No cabe duda de que las condiciones en que vive la música en nuestro país deben influir en el voto de los interesados: el tratamiento que recibe por parte de los que gobiernan puede ser bueno o malo. Hoy en día es difícil encontrar un músico que viva contento en España, un país en el que el libro sobre un músico tiene un 4% de IVA, pero un disco del mismo artista un 21%. La subida del IVA cultural, que ha hecho descender los ingresos en el sector, ha producido movilizaciones ‘Un día sin música‘ de cara al próximo 20 de mayo, apoyadas por artistas desde La Habitación Roja a Amaia Montero, como veremos en los próximos días. En lugares como Madrid, los menores no pueden asistir a conciertos si no es en estadios tamaño One Direction, impidiendo que haya regeneración cultural o directamente más ingresos. Igualmente, la dificultad para realizar conciertos en algunos bares y recintos bien acondicionados en algunas ciudades roza la persecución, mientras la obligación de hacerse autónomos lleva a muchos músicos a vivir en el umbral de la pobreza. Así terminaba nuestra entrevista con Christina Rosenvinge: «En realidad, el ecosistema funcionaría solo si no se le pusieran trabas. Si los bares pudieran programar música, si no tuvieran tantos problemas para existir, si los músicos tuvieran un sistema de autónomo más comprensible, más personalizado al caso de cada uno porque cada autónomo es distinto… No se trata tanto de dar dinero o subvenciones como de que ese ecosistema funcionara solo. Pero es que ahora está penalizado y perseguido».
Hasta aquí, casi todos lo tenemos claro.
Con lo que propongan los programas políticos sobre música, cultura y ocio podemos decidir el voto, pero la cuestión planteada en los últimos días es de otro tipo. ¿Puede el gusto musical de los políticos influir mínimamente en el voto? Hemos visto a Cospedal (PP) haciéndose la guay utilizando en campaña sin permiso un tema de Love of Lesbian, y después a Pedro Sánchez del PSOE pasando a Tentaciones (no a ningún otro medio) un playlist con canciones de grupos tan re-guays como Tame Impala o Kate Boy (aunque la cantante de estos era la única chica seleccionada entre 19 grupos). El asunto recuerda mucho a la estrategia de ese «tory» llamado David Cameron que acaba de arrasar en UK, seguro que no gracias a su reivindicación de los Smiths o The War on Drugs, pero, ¿no habrá servido para mejorar aunque sólo sea un 1% su imagen?
La última noticia nos viene de mano de Podemos, partido en el punto de mira de los medios generalistas, como si llevara un año en el gobierno. La música barajada en el partido ha sido noticia en muchas ocasiones, sobre todo por su parecido con los gustos tradicionales de Izquierda Unida. Un «más de lo mismo» que nos hacía plantearnos si era conveniente para la imagen del partido, que tan renovador se vende, citar a los mismos cantautores de siempre, rozando la reivindicación de la «Casta» musical (Sabina es que vota a IU).
El asunto ha sido tratado al menos por El País y El Confidencial. En el primer caso Diego A. Manrique decía el año pasado que «para Podemos, la crítica de la Cultura de la Transición es compatible con el reciclaje de su banda sonora», indicando que Pablo Iglesias alternaba citas a los vallecanos Hechos Contra El Decoro con Javier Krahe, Labordeta o Mercedes Sosa. Sin embargo, en el mismo artículo echaba de menos referencias a cantautores más jóvenes (ya no tan jóvenes) como Pedro Guerra o Ismael Serrano o, de manera más interesante, Nacho Vegas y la Fundación Robo, donde ha contribuido con decenas de canciones-protesta gente tan diferente y tan relevante en el mundo de la cultura alternativa como Diploide, Refree con Sílvia Pérez Cruz, Aries, Oscar Mulero, Le Parody, Fernando Alfaro, Triángulo de Amor Bizarro y Kokoshca. ¿Es tan descabellado que un candidato a presidente del gobierno los cite? ¿En serio Cameron puede ser más moderno o listo que nuestros políticos?
Actualización: Roberto Herreros nos indica que sí hubo una pequeña vinculación de Ganemos Madrid (espacio de confluencia ciudadana de cuyo acuerdo con Podemos nació Ahora Madrid) con Fundación Robo: “No hemos hecho nada con Podemos, aunque hay miembros del colectivo que participan en Podemos. Sí participamos en la presentación pública de Ganemos Madrid en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Tocamos para finalizar el acto ‘Esta tierra es nuestra’, nuestra adaptación del ‘This Land Is Your Land’ de Woody Guthrie. Nos acompañaron Alicia Ramos y la Solfónica”.
¿Está preparada España para Joe Crepúsculo? ¿Y para Podemos? ¿Y Pablo Iglesias para Joe Crepúsculo?
Víctor Lenore en El Confidencial profundizaba en el asunto de por qué Podemos, en general, prefería seguir con lo de Lluís Llach. Las declaraciones del sociólogo Isidro López son menos interesantes cuando habla del exclusivismo de indies y hipsters que rechazan a Vetusta Morla porque «el público ‘enterado’ considera que hacen un indie demasiado masivo» (en la estela del propio libro de Lenore), pero son más destacables al final: «Hay gente que espera demasiado de la cultura de Podemos, pero esas nuevas formas deben surgir de la sociedad, no se pueden prescribir por decreto. Pedir a Podemos una nueva cultura de manera inmediata es demasiado, basta con que cuando lleguen al poder no obstaculicen o que monten redes de apoyo institucional a las propuestas que surjan desde abajo».
