Ver una película del Hollywood actual es lo más parecido a comerte una Pantera Rosa mientras ojeas el libro ‘Yo fui a la EGB’ con los walkman puestos: un empacho de nostalgia ochentera. Los cuarentones dominan la industria del cine, y así pasa: venga guiño, venga fetiche, venga lagrimita… ¿No dan ganas de meterlos a todos en un DeLorean y mandarlos regreso al pasado?
En ese sentido, ‘Guardianes de la Galaxia’ es un poco empalagosa. Como cuando un padre le pone a su hijo los deuvedés de la abeja Maya porque piensa que “como los dibujos de antes no hay nada”. ‘Footlose’ (1984), las tortugas Ninja, el pato Howard, la Troma, John Stamos (‘Padres forzosos’) y hasta Alyssa Milano, la niña de ‘Comando’ (1985) y de ‘¿Quién es el jefe?’. Guiños y más guiños nostálgicos y mitómanos.
Luego están las referencias al universo Marvel. Muchas (muchísimas) y mucho más justificadas. Y también las canciones que escucha Star-Lord en su walkman. Una selección de temazos de los 70 grabados en una cinta virgen de título “Awesome Mix Vol. 1”: ‘Hooked on a Feeling’ (Blue Swede), ‘Moonage Daydream’ (David Bowie), ‘Cherry Bomb’ (The Runaways), ‘I Want You Back’ (The Jackson 5) o ‘Come and Get Your Love’ (Redbone). Este último sirve de acompañamiento para la estupenda secuencia que abre el filme, un momento muy Indiana Jones, de un agradable espíritu lúdico e irónico que marcará el resto de la película.
Y es que ‘Guardianes de la Galaxia’, basada no en el cómic original sino en el de 2008, es como si Steven Spielberg y George Lucas hubieran realizado en los 80 una película basada en una historieta de la Marvel. Como si entre ‘La guerra de las galaxias’ (1977), ‘En busca del arca perdida’ (1981) y ‘E.T. El extraterrestre’ (1982) (atención a la abducción del niño), hubieran hecho la adaptación de este cómic. O, mejor, se la hubieran producido a Richard Donner o Robert Zemeckis. Desde ese punto de vista, la película es un nuevo intento por rasgar la resistente capa de oscuridad con la que Christopher Nolan y su Batman ha envuelto al reciente cine de superhéroes.
Un buen intento. Aunque en algunos momentos parezca que el espíritu de ‘Howard… un nuevo héroe’ (1986) sobrevuela la película, con su humor tontorrón y su anoréxico sentido de la aventura, al final se impone el de Han Solo, la referencia implícita más explícita de todo el filme. Diversión, agilidad y jocosa nostalgia contra el envaramiento y el trascendentalismo superheroico. Utilizando el símil literario, ‘Guardianes de la Galaxia’ no es una novela gráfica, es un tebeo. 8.