Zahara ha hecho el disco de su vida o como mínimo uno de ellos: divertido, desgarrado, sexual y místico, sin perder la sensibilidad que todo el mundo le asocia desde sus inicios, ‘Santa‘ incluye joyas como ‘Crash’, ‘Oh, salvaje’, ‘Caída libre’, ‘El deshielo’, ‘El frío’ o ‘La gracia’. Disco que, por cierto, nos envió, sin que nos diéramos cuenta hasta meses después, firmado como Ornamento y delito. Aprovechando que hoy toca en Low Festival, recuperamos la charla que tuvimos con ella hace unas semanas. Para ser una de nuestras entrevistas más madrugadoras de la historia (9 de la mañana y lloviendo en Madrid), no dio poco de sí: ella sí que tiene «el sabor de todos los helados».
¿Qué te sienta peor, que te digan que este disco es el mejor menospreciando todo lo anterior o que el segundo es el mejor y que por tanto este mola menos?
(se ríe) Como siempre, lo último que haces se supone que es lo mejor, porque si no, ¿para qué lo haces? No me importa que menosprecien lo anterior, porque yo estoy segura de que cada disco era lo mejor que podía hacer en aquel momento. Como con este estoy tan convencida, si tengo que sufrir que «los otros eran una mierda», no pasa nada.
Tengo la sensación de que aún no se ha entendido lo bueno que es este disco y que ha decepcionado a alguna gente.
No me ha llegado. Yo tengo un tipo de fan que se siente muy responsable de lo que pasa conmigo. Lo sienten tan suyo que te dicen lo que no les gusta. Con el segundo recibí muchas menciones en Twitter, en plan «vaya disco, no paso de la cuarta, qué triste estás, qué te ha pasado». Ahora ya no leo las menciones, no tengo tiempo ni energía, como dice un amigo «soy demasiado vieja, demasiado rica para eso»… (se ríe) Pero los comentarios casi todos ha sido muy positivos. Pensé que con ‘Crash’ me iban a caer palicos y la gente me decía: «qué guay, por fin suenas como en directo».
«Hay gente que nunca me había hecho ni puñetero caso y me está diciendo: «nunca pensé que diría esto, pero estoy escuchando a Zahara»
¿Por qué palos?
Para mí no hay tanto contraste con lo anterior. He tardado cuatro años en hacer el disco y ha sido todo muy paulatino, pero entiendo que si vienes de ‘El lugar donde viene a morir el amor’, pueda sorprender. Pero hay gente que nunca me había hecho ni puñetero caso y ha dicho: «nunca pensé que diría esto, pero estoy escuchando a Zahara».
He reescuchado el disco anterior a ver qué ha pasado y me ha sorprendido ver que no es tan diferente como lo recordaba.
Voy a hacer una comparación un poco tonta. Es como cuando tienes un amigo que ha sido gordo y siempre que le ves te parece que ha adelgazado. Y te dice: «no, ya estoy igual», pero tú en tu cabeza tienes la imagen de que sigue siendo gordo. La gente me tiene asociada a un sonido que se ha quedado fijo en su cabeza. En ‘Camino a L.A.’ ya me estaba cagando en todo el mundo, ya usaba la religión, había mucho de cabrón. Y en este nuevo disco también hay canciones que conectan con las bonitas.
Te refieres a la imagen de «chica con guitarra».
Veníamos todas del mismo sitio, MySpace, tocar con la guitarra, Anni B Sweet, Russian Red, Alondra… Yo creo que teníamos poco en común, ellas sobre todo el idioma. Nunca me he sentido muy identificada. Me cabrea que nos comparen por el género. Y creo que nos hemos alejado todas. Intento alejarme de aquello a lo que me puedo parecer porque creo que hay que crear algo único. Ahora nos dicen que somos más eléctricas, pero coño, es porque éramos unas niñas. Ahora tenemos más poder adquisitivo, criterio, más medios para hacer lo que queríamos… Antes de mi primer disco yo tenía una banda de metal, que no llegó a ningún sitio. Pero el rock y la dureza ya estaban antes.
¿Por eso este disco no se parece a nada en concreto?