Esto sí es lo que se ha percibido en los comentarios leídos en la red sobre la canción de Joe Crepúsculo (con coros de Lorena Álvarez, entre otros) para Podemos, en el mismo Soundcloud que incluso ha sido dramáticamente borrado, indicándose además que el himno no era oficial en esta web. La mitad de la gente ni sabía de lo que iba un tema así, dejando perlas como «y yo que pensaba votaros» (¡el gusto musical sí influye en el voto!) y menospreciando su carácter electrónico en pleno siglo XXI. Para más inri, el mismísimo Pablo Iglesias aparecía en un vídeo diciendo que no le gustaba el tema de Crepus, ¿arrojándose un buen baño de caspa por desconocimiento, quitándose de encima unas cuantas críticas de la red o abriendo un simpático debate sobre una irrelevante tontería?
No es obligatorio que te guste un tema de Joe Crepúsculo, pero sí quizá saber quién es, qué hace desde hace una década o pensar qué mensaje quiere transmitirnos Podemos Cultura colaborando con él
Puede que las tres sean correctas, pero lo vivido en torno a esta inofensiva sintonía nos recuerda desde luego cuál es, culturalmente, el país en el que vivimos. De nuevo: no es obligatorio que te guste un tema de Joe Crepúsculo, pero sí quizá saber quién es y lo que hace, molestarte en documentarte sobre los múltiples discos publicados por el artista, alternando folclore español y techno desde hace una década, y trabajando con la productora catalana Canada, requerida internacionalmente; o, al menos, mostrar un poco de interés por lo que parte de Podemos esté intentando transmitir con esta selección. Y también me refiero a Pablo Iglesias, habría molado que dijera al menos: «es de un artista underground llamado tal».
Al habla con Joe Crepúsculo
Aprovechando una entrevista promocional de nuestro colaborador Sergio del Amo con Joe Crepúsculo, que publicaremos completa próximamente con motivo de la edición de su nuevo disco ‘Nuevos misterios’, hemos podido preguntar a Crepus esta tarde sobre su participación en esta canción. «Esto surge porque Podemos Cultura me pide que haga una canción que se pueda utilizar en los mítines. Lo que ha ocurrido es algo que ya imaginaba, es una controversia de una propuesta que no a todos puede gustar». ¿Pero no es un poco raro que el líder del partido decida manifestarse sobre esto? «Yo la hice, estoy muy contento con el resultado y, vuelvo a decir, lo que está ocurriendo es algo que esperaba. Hay gente a la que le gusta, a otros no, hay muchas críticas y tal… pero con mi música siempre pasa lo mismo. Yo ya me imaginaba que al estar esto más expuesto las críticas que antes podían ser de un círculo más estrecho ahora son más bestias. Yo sólo he hecho lo que me han pedido, que era una canción de Joe Crepúsculo, y es lo que les he entregado. Sinceramente contaba con todo esto. Que le guste a una gente y a otros me parece lo más normal del mundo, lo raro sería que le gustara a todos. Me parece normal. Cada uno tiene sus gustos musicales».
Crepus:»Está claro que si he propuesto algo es porque me parecía bueno contribuir con algo nuevo. Otra cosa es lo que ellos decidan al final, pero me parecía interesante ofrecer algo nuevo y con cosas mías»
Preguntado si es bueno para la imagen de Pablo Iglesias que defienda una canción del «año de la quica» en lugar de la suya, si no cree que los partidos políticos deberían modernizarse en cuanto a su imagen musical precisamente, beneficiando por otro lado a nuevos artistas, Joe Crepúsculo contesta: «Está claro que si he propuesto algo es porque me parecía bueno contribuir con algo nuevo. Otra cosa es lo que ellos decidan al final, pero me parecía interesante ofrecer algo nuevo y con cosas mías. A mí me lo propusieron, acepté e hice lo que me dijeron que hiciera».
¿No está preparado el país para una canción como esta? ¿Ni siquiera Pablo Iglesias? ¿Se ha querido pasar de alternativo su departamento de Cultura? ¿Y lo mejor es recular, moderar su política y borrar el tema de Soundcloud?
De momento, parece que habrá que seguir conformándose con los grupos que abren puentes entre indie y mainstream. Esto decía un miembro de Vetusta Morla sobre Podemos en 20 Minutos el pasado mes de diciembre: «Creo que es positivo que haya una fuerza que rompa el bipartidismo y que demuestre ideas nuevas, proyectos diferentes, pero Podemos aún tiene mucho por hacer y todo por demostrar. Podemos nos pidió permiso para utilizar ‘Golpe Maestro’ y nosotros se lo dimos limitando el uso a circunstancias muy concretas».
Sí, Podemos utilizó la excelente ‘Golpe Maestro’ hace unos meses y ni rodaron cabezas, ni pasó nada. ¿Poco a poco?