El stock de vinilos a menudo parece una lotería. Debido a las pocas fábricas que hay para este formato y a la dificultad de las tiendas de adivinar la demanda del público, a veces es complicado hacerte con una copia en vinilo de tu disco favorito. El caso de ‘Blackstar’ de David Bowie ha elevado al extremo este problema.

El viernes 8 de enero se ponía a la venta. El sábado 9 -con el artista vivo- nos fue imposible encontrarlo en la Fnac de Callao: su personal nos indicaba que estaba agotado. Milagrosamente un compañero consiguió una copia en Barcelona el lunes justo tras fallecer el artista, yo otra el martes en Madrid. Después, el drama: no hay stock. En Discogs se paga un mínimo de 54 euros por el vinilo. En Amazon se vende por 87. Hemos intentado en varias ocasiones hablar con la división española de Sony para tratar de averiguar cuándo los fans -obviamente desesperados, el diseño es una pasada- podrán hacerse con una copia del LP a precio normal, pero ningún responsable de prensa ha querido contestar. Sí hemos hablado con varios portavoces de míticas tiendas de Madrid y Barcelona.

Fernando de Bajo el Volcán, probablemente la mejor tienda de vinilos de Madrid en este momento, nos dice: «La edición en CD salió antes pero nosotros no trabajamos con CD. El disco en vinilo llegó a tienda un par de días después de morir Bowie y duró apenas unas horas. Actualmente está agotado en todo el mundo y en Discogs se pagan cantidades astronómicas por él. Suponemos que la compañía está preparando una nueva tirada».

En la mítica tienda barcelonesa Discos Revólver sí recibieron el vinilo antes de su muerte. Hablamos con Jordi Jover, encargado de compras de la tienda de la calle Tallers, 13: «Efectivamente el sábado antes de su muerte ya se habían agotado todas las copias en ambos formatos, el viernes viendo que el ritmo de venta era bueno tuve la precaución de pedir 15 vinilos y 15 cds más, así que el martes (ya había muerto Bowie) éramos la única tienda en Tallers que tenía copias. Duraron 30 minutos a lo sumo. El lunes y el martes fue absolutamente desbordada la demanda, ya no sólo por afluencia directa en la tienda sino contestando también decenas de llamadas y mails de peticiones incluso de personas de fuera de Cataluña. Yo realicé un pedido inicial pensando en que sería un disco que se vendería relativamente bien entre los fans como pasó con el disco anterior, el problema es que se juntó la muerte del artista y que por en medio hubo un fin de semana y las compañías no sirven discos».

¿Es difícil calcular cuántas copias encargar de un lanzamiento como este? Los singles estaban sonando menos que los del disco anterior… Preguntado sobre si hay miedo a pasarse y comerse copias sobrantes, responde: «Las novedades son muy caras, para poder ser competitivos frente a la FNAC, etc, cargamos un porcentaje muy pequeño a esos discos, la inversión y el beneficio que se deriva de ella no es para nada rentable, pero evidentemente son discos que tenemos que tener en la tienda. Yo como jefe de compras me baso en parámetros o indicadores muy básicos, también un poco por la intuición que te da la experiencia, esto no quita para nada que la cague muy a menudo, bien porque haga corto o porque me pase. Me fijo en las ventas del disco anterior, si antes de que se publique un disco la gente me lo pide o qué repercusión están teniendo los adelantos en las redes sociales. Nuestro presupuesto es el que es y con él intentas hacer malabarismos para tener cubiertas todas las secciones, estilos de músicas, novedades, fondo de catálogo… etc y además es importante para contabilidad no hinchar mucho las facturas, porque con el margen que ganamos, vendas o no vendas los discos que pidas a los 30 días hay que pagar la factura a la multinacional. Te explico exactamente cómo fue con Bowie. Yo pedí de salida 15 vinilos y 15 cds, pensando que se venderían todos el fin de semana y el lunes no tendría ningún problema para reponer. Si hubiera tenido una bola de cristal hubiera pedido 100 de cada y los hubiéramos vendido fijo».

Ignacio Portela, responsable de discos de Fnac España, nos cuenta su caso: «Las previsiones de ventas/primera implantación de la novedad en los mercados ha sido mucho más conservadora que en el caso de su disco anterior ‘The Next Day’. La novedad tenía fecha de salida del 8 de enero, y el fallecimiento del artista no se dio a conocer hasta el día 11, poco después de las 7:30h de la mañana. En los tres días de venta desde el 8 al 10 incluido, la venta producida estuvo totalmente dentro de lo normal. Pero el mismo día 11 se disparó, como suele ocurrir siempre ante un hecho similar. El vinilo empezó a escasear y a agotarse ese mismo día. Y el problema de reposición para ese soporte se debe a la mermada capacidad de fabricación de vinilo en Europa, con apenas dos plantas de producción. Se repondrá, pero muy posiblemente pasen entre tres y cinco semanas antes de volver a disponer del disco.

Continúa hablando sobre la demanda del resto de su catálogo: «Por otra parte, merece la pena comentar el hecho de que no sólo su última obra es motivo de búsqueda por sus fans; también lo es el resto de su discografía y su videografía. No olvidemos que estamos hablando de un artista multifacético, cuya importante producción visual también destacó de una manera muy especial en “los años dorados del videoclip”. Afortunadamente, y en especial en lo que concierne a discos todo está disponible; y en los casos en que no quede stock de algún título, está de camino».

El CD de ‘Blackstar’, aunque por momentos ha estado agotado en alguna tienda, ha vuelto siempre rápidamente y puede comprarse sin problemas, como nos indican desde Revólver: «El cd a día de hoy se ha podido reponer sin ningún tipo de problema y efectivamente el catálogo de Bowie en todos los formatos se ha movido con alegría durante estos días. Mucha gente se ha sorprendido de que no tuviésemos el vinilo, algunos incluso demasiado».