Es el que he hecho más sin tener en cuenta nada. En el segundo quería un disco de sonido americano, con Ricky Falkner, tenía claros los sonidos a los que quería aspirar, los que no había conseguido con el primero. Había una determinación previa de hacia dónde ir. Pero con este, le decía a Sergio Sastre (productor): «quiero el riff ninoní y la batería como The Cure». No he querido «parecerme a», es muy honesto todo. Claro que hay referencias, pero no en lo general. El sonido general está en Max Dingel, que mezcla, mi voz como hilo conductor y en las canciones, que tienen ya mi huella.
Apareces como co-productora…
Yo hablo en abstracto, muevo las manos y Sergio entiende lo que digo y hace el trabajo.
… luego no tienes la inquietud de producir a otros artistas.
No. Ni de momento ni nunca. Sergio, que me conoce porque toca conmigo desde hace 8 años, sabe lo que quiero: que ‘Oh, salvaje’ es una canción épica, que quiere transmitir agonía, que no le pega una batería rápida… Sergio sí tiene el don de saber lo que la canción de otros necesita. Yo sólo la mía, porque la oigo en mi cabeza.
Sergio es de Miss Caffeina, pero ellos luego no suenan como este disco.
No, porque ellos tienen a su productor. Sergio está muy por mí, 100% dispuesto a hacer lo que quiera. Yo quería que produjera el disco el productor del último disco de Band of Horses (Glyn Johns), pero es que tenía un «presu» que ni en cuatro vidas me lo pago. Pero también pensé que le iba a dar las canciones e iba a hacer lo que quisiera y yo no iba a poder decir nada más que «qué guay».
¿Cuál es tu canción favorita de Miss Caffeina?
Me gusta ‘N=1’, es un baladón cortavenas muy bonito, le hice un vídeo pero no es por eso. También me gusta ‘Gigante’.
Los desconozco bastante, no me llama mucho este pop-rock de cuatro tíos bajo, batería, guitarra…
«Mucho escroto en el escenario», siempre lo veo así.
Si son los de Hot Chip, no me importa, pero bueno… ¿Te ves como una artista pop?
Siempre lo he pensado. Pop es una palabra alucinante. Viene de popular. Son los Beatles. Mis canciones van de cosas que todo el mundo ha sentido alguna vez. Es lo popular en el sentido más literal, lo mundano. Me encanta el concepto pop. Luego lleva connotaciones como La Oreja de Van Gogh, Alejandro Sanz… Pues también es pop, pero no pasa nada. Yo hago pop y luego te gustan mis canciones o no.
¿Qué debería tener un artista pop para ser completo?
Si lo supiera lo habría hecho ya.
«No sé si lo que hacen Vetusta Morla es más completo, supongo que sí, pero por lo menos es más admirable. Y es lo que debería ser. Luego te encuentras pop más… precocinado o con un objetivo. Conmigo intentaron hacer eso y como vi que no funcionó, me genera rechazo. Cuando ves toda la maquinaria por detrás, es como un teatro por detrás, muy feo»
¿Pero para ti ha de ser algo autoproducido, autogestionado…? ¿Qué te parece la profesión de intérprete?
Me cuesta admirar más a los intérpretes. Reconozco que es complicado ser buen intérprete, pero valoro más cuando el resultado final ha pasado por la mente artística de quien lo ha generado. Mira a Standstill: generan cosas interesantes, complejas y coherentes entre ellos. Cuando ves a Vetusta Morla sabes que todo lo que hay en el escenario lo han construido ellos. Los vi en el Palacio de Deportes diciendo: «Somos 15.000 personas y 125 detrás trabajando» e hice el típico comentario de fan (pone voz de paleta): «¡yo los vi en Granada, cuando no los conocía nadie y éramos 20!». Me llamaron cuatro meses antes de que pegaran el pelotazo, para tocar en el Ou Yeah Festival y poco después estaban llenando. No sé si lo que hacen es más completo, supongo que sí, pero por lo menos es más admirable. Y es lo que debería ser. Luego te encuentras pop más… precocinado o con un objetivo. Conmigo intentaron hacer eso y como vi que no funcionó, me genera rechazo. Cuando ves toda la maquinaria por detrás, es como un teatro por detrás, muy feo.
