La muerte de la leyenda del blues BB King, que falleció el pasado 14 de mayo, será ahora investigada como homicidio después de que dos de sus hijas, Karen Williams y Patty King, hayan acusado al asistente del músico, Myron Johnson, y a su manáger y ejecutor testamentario, LaVerne Toney, de envenarle para acelerar su muerte.
El motivo de estas acusaciones sería la millonaria herencia del músico. Sus hijas han declarado que «le fueron administradas sustancias extrañas para inducirle una muerte prematura», mientras Toney ha cuestionado la novedad de estas alegaciones («¿qué hay de nuevo?», se ha preguntado) y uno de los abogados de bienes de King se ha limitado a tildar las acusaciones de «ridículas».
Según informa The Guardian, un juez en Las Vegas desestimó una petición de Williams para tutelar a King una semana previa a su muerte, mientras una demanda del 29 de abril acusaba a Toney de haber obstruido las visitas a King y alegaba que «una enorme cantidad de dinero» había desaparecido misteriosamente de la cuenta bancaria del músico. Solo el manáger del King, de hecho, se encontraba presente en el hospital en el momento de su muerte.
El domingo fue realizada la autopsia al cuerpo de King, los resultados de la cual se conocerán en «6 o 7 semanas», según ha informado la policía forense de Nevada.