OBK: «Duele que te ninguneen después de tantos años»

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OBK: «Duele que te ninguneen después de tantos años»

obkEchando la vista atrás da auténtico vértigo la cantidad de singles y hits que durante algo más de dos décadas firmaron OBK. Indiscutiblemente, su legado persiste en la memoria colectiva y resulta del todo crucial en la historia reciente del synth pop nacional. Con Jordi Sánchez al frente (su compañero de batallas, Miguel Arjona, decidió desvincularse del proyecto a principios de 2012), ahora vuelve con un ‘De Corazón’ que reformula las mejores canciones de amor de su repertorio. Pero aunque el disco ha debutado más que bien en las listas de ventas, Jordi siente que en los últimos años no se le ha prestado la atención que se merecía. De todo ello y más hablamos con él, quien aprovecha esta sincera entrevista para abrirse como nunca y poner sobre la mesa los pros y contras de su longeva trayectoria.

El último recopilatorio de 2011, ‘2OBK’, conmemoraba el 20 aniversario de la banda. Y ahora, apenas cuatro años después, vuelves con otro que reinterpreta de forma desenchufada las mejores canciones de amor de vuestra carrera. ¿Qué te ha llevado a ello?
La idea del Unplugged la tenía en la cabeza de hace tiempo, siempre había querido hacer algo como esto. Después de ‘2OBK’ vino el EP de ‘Promises’ y ‘Revolución’ con doce temas inéditos. Y ahora, al no tener un disco con material nuevo completamente acabado para este año, el día de los Enamorados se me ocurrió regrabar nuestras mejores canciones de amor. La compañía lo vio muy claro, pero al final ha sido un álbum más difícil de hacer de lo que pensaba y con el que he tenido que estar seis meses en el estudio, bastante más de lo que esperaba.

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¿Por qué ha resultado difícil?
Porque había muchas maneras de hacerlo. Incluso había colaboraciones que tenía pensadas que al final no salieron. Todas las canciones podrían haber sido con poco más que piano y voz, pero me sabía a poco y al final en el estudio fui probando más cosas de las que al principio tenía en mente. Las más jodidas han sido aquellas más versionadas como ‘Historias de Amor’ o ‘La Princesa de mis Sueños’. Yo soy el primer fan de OBK y oyente de lo que hago. Me gusta trabajar y que lo que hago, ante todo, me emocione. Por ese motivo no me conformo con cualquier cosa porque después uno tiene que defenderlo.

«Ahora el impacto sólo lo tienes sonando en la radio o siendo jurado de ‘La Voz’»

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¿Entiendes que desde fuera se vea como el enésimo recopilatorio de OBK?
Yo lo veo un recopilatorio diferente. Entiendo a la gente que pueda pensar eso, pero la razón de ser de este disco es que no quería quedarme quieto y que no se hablara nada de OBK durante 2015. Se puede interpretar como un paréntesis, un disco diferente que, aun no siendo revolucionario, sí que es disfrutable tanto para los fans como para aquella gente que durante los últimos no nos seguía de cerca. Lo que quiero demostrar por encima de todo es el valor de las composiciones. Si llevo 24 años en esto de la música algo he hecho bien. Y ese bien son las canciones, no hay más secreto.

Pensaba que el lanzamiento había sido impuesto por la discográfica, pero entiendo que digas que es una forma de seguir adelante y una estrategia para que se siga hablando de tu música.
Es que si no, no estás. Ahora el impacto sólo lo tienes sonando en la radio o siendo jurado de ‘La Voz’. De otro modo el público desconoce que sigues haciendo cosas. Tuve que pensar eso: hacer algo ahora, o simplemente hacer esperar a la gente un año o dos más hasta que tenga nuevo material.

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«Al haber estado tanto tiempo sonando en Los 40 Principales te ponen una etiqueta de comercial que tiene tanto su parte buena como mala (…) En nuestro caso es como si en cada momento tuviésemos que demostrar que somos unos currantes para que los medios nos hagan caso»

¿Frustra que después de la carrera que arrastras tengas que sacar material constantemente para no caer en el olvido?
Si le preguntas a la gente quién es OBK te dirán que sí lo conocen, pero no conocen el valor de lo que OBK hizo por la música nacional. Desconocen quién compone, quién hace qué… De alguna manera me hace pensar que al haber estado tanto tiempo sonando en Los 40 Principales te ponen una etiqueta de comercial que tiene tanto su parte buena como mala. Revisando mi carrera creo que todo lo he hecho de la mejor forma posible. No obstante, también pienso que nadie ha contado en este país conmigo, por ejemplo, para hacer remixes. Yo le llamo la buena mala suerte de OBK: la buena suerte de poder trabajar en el sueño que quise cumplir con 16 años como cualquier chaval que empieza en esto de la música, y la mala suerte de que a pesar de los años aún no se nos ha reconocido como nos merecíamos. Cualquier artista con tres vídeos de Juan Antonio Bayona podría vivir de las rentas, y en nuestro caso es como si en cada momento tuviésemos que demostrar que somos unos currantes para que los medios nos hagan caso.