Te preguntaba porque el valor del intérprete de Elvis Presley, Raphael… se ha perdido totalmente. Cuando alguien es sólo el intérprete prácticamente se evita hacer hincapié, como es el caso de Pucho de Vetusta Morla, que no es compositor principal.
Pero él las interpreta muy bien.
Pues claro, es que la profesión de intérprete es muy importante. Y Pucho es muy profesional y disciplinado…
Los veo como una banda, me da igual quién haga las canciones, es como Love of Lesbian. Si funcionan como banda, me da igual quién componga.
«En Universal iba a un edificio de dos plantas con una recepción con unos cuadros gigantes de Bisbal y Marlango, y pasaba a un despacho, donde un señor me decía qué iba a hacer con mi carrera y qué era lo que yo quería. La manera más salvaje de demostrar el imperialismo es decirle a alguien lo que le gusta: «Vamos a hacer el disco que tú quieres, que es así»»
¿A qué te refieres con que intentaron hacer cosas contigo que no funcionaron?
Ahora ya no me pasa porque lo decido yo. Aun así te equivocas, pero cuando te equivocas aprendes y cuando se equivoca otro, no aprendes nada, sólo te llevas los palos. Yo quería que el productor de mi primer disco fuera Ricky Falkner, pero fue Carlos Jean. Me intentaron callar dejando que Ricky Falkner produjera tres canciones del disco, y porque estaba todo el día llorando. Yo iba a un edificio de dos plantas con una recepción con unos cuadros gigantes de Bisbal y Marlango, y pasaba a un despacho, donde un señor me decía qué iba a hacer con mi carrera y qué era lo que yo quería. La manera más salvaje de demostrar el imperialismo es decirle a alguien lo que le gusta: «Vamos a hacer el disco que tú quieres, que es así». ¿Y tú qué vas a decir? «pues claro». Duele mucho saber lo que quieres hacer y encontrarte en una habitación en la que te dicen lo que quieres tú, cuando tienes 22 años. Eso lo tengo ahí todavía como tara.
Cuando ves a artistas jóvenes, ¿nunca te ha salido la típica vena odiosa paternalista?
Cada uno tiene que equivocarse las veces que haga falta. Lo único que digo cuando me piden un consejo es que trabajen mucho. Equivocarse forma parte del pack. Si no me hubieran dado tanto por culo, no habría hecho ‘Camino a L.A.’, luego no se habrían fijado en mí en NYSU (productora de vídeos) y no habría llegado donde estoy ahora. Estaría en Warner sacando discos más o menos majos, pero no aquí.
¿Te gustaría sonar en Los 40?
Me da igual. Creo que ahora Los 40 son muy feos. El otro día salieron en un taxi a las 8 de la mañana y sólo ponían música disco como horrorosa.
Ojalá fuera música disco.
Es que no sé ni lo que es, pero creo que no encajaría.
«Escucho Cadena Dial en el fisio y digo «de lo que suena aquí, casi nadie llena el Palacio de los Deportes». Amaia Montero toca en la Joy: yo he tocado en la Joy, Miss Caffeina dos veces seguidas, Love of Lesbian cuatro… Qué equivocados están. No entiendo el criterio. A mí no me importa: yo hago lo que hago para que me guste a mí, no pensando en gustar a los demás»
Lo digo porque tus canciones son de estribillos muy potentes, y es bastante raro que no suene en la radio lo que está llenando estadios o salas.
Es muy absurdo. A veces he hablado con gente que ha currado dentro y te cuenta el sistema de selección de canciones y yo creo que están perdiendo un potencial de gente que podría escucharlos. Escucho Cadena Dial en el fisio y digo «de lo que suena aquí, casi nadie llena el Palacio de los Deportes». Amaia Montero toca en la Joy: yo he tocado en la Joy, Miss Caffeina dos veces seguidas, Love of Lesbian cuatro… Qué equivocados están. No entiendo el criterio. A mí no me importa: yo hago lo que hago para que me guste a mí, no pensando en gustar a los demás.
¿Qué festivales haces este año?
