable a Vetusta Morla, desde la autoedición hasta el largo camino recorrido por sus distintos miembros a lo largo de los años, pasando por su ubicación actual en la capital. Y por supuesto el estilo. No habríamos dicho nunca que Vetusta Morla habían inventado algo, pero a la vista está que han encabezado una corriente estilística de pop-rock muy apta para agradar a todo tipo de público y de la que se puede hablar hasta de mímesis en algunos fragmentos de este ‘Agujeros de gusano’.
Pero hay muchas más referencias en su música. La voz de Santiago Auserón también parece una influencia en ‘Pánico práctico’, y en figuras y metáforas algo calimocheras con más pompa que fondo como este mismo título, a menudo es imposible no acordarse de Héroes del Silencio. Como las de la banda de Bunbury, las canciones de Izal tienen pegada, pero tienden a abusar demasiado de recursos efectistas y algo facilones. Y es que cuando pasas de la calma a la explosión una vez, puedes lograr tu objetivo, pero cuando lo haces decenas de veces también puedes llegar a resultar cansino y estresante. No todos podemos soportar contemplar un incendio cuya llama se apaga y se reaviva constantemente durante 45 minutos.
La producción de ‘Agujeros de gusano’, realizada en los Estudios Reino con Luca Petricca y en los Estudios Neo de Aranda de Duero con José Caballero como ingeniero de sonido (el álbum ha sido masterizado en Estados Unidos por Fred Kevorkian) es destacable por su complejidad y variedad, comparable a la de bandas con tantas aristas como Standstill. Aquí cabe funky (‘Jenna Fischer’), electro como el fondo de ‘Asuntos delicados’, electrónica noventera en la base de ‘Tóxica’, marchas militares como en ‘Despedida’, sonidos fronterizos en el corte titular y un trabajado etcétera de orquestas, pianos y sintetizadores. Que las pretensiones son altas queda claro definitivamente en el triple epílogo final, con connotaciones políticas, y en el que se pasa del odio y de la derrota a enseñar los dientes de una posible victoria. Pero aún les queda aprender alguna lección fundamental, como que muchas veces menos es más, o que hay que controlar y contener muchos de los arrebatos. ¿No es eso, Pucho, «lo que te hace grande»?
Calificación: 4,8/10
Lo mejor: ‘Hambre’, ‘Despedida’, ‘Asuntos delicados’
Te gustará si te gustan: Vetusta, Lori y estás dispuesto a apoyar a todos sus clones venidos y por venir
Escúchalo: en su web.