Tan solo un álbum le ha hecho falta a Trust para ganarse el culto del público. Su creador Robert Alfons ha tenido la suerte de que no solo los fans de Crystal Castles se hayan interesado por su música, ya que al contrario que el dúo de Toronto –y aquí ya no hay confusión que valga: Trust sigue siendo de Toronto, sí, pero ya no es un dúo– las canciones de Trust se sirven de estructuras más convencionales que las de los creadores de ‘Baptism‘ y, como resultado, sus canciones son en comparación más accesibles.
Para su segundo trabajo, efectivamente ya sin Maya Potepski de Austra, Alfons ha querido mezclar las estéticas sonoras de Bauhaus y Ace of Base. El resultado de la ecuación define con acierto el sonido de este disco, ligeramente más luminoso que ‘TRST’ y por lo tanto también más colorido, como si Alfons hubiera querido dejar pasar la luz por los vitrales de su iglesia particular, que es de donde parece que provienen la mayoría de sus canciones. El sencillo de adelanto del disco, ‘Rescue, Mister’, es en esencia una canción de, sí, Ace of Base pasada por el filtro «dark wave» de Trust: cursi y tétrica a partes iguales.
Para ‘Joyland’, Alfons ha empleado en esta ocasión, y como él mismo apunta, teclados y ritmos del “acid house y tecno”. Es decir, los mismos que en el disco anterior. Estos sonidos sin embargo encuentran en ‘Four Gut’ una fuerza más que atractiva para cualquier antro lúgubre, que sigue resultando imposible de rechazar. Y otros cortes como ‘Icabod’ y ‘Capitol’, por su parte, presentan melodías más impactantes y memorables, interpretadas además por un Alfons que sin duda se siente más cómodo que nunca con su papel de vocalista. Solo hay que oír la desnudez de su voz en la pista final ‘Barely’ o la facilidad con la que Alfons pasa de graves a agudos en la estupenda ‘Lost Feelings’.
Aparte de ser un trabajo más colorido (la cubierta es reveladora en ese sentido) la otra novedad de ‘Joyland’ es que, a la mayor accesibilidad de sus melodías, Alfons ha añadido también estructuras algo más complejas. Ahí está, por ejemplo, la intrincada ‘Peer Pressure’, que entreteje riffs de teclado, atmósferas cósmicas, palmas y melodías sintetizadas que son puro frenesí, todo en base a un propulsivo ritmo tecno. Curiosamente las bases rítmicas en ‘Joyland’ suenan ahora menos pesadas que en ‘TRST’ y no extraña que Alfons de hecho abra el disco con un tema instrumental, sin ritmos, titulado ‘Slightly Floating’, que suena a lo que promete.
Con todo, ‘Joyland’ continúa siendo un disco igual de apropiado para la discoteca más decadente que se te pueda ocurrir que para degustar en casa con un buen par de cascos. El carácter onírico de las ambientaciones sintéticas de Alfons sigue resultado irresistible, tanto o más que sus canciones a pesar de todo, pero la pega efectivamente vuelve a ser la misma, que Trust todavía ha de convencernos de que posee un estilo propio dentro del género que, según sus fans, tanto domina y con tanta frescura actualiza.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Capitol’, ‘Joyland’, ‘Icabod’, ‘Peer Pressure’
Te gustará si te gusta: Kraftwerk, Salem, Zola Jesus, Crystal Castles
Escúchalo: Pitchfork Advance