Arenal, Sonorama, Low, Medusa Sun Beach, Granada Sound…
¿Cuál más te gustaría?
Me gustaría el Dcode porque luego puedo dormir en mi casa. No soy público de festival, me encanta tocar, pero luego me agobia tanta gente.
‘Crash’ representa un accidente en lo musical y en la letra. ¿Qué salió primero?
Los autores intentamos componer para otra gente, algunos con pseudónimo. Mi editora EMI, ahora Sony/ATV, tiene una lista de artistas: Soraya, Edurne, Tamara… Yo quería componer para Malú, que tenía repertorio abierto, en plan gimnasia compositiva. Si consigues que Malú cante algo tuyo, ya puedes vivir un montón de tiempo. Me pasé una semana haciendo canciones de Malú, estaba en la ducha pensando en Alejandro Sanz y Manuel Carrasco, todo muy malunense. No se quedó ninguna y yo ya tenía miedo de haber perdido la capacidad de hacer algo mío y ‘Crash’ salió en un minuto y medio. Tenía el riff en la cabeza y lo sacó Sergio. Surgió de la necesidad de chocarme contra algo.
«Me salieron 4 temazos mainstream (para Malú), con los que yo no me siento muy identificada, pero eran guay. ¡Ya podría haber dicho que sí!»
¡Contra Malú! ¿No pensaste en quedarte las canciones?
No, por Dios. Son para alguien que le pueda pegar el estilo. Yo creo que me da tanta rabia el concepto intérprete por estas cosas. Me salieron 4 temazos mainstream, con los que yo no me siento identificada, pero eran guay. Eso sí, Malú se lo escucha todo y ella decide, y eso me gusta. Pero la muy ********** podría haber dicho que sí. Y en vez de un disco me hubiera hecho ocho (risas).
¿Qué inspiró ‘Oh salvaje’? Me suena a ‘La bola de cristal’.
No es aposta. Me influye lo que he escuchado hace 2 años y siempre digo que los sonidos tienen 2 décadas. Es mucho más sencillo grabar con sintes, pero todo me sonaba a Mecano. Para mí todo era ‘Barco a Venus’ y luego me di cuenta de qué era lo que escuchaba de pequeña. ¿En qué concierto me dormí con 8 años? Y eso se me quedó.
¿Pero te dormiste porque te aburrías con Mecano?
No, porque era pequeña. Me dormí en el tercer cambio de vestuario, cuando salía con el sujetador tipo Madonna.
«Yola Berrocal me llama Azahara, pero no pasa nada, mucha gente lo hace. Conocí a Sonia Monroy, pero me cae mucho mejor Yola»
Cuéntame de dónde viene la referencia a ‘Like a Virgin’ de ‘Caída libre’.
La compuse cuando ‘La pareja tóxica’. Estaba de dramas con el destinatario del disco anterior y tenía que ir a Albacete y Ciudad Real. Estaba muy triste, quería cancelar, no quería ir sola con la guitarra, pero una colega, Marta, me dijo que me quería acompañar. En el tren nos tocó separadas y le dije a la señora que tenía al lado si nos cambiaba el asiento pero nos dijo que no. Ella estaba sentada con Yola Berrocal y Yola sí nos cambió el asiento. Por eso canto «Yola mola mil». Como «Caída libre» es porque me puse unos tacones y me caí de boca 10 minutos antes de salir al escenario. Y lo de ‘Like a Virgin’ es porque en Albacete fuimos a una discoteca que tenía la parte indie y la parte de los chonis. En la indie estaba todo el mundo muy así, pero en la de los chonis pedimos Madonna y el DJ nos decía que sólo tenía Camela. Pero al final consiguió ‘Like a Virgin’, nos pusimos a bailar como locas y empezaron a salir señores como de la oscuridad a intentar bailar con nosotras. ¿Sabes cuando están bailando dos chicas solas y te preguntan «¿quieres bailar?» y es como «ya estoy bailando»? Al día siguiente pensé: «voy a hacer una canción de todo esto», pero es que en el disco anterior no pegaba.
¿Y qué cara puso la señora cuando vio venir a Yola Berrocal?
