‘Limbo’: el Sonido del Fin y un Benicàssim chino

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‘Limbo’: el Sonido del Fin y un Benicàssim chino

agustin-limboHay pocas novelas que “suenen”, que le den tanta importancia al sonido: la música, el ruido. El nuevo libro de Agustín Fernández Mallo (trilogía ‘Proyecto Nocilla’) es una de ellas (otra sería ‘La casa de hojas’). ‘Limbo’ (Alfaguara) suena tan bien que podemos escuchar desde el eco que produce una habitación vacía donde hay una mujer secuestrada, hasta una canción de The Magnetic Fieds de su disco ‘Distortion‘ que no existe: ‘The Echo of the Stomach’, una mezcla de “The Jesus and Mary Chain, la guitarra de Andy Summers en su etapa en solitario y el saxo del primer John Zorn”.

En ‘Limbo’ se escucha música y sonidos extraños. Tan extraños como la realidad que miran (extrañados) los dos personajes de la novela: una mujer que nos cuenta su secuestro en México mientras viaja por Estados Unidos con su pareja en busca del Sonido del Fin, y un músico que se encierra junto a otro en un château francés para componer su obra definitiva y así poder ir algún día al Benicàssim chino (donde músicos chinos interpretan las mismas canciones que suenan en el festival español de ese año). Dos personajes en tránsito, en el limbo, que buscan su lugar dentro de esa realidad extraña, desenfocada, que aflora entre los pliegues de lo cotidiano.

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¿A qué suena ‘Limbo’? A David Lynch, claro. Atrona. El eco de las elipsis que utiliza el director de ‘Carretera perdida’ resuenan en el mejor momento de la novela, el de mayor fuerza poética, aquel donde uno de los músicos le pregunta al otro después de escuchar una canción: “¿qué pensaste mientras la oías?”. El pensamiento estallará y creará una realidad paralela, un “limbo” lleno de capas de significado.

El físico Heisenberg, el médico nazi Mengele, el Nuevo Testamento (“el primer libro fragmentado”), ‘La exhibición de atrocidades’ de Ballard, Google Maps… ‘Limbo’ está repleta de digresiones de carácter ensayístico (unas más interesantes que otras) y de valiosas reflexiones que musculan la trama principal y estimulan el pensamiento: la originalidad de la copia, la manera en cómo nos hablan los objetos, lo cuantificable como condición para que exista la realidad, el cuerpo como lo único que queda cuando no nos queda nada… Una novela tan rica y elástica como la inquietante (ir)realidad que nos muestra. 8.

Playlist de Agustín Fernández Mallo

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Como parte del proyecto Banda Sonora de una Novela, de la editorial Alfaguara, el autor de ‘Limbo’ nos propone un viaje musical por su nuevo libro.

“He elegido estos temas como posible BSO de ‘Limbo’ porque cada uno a su manera abre puertas hacia lugares no muy usuales, cada uno a su manera problematiza algún aspecto de la música o del sonido en general, y, modestamente, creo que ‘Limbo’ hace lo propio en el terreno literario, o al menos eso he intentado. No puedo entender obra alguna, ni musical ni literaria ni artística ni científica que no detente y generosamente ofrezca esa clase de valor”.

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1- ‘La noche de los peluches vivientes’ (Frida Laponia)
Ocurre que esta canción la hicimos Juan Feliu y yo, y como Feliu sale como personaje de la novela, no veía mejor manera de empezar la lista. Responde en parte al ambiente sonoro que los músicos de la novela ‘Limbo’ se imponen para componer sus temas en el castillo del Norte de Francia al que se retiran: temas largos, a ratos atmosféricos, sin importar los cruces de estilos.
Escuchar: fridalaponia.com

2- ‘Soldier’ (Amatorski)
Me parece un prodigio de composición, detalle, armonía al mismo tiempo que abstracción, el modo en que van entrando los diferentes instrumentos, la adición por capas, el casi quiebro de la voz. Un haiku sobredimensionado, por así decirlo. Un modo de narrar al que me siento muy cercano.

3-. ‘Triggers and Trash Heaps’ (Centro-matic)
Es que este grupo me gusta mucho. Me gusta el tono general de sus canciones, y la voz, en el límite de lo desagradable, y su puesta en escena, como descuidada pero tremendamente eficaz. Parece que están de vuelta de todo, como Julio Iglesias pero en plan bien.

