Ya el pasado año, Ben Khan dio mucho que hablar cuando publicó ‘1992’, su primer EP, logrando que medios tan influyentes como Pitchfork le señalaran como un artista que seguir. Hasta ahí le auparon canciones como ‘Savage’ y, sobre todo, ‘Youth’ (la cual acumula ya cerca de 4 millones de reproducciones sumando las más habituales plataformas de streaming), sólidos temas R&B, a mitad de camino del homenaje retro de Blood Orange o Kindness y el soul futurista de James Blake, Jessie Ware o Kwabs. Pese a su aparencia hedonista, sus letras contenían algunas líneas en las que la carga social y espiritual parecía latente.
El pasado otoño, Khan canceló su primera visita a España, en la pasada edición del Primavera Club, por incompatibilidades con su agenda de grabación. Suponemos que se trataba de la producción del nuevo EP que lanza esta misma semana, titulado ‘1000‘. El disco contiene cuatro nuevas canciones en las que, según explica el propio artista británico de ascendencia asiática (su padre proviene de Cachemira), la idea de la muerte aparece como una inspiración recurrente. Ese parece ser el caso del adelanto ‘Zenith‘, aunque no tanto del single propiamente dicho, el que da nombre al disco. En él, con una rítmica más viva de lo que acostumbra, el jovencísimo británico parece desahogarse sobre una relación efímera, entregando un corte con idéntico potencial que ‘Youth’ y que ha apoyado con un vídeo que contiene escenas claramente inspiradas en el ‘Twin Peaks’ de David Lynch.