Creo que le sacó un ojo con un pezón, pero me escribo con ella. Me llama Azahara, pero no pasa nada, mucha gente lo hace. Conocí a Sonia Monroy y me cae mucho mejor Yola.
En el disco de rarezas, ‘Bestiario’, has tirado un poco las canciones al azar, ¿no?
Lo quería hacer raro de cojones. En ‘Círculos concéntricos’, el que era mi novio me hizo la programación, y la ripeé de Youtube, por eso suena tan mal. ‘Pregúntale al polvo’ era del ‘Rarezas’ original de hace seis años. La grabamos en el estudio, pero Universal me dijo que no la podían sacar porque es ‘Creep’. Ni Ricky Falkner ni nadie en el estudio lo vio. Pero es verdad que es ‘Creep’ y claro, no se podía sacar, no me di cuenta. ¿Cómo voy a copiar ‘Creep’ conscientemente?
Pero sí ‘Barco a Venus’.
‘Barco a Venus’ ha prescrito. A esto otro he llegado tarde.
¿Tulsa te gusta?
Sí, claro. Nos conocemos pero de que hemos coincidido en un concierto benéfico.
«Cuando veo que algo que se parece a algo me da mucho rechazo. Por ejemplo, tenía mucho de Iván Ferreiro y de Maga y he intentado quitármelo»
¿Sabes si le gusta lo que haces?
No lo sé… yo creo que a lo que nos parecemos, hemos llegado por caminos distintos. Cuando veo que algo que se parece a algo me da mucho rechazo. Por ejemplo, tenía mucho de Iván Ferreiro y de Maga y he intentado quitarlo.
Hay un tema que hiciste con la LIPA de Liverpool, la escuela de Paul McCartney. Hay gente que dice que es como un Operación Triunfo. ¿Cómo fue la experiencia?
Este tema es en directo grabado con ellos, es un poco Mark Knopfler, como sureño, horti-sureño. Tengo una canción con los alumnos que meteré en otro disco de rarezas, en inglés chapucero porque no hablo inglés. Yo lloraba sobre por qué no existe algo como esta escuela en España. Creo que tenemos envidia, lo que vi fue una Escuela de Artes Escénicas con un teatro para montar luces, etcétera. ¿Dónde está eso aquí? No lo he visto en mi vida. Con el proyecto de fin de carrera, se organizan todos para montar un proyecto al completo, incluido el márketing.
El diseño de ‘Santa’ está muy cuidado, ¿pero no te da miedo que se entiendan los salmos como algo pretencioso?
Para mí no lo es. ¿Sabes lo que consideraría pretencioso? Un libro de relatos. Eso me cuesta más porque todo el mundo saca un libro. Esto me parece coherente, porque ‘Int.Noche’ es una canción que entiende todo el mundo, pero a ‘Hágase tu voluntad’ o ‘Inmaculada decepción’ puede venir bien un complemento. Lo veo para el fan, el que quiere conocer más de las canciones. Saqué un libro de micropoemas y lo saqué en una libreta para que la gente escribiera, porque me daba vergüenza.
«A mis padres les gusta mucho lo que hago, pero son críticos. Mi padre es músico, y en los primeros conciertos me decía «has desafinado en la segunda canción, has hablado mucho, estabas muy nerviosa, ¿verdad?». En cuanto acababa el concierto. Y yo en plan «¡papá, déjame!»
A veces metes palabras soeces, ¿te da algún tipo de palo, vergüenza? Es muy guay ser promiscuo, ¿pero delante de tus padres?
Tengo muy buena relación con ellos, hacemos charlas sobre el significado de las canciones. Mi padre es cristiano, no practicante, pero tiene esa bondad, es un ser de luz, ese compartir, respetar… nada que ver con la iglesia. Como el disco se llama ‘Santa’, le expliqué que las referencias religiosas no eran una burla. Palabras como «polla», nunca me atrevería a cantarlas, pero sí a ponerlas en los salmos en plan «solo su ego era más grande que su polla». Incluso para decir «follar» le pregunté a la banda. Suena tan feo cantado, pero había que decirlo ahí o nunca. Nunca cantaré «coño», me parece una palabra fea, pero escrita… A mis padres les gusta mucho lo que hago, pero son críticos. Mi padre es músico, y en los primeros conciertos me decía «has desafinado en la segunda canción, has hablado mucho, estabas muy nerviosa, ¿verdad?». Pero en cuanto acababa el concierto. Y yo en plan «¡papá, déjame!» (llora y ríe al mismo tiempo). Ahora me dice «qué bien has cantado ‘La gracia’, has llegado al agudo, tenías la voz fenomenal…», han visto lo que he construido, que he hecho el disco que he querido y están muy contentos.
