La historia de Mika es otra más de las muchas de la música pop que se podría resumir como «de 0 a 100 y de 100 a 0 en tiempo récord». Refugiado en los últimos tiempos de manera improbable como juez en La Voz ¡de Italia y Francia!, el artista llega a su cuarto disco muy lejos de sus mayores días de gloria, cuando era capaz de despachar 5 millones de unidades de su debut.
‘No Place In Heaven’ es un retorno a lo que mejor sabe hacer después de las errantes experimentaciones electrónicas del disco anterior, que le encontraban entregándose a los brazos de Pharrell en ‘Celebrate’ y a los de Nick de Empire of the Sun en otras pistas. Aún este podría ser una referencia en una canción aislada de este nuevo disco, ‘Staring at the Sun‘, pero el grueso está compuesto por producciones más orgánicas, vitalistas y fieles a lo que en principio entendimos como su estilo.
Así, el disco se abre con ‘Talk About You‘, la canción del préstamo reconocido a ‘Será porque te amo’ y ‘Only Want to Be With You’, en la que vigoroso, clama «prefiero volverme loco que ser normal e ir al infierno» y continúa con ‘All She Wants’, otro tema muy de musical, lleno de palmas, que pone sobre la mesa las dificultades de los entornos familiares preocupados del «qué dirán». Cierra el trío inicial el bonito baladón ‘Last Party’, en el que trata de enviar un mensaje «carpe diem» frente a las adversidades que tenemos que atravesar. «Si pudieras ver el futuro, ¿lo harías? / si pudieras verlo, ¿querrías? / Tengo la sensación de que malas noticias nos aguardan / y no sé si quiero averiguarlo».
A veces el mensaje es alegre y otras veces es más tristón, pero el color de la portada y de las melodías tradicionales de Mika incitan a ver el vaso medio lleno: sus canciones son como un refugio para los daños que produce el mundo. No parece casualidad que, ya desarmarizado, homenajee a ídolos gays vivos y muertos en ‘Good Guys‘, desde Rufus a Warhol pasando por James Dean; o que incluso temas agridulces como ‘Oh Girl You’re the Devil’ tengan un poso soul alegre. Incluso cuando le inquieta si por sus pecados irá al cielo (corte titular), o cuando entona cosas como ‘Hurts’, Mika suena despreocupado y encantado del lugar en el que está. Seguro de sí mismo. No hay más que ver el descaro con el que se ofrece como alternativa frente a un fracaso matrimonial heterosexual (‘Good Wife’).
Como lleva sucediendo desde el primer disco, sus influencias son un peso enorme, y así ‘Rio’ no supera a George Michael ni ‘Ordinary Man’ a Elton John o Vincent Delerm, pero a todas luces su decisión de abandonar grandes estudios para componer con su equipo de confianza en un lugar tan modesto como el salón de la casa que tenía alquilada, ha dado buenos resultados. Si te imaginabas que Mika se ha hecho mucho menos famoso porque está haciendo unas canciones horribles y desesperadas a las que ni merece la pena dar una oportunidad, no es el caso.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Talk About You’, ‘Last Party’, ‘No Place In Heaven’, ‘Hurts’, ‘Good Wife’
Te gustará si te gustan: Queen, Miranda!, Elton John
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