Personalmente creo que es más un problema de la poca aceptación que el pop electrónico tiene en general en nuestro país que de OBK en sí.
La electrónica aquí es lo de menos porque, por encima de todo, están las canciones. Si OBK estaba destinado a no triunfar el primer año hubiéramos puesto punto y final. Pero después de 24 años me encuentro por parte de la industria y los medios con una gran indiferencia, algo así como si estuviera cruzando el desierto solo. ¿Qué he hecho tan mal? Este es mi trabajo, y como trabajo necesito una exposición para que la gente lo vea. Sé que soy una persona afortunada y privilegiada por dedicarme en exclusiva a la música, pero esa buena mala suerte me persigue. Yo sigo siendo ese chaval de dieciséis años, no he perdido eso. No quiero ir de nada, pero tengo ganas de hacer cosas y me resulta muy complicado en este país. Vivo en una eterna contradicción en ese sentido.

«Después de 24 años me encuentro por parte de la industria y los medios con una gran indiferencia, algo así como si estuviera cruzando el desierto solo. ¿Qué he hecho tan mal? Este es mi trabajo, y como trabajo necesito una exposición para que la gente lo vea. Sé que soy una persona afortunada y privilegiada por dedicarme en exclusiva a la música, pero esa buena mala suerte me persigue»

¿Por qué no has guardado el único tema inédito del disco, ‘Perdimos la Batalla’, para el futuro largo de estudio?
No la quería guardar. Como fan de OBK que ante todo soy, aparte de ofrecer nuevas versiones también me gusta trabajar en alguna canción nueva. Quería que el disco fuera un repaso a las canciones de amor y desamor de todos estos años, pero también que hubiese algo que aportara algo inédito al conjunto.

Lo que no entiendo es por qué se rescata ‘Lo Tomas o lo Dejas’, que es de hace apenas dos años. ¿Qué necesidad había de regrabarla estando tan caliente?
Podría haber incluido la versión original, pero pensé que era la última balada de estos 24 años y que debía estar ahí. Además, es un tema que a mí me gusta mucho. Así de sencillo.

¿Con qué te quedas de todos estos años teniendo en cuenta que cualquier carrera tan longeva inevitablemente es una montaña rusa en la que el éxito va y viene?
Lo que me parece increíble es que después de tantos años esté aquí sentado contigo hablando. Recuerdo que en las primeras entrevistas decía que sería un milagro que la banda aguantara diez años, y eso se ha superado con creces. Me quejo, sí, pero no para alimentar mi ego. Lo que pasa es que quiero hacer muchas cosas más y en este país resulta muy complicado.

Desde 2008 no trabajas con él, pero siempre he tenido la sensación de que J.A. Bayona ha sido algo así como lo que Anton Corbjin representa para Depeche Mode.
Por supuesto. Lo que Corbjin hizo por Depeche Mode es lo que Bayona hizo por OBK. Y no una vez, sino catorce. Recuerdo hasta cuando hice la banda sonora de su primer corto…

¿Por qué motivo no ha vuelto a dirigir uno de tus videoclips?
Cada año le tengo en mente y se lo digo porque es amigo, pero ahora está a un nivel de presupuesto muy elevado y resulta imposible poder pagarlo. Él no trabaja solo, tiene un gran equipo detrás que, obviamente, tiene que cobrar. Entiendo perfectamente que ahora tenga un gran caché.

¿Consideras que el público tiene poca memoria?
Para nada, el público está a lo que le digan de alguna manera. El problema es la falta de exposición, de dar valor a las cosas. La cuestión es estar y sonar. Si eso no ocurre, como me pasa desde el 2008, arrastras durante años ese vacío. Yo soy un compositor pop y eso no me lo puede quitar nadie. La electrónica no tiene tanto público realmente, pero la gran baza de OBK es que sí llegó a muchísima gente. Por encima de la electrónica había la emoción y las buenas melodías de las canciones. La gran suerte de OBK fue sonar. Nunca nos interesó la fama, sino el éxito. Y eso se traduce en que se recompense tu trabajo sonando, cosa que ahora no sé por qué, pero no ocurre.