¿El concepto religioso tras el disco es vago o está muy elaborado? Hay un dualidad, entre el bien y el mal… y luego no sé si te incluyes en parte de la deidad o algo así.
Santa Zahara… no. Santa es un nombre que me fascina desde hace cuatro o cinco años. Tenía un Facebook que se llamaba así. Me encantaba la palabra y quería llamar ‘Santa’ al disco. Me gusta la relación que hay entre la música y la religión. La gente peregrina para seguir a sus artistas favoritos. Cuando cualquiera está en el escenario, cuando mira al público, creo que es muy parecido a lo que debe sentir un párroco. Hay una energía en el escenario que es mística. Soy atea pero veo que se genera algo que no estaba antes. El juego de palabras es vacilón y facilón. Parezco Alejandro Sanz…
‘La gracia’ de hecho empieza como si empezara la misa con la entrada del cura.
La gracia se iba a llamar ‘Salmo de iniciación a la gracia’, «bienvenido a lo que va a suceder», luego las canciones son como escenas de una peli. ‘La gracia’ es los títulos de crédito y después se va contando como una historia, hasta ‘Int.Noche’. Que fueran saliendo canciones religiosas fue involuntario, aunque fíjate que lo llamo «el milagro». ‘La gracia’ se llama así por el barrio de Barcelona, pero luego en verdad va de que la gracia no es ser bueno sino que nada te importe. ‘Rey de reyes’ parece que va a ir de alguien muy soberbio, y cuando oyes la canción ya sabes que es un gilipollas.
Hay odio en el disco.
Es que soy una rabias. Cuando sientes algo, hay que aprovechar ese impulso. Lo que sale de ese impulso igual no se parece tanto a lo que sentías, pero la ira hay que transformarla en algo, en canciones. Hoy he soñado con ‘Rey de reyes’, que le decía a esa persona: «oye, no siento esto por ti».
En este disco hay varios destinatarios, a diferencia del anterior…
Las más bonitas y las más tristes van para la misma persona. ‘El frío’ va de cinco o seis personas que me transmitieron lo mismo. Hay muchas temáticas. Es mi disco con más espacios emocionales, visuales y sonoros. Creo que por eso está bien.
¿Te atrae el amor catastrófico?
Qué va. Me encanta la tranquilidad, la calma, me levanto a las 7 y me acuesto a las 11. Dicen que lo más interesante pasa a las 5 de la mañana, pero yo nunca estoy… Pero bueno. Una canción sobre algo tranquilo sería un poco más aburrido. No pierdo el tiempo escribiendo cuando estoy bien.
¿Qué te dijeron Mando Diao al terminar vuestra colaboración?
Ellos dijeron que había sido muy profesional, que yo había mantenido el tipo. Me pasaron el tema, que ya conocía, con la adaptación, y yo les dije que no podía decir «me excito cuando pienso en ti». Me contestaron que vale, pero que mantuviera el espíritu sexual de la canción, yo he cantado de sexo pero no de esa manera tan obvia. Pensé que no la iban a aprobar y la aprobaron. Yo creo que es muy friqui. Querían algo flamenco, pero el resultado es como muy raro. No me parece exótico. Dentro de 10 años será guay y lo meteré en un disco de rarezas. Cuando te pegas una hostia, tiene gracia más tarde, pero no justo después.
¿Y cómo te contactaron?
Fueron a Un lugar llamando mundo y vieron mi actuación con The Posies, con el de Posies aún me escribo, ¡pero como es tan ligón no sé si me está escribiendo porque le gusto o por la música!
Foto: Andrea FG.