Damien Rice / My Favourite Faded Fantasy

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Damien Rice / My Favourite Faded Fantasy

DAMIEN-riceOcho años ha tardado Damien Rice en volver. Echando un ojo al número de canciones que contiene este ‘My Favourite Faded Fantasy’ la conclusión sería fácil: el artista escribe un tema al año. Pero no ha sido así exactamente. Los meses posteriores al lanzamiento de ‘9’, el cantautor estuvo enfrascado en la gira de presentación de aquel disco, gira que terminó muy mal con la turbia –muy turbia– expulsión de Lisa Hannigan de su banda en 2007 («cambiaría todo el éxito musical, todas las canciones, la experiencia completa, por tener todavía a Lisa en mi vida. Así de claro. Sin dudar», decía Damien en una entrevista con Hot Press en 2009). Y después… su aversión al éxito comercial, a la fama y a la industria le han llevado a recluirse en lugares tan remotos como Islandia para despejar la mente y reflexionar sobre «lo fácil que le resulta al ser humano pasar de la sensación de euforia a la depresión».

La enorme sensibilidad de Damien Rice ha llenado siempre su música y sus cristalinas letras y así sigue sucediendo en este nuevo álbum que venía presentado por el tema titular. Él dice que este disco es muy diferente de los otros dos y en un primer momento su andrógina voz -que tanto se confundía cuando la descubrimos con la de Tracy Chapman- no se reconoce en este tema. ‘My Favourite Faded Fantasy‘, a lo largo de seis minutos, sí se muestra como un tema muy distinto pasando de lo acústico a la ferocidad de una guitarra eléctrica… que a su vez contrasta con un piano muy chanson, pero todos estos elementos o las cuerdas no pueden estar mejor utilizados al servicio de las emociones. Y en ese sentido Damien Rice sigue siendo el mismo. La historia no puede ser más simple: «tengo alguien que podría darme amor, pero no me llenaría / No sería lo mismo que contigo». Sin embargo, el solo modo en que el artista pronuncia las palabras «as with you» nos conquista como siempre y para cuando la canción se ennegrece con Rice reconociendo su incapacidad para amar, no sólo has comulgado con ella, sino que más que una canción te parece haber presenciado un corto.

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Lo mismo puede decirse del tema que sucede en el tracklist. El sobresaliente ‘It Takes a Lot to Know a Man’ habla sobre la dificultad de comprender diferentes roles en un hombre o una mujer, y cuando ya estás sumergido en su sencilla historia irrumpe primero uno de los mejores estribillos de su carrera, y finalmente una coda de nuevo fangosa que te hace preguntarte si el sentido de la canción será irónico. Sin duda una de sus composiciones más ricas y además hermosas de su carrera.

La destrucción del amor y las posibilidades en el desarrollo de una relación son los temas de la siguiente, muy ilustrativamente llamada ‘The Greatest Bastard’, en la que se concluye «hemos luchado tanto, que hemos destruido todo el encanto». El amor también se ha marchado lejos para dolor de Damien Rice en ‘I Don’t Want to Change You‘, culminando una primera mitad de álbum espectacular, por la que imaginamos a Adele matando en estos momentos a pesar de los desarrollos largos entre los cinco y los nueve minutos (ya apañaría ella los correspondientes «radio edits», que Damien odia tanto). Habrá quien dirá que el uso de las cuerdas es efectista y que algunos pasajes son tramposos o incluso vacuos, pero lo cierto es que los arreglos rara vez resultan excesivos, improcedentes o predecibles: en ‘The Greatest Bastard’ sirven para elevar el tema al final, pero en ‘I Don’t Want to Change You’ para introducirte en la pista desde el principio. Y lo que es más importante: estas canciones están tan bien armadas que aguantarían cualquier embestida de pomposidad.

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Después de esto, la segunda mitad no es tan espectacular como la primera, pero tu provisión de kleenex casi lo agradecerá. Y aun así estamos ante cuatro canciones muy reivindicables. ‘Colour Me In’ sí podría ser un poco menos sorprendente en su propuesta «déjame quererte» desarrollada in crescendo, mientras que ‘Trusty and True’ parece inspirarse en la canción tradicional para hablar sobre dejar atrás el pasado. ‘Long Long Way’ es un buen cierre y ‘The Box’ podría convertirse en otra de las favoritas de sus seguidores, pues arranca como un autohomenaje a ‘The Blower’s Daughter’ para después pasar a otra cosa mientras Rice parece desesperado por encajar «en esta caja que tú llamas regalo».

Damien quiere ser libre en este tema y en la vida. Por eso estuvo a punto de dejar la música. Es una suerte que con la ayuda de Rick Rubin y una misteriosa mujer a la que llama The Decision Lady haya podido sacar este proyecto adelante. La complejidad de estas nuevas canciones está a la altura de sus mejores momentos y muy especialmente gracias a su primera mitad, ‘My Favourite Faded Fantasy’ puede mirar cara a cara a ‘0‘ en la lucha por ser el mejor álbum de su carrera. Esperemos que el siguiente número de su particular cuenta atrás (tras ‘0’, ‘9’ y este disco de «8» canciones, tocaría el «7») llegue cuanto antes.

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Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘My Favourite Faded Fantasy’, ‘It Takes a Lot to Know a Man’, ‘I Don’t Want to Change You’
Te gustará si: lloras con facilidad
Escúchalo: NPR

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