«Gracias a Dios tengo el público suficiente para seguir adelante, pero ‘Revolución’ pasó muy desapercibido al no sonar en las radios ni reseñarse en los medios. Hasta nos fuimos a Tokio a grabar un vídeo con un presupuesto muy ajustado para que alguien hablara de él, y ni con esas»

¿Qué ocurrió con ‘Revolución’ hace un par de años?
Sinceramente, nada. Gracias a Dios tengo el público suficiente para seguir adelante, pero el disco pasó muy desapercibido al no sonar en las radios ni reseñarse en los medios. Hasta nos fuimos a Tokio a grabar un vídeo con un presupuesto muy ajustado para que alguien hablara de él, y ni con esas. Soy muy humilde, pero es que esa es la puta realidad. Sé que no puedo competir con muchos artistas de mi quinta que aún siguen, pero duele que te ninguneen después de tantos años.

¿Te molesta que siempre se haya comparado a OBK con Depeche Mode?
Para nada. Al contrario, estoy súper orgulloso. Siempre he dicho que es como si eres futbolista y te comparan con Maradona. ¡Si OBK viene de ‘Oberkorn’! Muchas veces cuando escucho a Depeche Mode en casa digo que gracias a ellos tenemos lo que tenemos. Me cambiaron la vida. Si Martin Gore o Umberto Tozzi no hubiesen nacido yo no sería lo que soy. No sólo como artista, sino incluso como persona.

Alguien me recordó hace poco cuando trabajabas en un Mango de Barcelona y hablabas años ha con las clientas de tus aspiraciones musicales…
Sí, trabajaba en uno de la calle Bruc. No cambiaría nada de la historia de OBK, pero imploro porque se me den oportunidades. Tengo la misma ilusión del primer día. No pienso ni en el dinero ni en la fama, sino en algo totalmente diferente. Y lo que me encuentro con los años es que no se ha reconocido todo lo hecho. Hasta que el cuerpo aguante y mi ilusión se mantenga seguiré adelante, por supuesto.

¿Qué pasó con Miguel Arjona en realidad? Nunca quedó claro por qué decidió marcharse en 2012.
Después de veinte años juntos hubo un lógico desgaste. Los dos tenemos unas personalidades muy diferentes. Ha sido el mejor compañero de viaje posible, pero los últimos años antes de 2011 notaba que él ya no estaba. Miguel siempre ha sido más tranquilo, no tenía mis mismas inquietudes artísticas. Jugando montamos OBK, y durante muchos años compartí mi mundo con mi mejor amigo y grandes momentos aun siendo muy diferentes. Simplemente decidió abandonar el barco. Fue romper y distanciarnos amigablemente. Se ha pasado página. Él sigue con su vida y yo con la mía.

«(Miguel y yo) no hablamos realmente, pero si nos viéramos claro que nos tomaríamos un café. Siempre decíamos que todo el mundo se separaba menos nosotros, pero estas cosas pasan sin más. No deja de ser lo mismo que ocurre con una pareja»

¿Seguís en contacto?
No hablamos realmente, pero si nos viéramos claro que nos tomaríamos un café. Siempre decíamos que todo el mundo se separaba menos nosotros, pero estas cosas pasan sin más. No deja de ser lo mismo que ocurre con una pareja. Lo que ha cambiado con esta nueva realidad es que antes en todos los discos siempre escribía dos o tres canciones y ahora no me queda otra que ocuparme de todas.

Investigando me ha parecido curioso que para ‘Momentos de Fe’ en un principio barajasteis que lo produjera Flood, aunque al final te encargaste tú de ello.
En aquel momento Flood era Dios, pero ahora me gustaría más trabajar con Stuart Price, Alan Wilder o con Vince Clarke en algún tema.

¿Tienes la espinita clavada de no haber trabajado con un productor internacional?
Siempre lo he pedido, pero en ese aspecto nunca ha habido una respuesta. Esto no sólo lo comento a los periodistas, sino también a las discográficas. Cuando quise hacer un dueto con Umberto Tozzi se dio. Y, asimismo, recuerdo que cuando escuché lo que Carlos Jean hizo con Fangoria le dije a Diego Torán de EMI que me gustaría conocerlo para trabajar con él, y así ocurrió. No siempre hemos tenido la misma suerte en ese sentido a la hora de poder contactar con productores internacionales.