4-. ‘Dark Night of the Soul’ -featuring. David Lynch- (Sparklehorse & Danger Mouse)
Había muchos motivos para incluir esta canción: el ambiente Lynch que por momentos tiene ‘Limbo’, el uso del ruidismo de baja intensidad al cual son también afectos los protagonistas de la novela, la filosofía musical de Sparklehorse y Danger Mouse, muy cercana a todo lo que aparece en la novela acerca del Sonido de Fin, el aire que esta canción tiene de viaje, cercano al de la pareja que traviesa EEUU y, en fin, porque es una canción grandiosa.

5-. ‘Two Years In Air’ (Parker and Lily)
Es éste un grupo que la verdad es que en directo gana muchos dígitos; el uso de las distorsiones y las guitarras ligeramente desafinadas que usan en directo, y que crean una atmósfera muy inquietante, no se ve reflejado en el disco. No obstante, creo que es una de la bandas importantes del cambio del siglo. Además, las bandas de parejas me gustan mucho, como en mis narraciones, que casi siempre son protagonizadas por gente sola o por parejas. Nunca tres, el 3 posee un prestigio religioso totalmente refutado por la experiencia. El 3 es una cifra a evitar.

6-. ‘Look outside’ (Broadcast)
Pocos grupos como Broadcast -en su primer disco, al que pertenece esta canción- han sabido combinar largas composiciones de sonido primitivo y súper analógico con la electrónica y la melodía pop más clásica. Son una especie de artefacto maravilloso. Como si usaran todo lo que los otros no quieren, los restos. Algo de eso hay en ‘Limbo’: lo que los demás escritores no quieren yo lo voy reciclando en beneficio de mi cosmos narrativo.

7-. ‘Higgs Boson Blues’ (Nick Cave & The Black Seeds)
Aunque los músicos del ‘Limbo’ afirman detestar el flamenco, las músicas caribeñas y el blues, no me pude resistir a poner este blues del bosón de Higgs por lo alucinante del título y por cómo Nick Cave lo resuelve textualmente. Perece casi una alucinación de la joven que, en la novela, se pasa 2 años secuestrada en Mexico D.F.

8-. ‘Nevermind’ (Sonic Youth)
Para poner algo de Sonic Youth no hace falta justificación alguna.

9- ‘I burn for you’ (The Police)
Me fastidia especialmente la no reivindicación de The Police como un grupo fundamental en la historia musical de los últimos 30 años. Creo que su aportación no ha sido aún bien calibrada. Esta canción, la primera que compuso Sting para The Police -aunque nunca llegaron a grabarla en estudio-, es de las mejores del grupo. El crescendo de la armonía, la secuencia del bajo, el complejo refinamiento de la batería, los cambios y las tangentes, los detalles apenas perceptibles, microscópicos, que encajan perfectamente con el ambiente de ‘Limbo’. ‘I Burn For You’ me parece una genialidad de Sting, sin más.

10-. ‘Cello Suite nº1, Primer movimiento-preludio’ (J.S. Bach)
Es que igual que Sonic Youth, J.S.Bach, el padre de la música occidental conocida, no puede faltar en lista alguna. Además, me gusta mucho Bach, pero desde él doy un salto a la música abstracta del siglo 20. Los que quedan en medio -así, a lo bestia, y que me perdonen los aludidos, Mozart, Vivaldi, Chopin, Wagner, etc-, me parecen algo así como los Madonnas y Michael Jackson de sus respectivas épocas: efectistas vistos de lejos pero tirando a horterillas de cerca.

11-. ‘Act of war’ (Arab Strap)
Bueno, es un grupo cuyas canciones, aparentemente descuidadas, monótonas y como vagas, encajan en determinados momentos de los relatos que los protagonistas de ‘Limbo’ hacen de sus propias vidas.

12-. La línea azul (Frida Laponia)
Esta canción, larga, de aliento Jesus and Mary Chain, hecha sobre un ruido que Juan Feliu y yo grabamos casualmente en el estudio, es exactamente el modo de trabajo de los músicos de la novela, quienes encerrados en un castillo se dedican a “explotarlo” sonoramente cuanto pueden. Lo graban todo, del sonido de la lluvia en las ventanas a los acoples de los amplis con el motor la nevera.
Escuchar: fridalaponia.com

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