¿Consideras que alguien ha tomado vuestro testigo?
Me hubiera encantado. A mí me gustaban mucho cosas como Santuario que salieron y concebían la electrónica de otra manera, con mundos diferentes al nuestro. Pero en general no ha habido bandas nacionales que me hayan conquistado. Siempre digo que en España ha habido Fangoria y OBK, pero en realidad cada uno tiene su mundo y es difícil hacer comparaciones. Me gustan mucho por ejemplo Skrillex o Zedd, pero jamás podría hacer algo como ellos porque no me resulta natural ni es coherente con mi universo creativo. Los experimentos a mí no me van. Para mí es muy importante defender lo que hago. Ningún grupo -como OBK- ha nacido a partir de Umberto Tozzi y Depeche Mode, ni uno. Así moriré, con ese ADN que tengo dentro de mí desde la adolescencia.

¿Cómo oyente, si tuvieras el poder de cambiar algo de tu discografía qué sería?
Nada, porque la primera vez que sentí eso al final fue un exitazo. Las cosas deben ser como son. Soy muy Virgo en ese sentido, muy perfeccionista y obsesivo a la hora de crear. En 1991, para nuestro disco de debut, el sonido de las maquetas se mejoraron tan sólo un poco. El productor, Viborilla, ni aparecía por el estudio prácticamente. Recuerdo que llegamos a los estudios de Blanco y Negro en agosto, cuando en principio estaba cerrado, para grabar ‘Llámalo Sueño’. No había dinero por entonces ni para promoción ni para el primer videoclip. Era el mundo al revés, pero aun con esas había tantas ganas y tanta magia por hacer cosas que fue increíble. Eso me hizo aprender que las cosas son como son y que una canción como ‘Historias de Amor’ puede calar en la gente aunque no tuviéramos todo de nuestra parte. Eso sí, haciendo memoria lo único que sí hubiera cambiado es el primer single de ‘Feeling’, ‘Sin rencor’. No lanzar ‘A Ras de Suelo’ como single de adelanto fue un error. Carlos Jean en aquella época estaba muy en la onda de Coldplay y quería sonar muy orgánico, y ahí nos equivocamos.

Como fan de Depeche Mode, ¿qué piensas de sus últimos años?
No me gustan, en eso soy un clasista. Desde que se fue Alan Wilder ya no es lo mismo. Ya no me emocionan tanto por mucho que en alguna canción puntual como ‘Precious’ sí lo hagan. Aunque eso no quita que cuando aún me pongo ‘Violator’, ‘Songs of Faith and Devotion’ o ‘Music for the Masses’ piense que eran increíbles. A día de hoy sigo alucinando con esos discos.

«Siempre hemos pasado de la fama o si quedábamos bien en foto. Estamos rodeados de tanta frivolidad y tanta gilipollez que el ser normal no se premia. A la gente le gusta más ese prototipo de artista estúpido que le dice «fuck you» al fan que quiere un simple autógrafo»

Con todo lo que has dicho antes, ¿alguna vez se te ha pasado por la cabeza tirar la toalla? ¿O, al menos, plantearte que la música no sea tu única fuente de ingresos?
Me jode pensar eso porque es mi vida. Amo mucho lo que hago. El problema no está en mí, sino en que no me dejan trabajar ni me dan la plataforma necesaria para mostrarlo. Eso es lo único que me da rabia. Me veo con la fuerza de aquel chaval que mostraba sus demos al principio de todo. Ese soy yo y esa es la historia de OBK. Siempre hemos pasado de la fama o si quedábamos bien en foto. Estamos rodeados de tanta frivolidad y tanta gilipollez que el ser normal no se premia. A la gente le gusta más ese prototipo de artista estúpido que le dice «fuck you» al fan que quiere un simple autógrafo. Y oye, al fan siempre hay que tratarlo bien: sin ellos no seríamos nada.

¿De cara al año que viene tienes algún plan?
Sería desvelar demasiado… Habrá nuevo álbum de estudio, pero también me gustaría lanzar un disco en directo aun sabiendo que sería otro recopilatorio a su manera. Queda un año para pensar qué hacer. Me ha absorbido tanto tiempo ‘De Corazón’ que ahora es cuando me pondré a pensar en lo siguiente. El año que viene cumplo 25 años de carrera, lo cual es una fecha muy importante.

¿Si siempre hubieras cantado en inglés crees que la historia de OBK hubiese sido diferente?
Si hubiera nacido en Manchester OBK no hubiera existido. Cantar en español fue un revulsivo. Soy de aquí, así que OBK nació y morirá aquí.

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